Así quedó la camioneta de Carlos Bacca tras vandalización por derrota del Junior

Carlos Bacca (der.) anotó el primer gol de Junior en la victoria sobre Boyacá Chicó.

Foto: Junior Club S.A.

Junior de Barranquilla atraviesa un momento crítico en la Liga BetPlay, tras la llegada del técnico César Farías. En apenas dos partidos dirigidos, el venezolano ha sumado dos derrotas consecutivas, primero ante Independiente Medellín y luego contra Águilas Doradas, lo que ha incrementado el malestar de una afición que esperaba un cambio inmediato en el rendimiento del equipo.

Los resultados negativos tienen al equipo en el puesto 11 de la clasificación, fuera de los ocho, y la presión sobre el nuevo entrenador es palpable.

El técnico venezolano asumió el cargo en medio de una gran expectativa, luego de reemplazar a Arturo Reyes, quien fue destituido por malos resultados. Sin embargo, el panorama no ha mejorado, y la derrota por 4-3 ante Águilas Doradas en el estadio Metropolitano fue el detonante de la frustración de los hinchas, quienes esperaban un rendimiento mucho más sólido. La afición barranquillera sigue mostrando su inconformismo y la violencia ya ha afectado a los jugadores.

El mal momento del equipo no se limita solo a la Liga BetPlay. La reciente eliminación en los octavos de final de la Copa Libertadores también ha golpeado el ánimo de los jugadores y de los aficionados, quienes esperaban llegar mucho más lejos en el certamen continental. Esta doble frustración ha generado un ambiente tenso en la ciudad, y los hinchas han comenzado a mostrar su inconformidad de manera más agresiva, buscando culpables en todos los frentes, desde la directiva hasta los jugadores y el cuerpo técnico.

El ataque a Carlos Bacca

La situación llegó a un punto crítico después del partido contra Águilas Doradas, cuando un grupo de hinchas furibundos arremetió contra los jugadores del equipo, y el episodio más lamentable ocurrió con el vehículo del delantero Carlos Bacca.

El automóvil del experimentado jugador fue vandalizado y sufrió daños considerables por parte de un grupo de aficionados, quienes, cegados por la rabia y la frustración, lanzaron una valla contra el carro. Según la policía de la ciudad, el vidrio frontal no se quebró porque es polarizado.

La agresión al vehículo es un claro ejemplo de cómo la situación se ha desbordado, y aunque el delantero ha manifestado su compromiso con el equipo, la presión y el rechazo de la afición se han convertido en un factor que podría afectar su rendimiento y el de sus compañeros en los próximos encuentros.

Los próximos partidos serán determinantes para definir el destino del Junior en la Liga BetPlay. Si bien todavía hay tiempo para revertir la situación, la presión sobre los jugadores y el cuerpo técnico es enorme, y cualquier error podría significar el fin de las aspiraciones del equipo en el torneo. En este contexto, el desafío para César Farías es doble: no solo debe trabajar en la recuperación futbolística del equipo, sino también en la reconciliación con una afición que ha perdido la fe.

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