Junior y Millonarios completaron media Superliga con la noción de que dan para más

Terminó el primer partido oficial de la temporada 2024 del fútbol profesional colombiano. Un Junior estrenando a sus estelares contrataciones recibió a un Millonarios mermado por las ausencias de varios de sus referentes. El juego tuvo pocas opciones claras, sobre todo para la visita, pero contó con un ritmo intenso.

Los barranquilleros fueron de menos a más a lo largo del compromiso. Carlos Bacca no tuvo mucha incidencia en los primeros 45 minutos, pero en la segunda mitad fue un dolor de cabeza para la defensa embajadora, no solo por sus movimientos y diagonales, sino también al pivotear y buscar espacios para sus compañeros.

Al minuto 73 —desde los 12 pasos— Bacca por fin destrabó un encuentro en el que parecía que el quiebre del cero era cuestión de tiempo, no solo porque Junior vivía en campo contrario, sino porque Millonarios sufrió para generar sociedades en la mitad de la cancha.

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En ese orden de ideas, Santiago Mele, el guardameta tiburón, fue un espectador de lujo en la ida de la Superliga BetPlay. Tuvo su primera y única intervención al minuto 94, cuando Santiago Giordana logró por fin que los azules remataran al arco.

Pese a que Mackalister Silva tuvo algunos destellos en la primera mitad, sus pases no prosperaron en los pies de Leonardo Castro ni Beckham Castro, que fueron opacados por los centrales rojiblancos. La generación de juego es uno de los aspectos en los que Alberto Gamero debe trabajar en los próximos días pensando en la vuelta.

La diferencia pudo ser mayor a favor del cuadro barranquillero, pero Álvaro Montero estuvo firme y virtuoso en sus reflejos, especialmente en los primeros minutos del complemento. También mereció un reconocimiento especial Andrés Llinás, que con el balón en movimiento, no permitió que Bacca hiciera más daño.

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Millonarios se acordó de buscar el partido en el desenlace del compromiso, cuando el marcador era adverso. El cuadro de Bogotá arriesgó y acechó el arco rival, aunque sin claridad en el final. Giordana dio buenas sensaciones en su debut, aunque jugó muy poco.

Las ausencias de Daniel Cataño y Daniel Ruiz se sintieron en el último cuarto y ese es otro aspecto que debe resolver el estratega samario de cara al duelo del próximo 24 de enero. La ausencia de Juan Pablo Vargas en la defensa, al contrario de lo que se temía en la previa, no fue tan marcada en comparación.

Por el lado del Junior, que tuvo a la mayoría de su nómina a disposición, se vio a un Yimmi Chará manejando los tiempos y a un Didier Moreno corriendo toda la cancha. Los defensas Emmanuel Olivera y Jermein Peña estuvieron sólidos.

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Arturo Reyes necesita repetir la fórmula que usó en el fondo para conservar la ventaja en la vuelta. En Bogotá, lo lógico es que Millonarios asuma la iniciativa, no solo por la localía, sino por la necesidad. La serie está abierta.

Gamero quiere su tercer título con los embajadores, mientras que Reyes sueña con levantar el segundo de su carrera. Se viene una semana larga para ambos a la hora de preparar el duelo definitivo en El Campín.

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Terminó el primer partido oficial de la temporada 2024 del fútbol profesional colombiano. Un Junior estrenando a sus estelares contrataciones recibió a un Millonarios mermado por las ausencias de varios de sus referentes. El juego tuvo pocas opciones claras, sobre todo para la visita, pero contó con un ritmo intenso.

Los barranquilleros fueron de menos a más a lo largo del compromiso. Carlos Bacca no tuvo mucha incidencia en los primeros 45 minutos, pero en la segunda mitad fue un dolor de cabeza para la defensa embajadora, no solo por sus movimientos y diagonales, sino también al pivotear y buscar espacios para sus compañeros.

Al minuto 73 —desde los 12 pasos— Bacca por fin destrabó un encuentro en el que parecía que el quiebre del cero era cuestión de tiempo, no solo porque Junior vivía en campo contrario, sino porque Millonarios sufrió para generar sociedades en la mitad de la cancha.

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En ese orden de ideas, Santiago Mele, el guardameta tiburón, fue un espectador de lujo en la ida de la Superliga BetPlay. Tuvo su primera y única intervención al minuto 94, cuando Santiago Giordana logró por fin que los azules remataran al arco.

Pese a que Mackalister Silva tuvo algunos destellos en la primera mitad, sus pases no prosperaron en los pies de Leonardo Castro ni Beckham Castro, que fueron opacados por los centrales rojiblancos. La generación de juego es uno de los aspectos en los que Alberto Gamero debe trabajar en los próximos días pensando en la vuelta.

La diferencia pudo ser mayor a favor del cuadro barranquillero, pero Álvaro Montero estuvo firme y virtuoso en sus reflejos, especialmente en los primeros minutos del complemento. También mereció un reconocimiento especial Andrés Llinás, que con el balón en movimiento, no permitió que Bacca hiciera más daño.

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Millonarios se acordó de buscar el partido en el desenlace del compromiso, cuando el marcador era adverso. El cuadro de Bogotá arriesgó y acechó el arco rival, aunque sin claridad en el final. Giordana dio buenas sensaciones en su debut, aunque jugó muy poco.

Las ausencias de Daniel Cataño y Daniel Ruiz se sintieron en el último cuarto y ese es otro aspecto que debe resolver el estratega samario de cara al duelo del próximo 24 de enero. La ausencia de Juan Pablo Vargas en la defensa, al contrario de lo que se temía en la previa, no fue tan marcada en comparación.

Por el lado del Junior, que tuvo a la mayoría de su nómina a disposición, se vio a un Yimmi Chará manejando los tiempos y a un Didier Moreno corriendo toda la cancha. Los defensas Emmanuel Olivera y Jermein Peña estuvieron sólidos.

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Arturo Reyes necesita repetir la fórmula que usó en el fondo para conservar la ventaja en la vuelta. En Bogotá, lo lógico es que Millonarios asuma la iniciativa, no solo por la localía, sino por la necesidad. La serie está abierta.

Gamero quiere su tercer título con los embajadores, mientras que Reyes sueña con levantar el segundo de su carrera. Se viene una semana larga para ambos a la hora de preparar el duelo definitivo en El Campín.

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