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Lo bueno y lo malo de la Liga Femenina de Fútbol 2020

Después de cuatro ediciones es evidente el progreso técnico-táctico de jugadoras y equipos. Las estadísticas son cada vez mejores. Falta, sin embargo, mayor respaldo de la empresa privada y apoyo para garantizar un torneo más largo y competitivo. En 2021 habría un campeonato de cinco meses o dos cortos, uno en cada semestre.

15 de diciembre de 2020 - 01:56 a. m.
Independiente Santa Fe conquistó su segundo título de la Liga Femenina. Había sido campeó de la primera edición del torneo, en 2017.
Independiente Santa Fe conquistó su segundo título de la Liga Femenina. Había sido campeó de la primera edición del torneo, en 2017.
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Con el triunfo de Independiente Santa Fe terminó la cuarta edición de la Liga Profesional Femenina de Fútbol colombiana. Es la hora de hacer balances y evaluaciones.

Lo positivo fue que a pesar de la pandemia y los perjuicios económicos que causó, el torneo se pudo realizar con un buen nivel técnico en la mayoría de los 13 planteles y condiciones logísticas y laborales aceptables, aunque todavía no ideales.

El aporte de $1.400 millones del Ministerio del Deporte fue determinante para que se hiciera el campeonato, además de las ayudas de la FIFA y Conmebol. Los clubes también hicieron un esfuerzo importante para conformar las nóminas y brindarles las facilidades para prepararse.

En el aspecto deportivo, la Liga Femenina fue un éxito, porque evidenció el progreso en los aspectos futbolístico y organizativo. Poco a poco se nota la evolución táctica de los entrenadores y entrenadoras, así como la mejor interpretación que las plantillas hacen de sus conceptos. Eso, sumado a la mejor condición técnica de las jugadoras, hace que el espectáculo sea cada vez mejor. Tal vez en el arco fue la posición en la que se notaron deficiencias en la mayoría de los equipos. La talla sigue siendo una limitación.

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Pero las estadísticas fueron positivas. Según el portal especializado Femina Fútbol, en los 58 partidos que se jugaron actuaron 256 futbolistas, 240 colombianas, 12 venezolanas, una estadounidense, una costarricense, una paraguaya y una peruana.

Se registraron 27 victorias de los equipos locales, 20 de los visitantes y 11 empates, con 158 goles. Las tres máximas anotadoras fueron del conjunto cardenal. La venezolana Ysaura Viso, con 13 tantos, y Nelly Córdoba con Fany Gauto, que marcaron cinco veces cada una.

Santa Fe, en 14 duelos, logró 12 triunfos y un empate. Solo cayó una vez. Marcó 40 goles y permitió 10. Sumó 37 puntos de 42 posibles, para un impresionante rendimiento del 88 %. Medellín (70 %) y América (63 %) fueron los otros dos equipos con porcentaje superior a 50. Se mostraron en promedio 4,3 tarjetas por partido. En el torneo solamente se registraron 17 expulsiones.

En la dirección arbitral también hubo una figura, Vanessa Ceballos, del departamento de Magdalena, quien dirigió seis compromisos.

Entre las fallas, probablemente la más grave es la falta de organización de algunos clubes, que conformaron sus planteles muy tarde y aunque cumplieron con los protocolos de bioseguridad no les hicieron contrato a las jugadoras y los cuerpos técnicos.

En el aspecto logístico también hubo algunos inconvenientes, especialmente con escenarios para partidos y entrenamientos, desplazamientos y condiciones laborales. Hay mucha diferencia entre los equipos de punta, que ya tienen una estructura para su rama femenina y los que apenas están comenzando.

Sin embargo, el gran problema sigue siendo la duración del campeonato, de apenas dos meses. Santa Fe, el campeón, disputó 14 partidos y hubo equipos que apenas jugaron seis compromisos.

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“Estamos muy satisfechos con lo que se hizo. Con el fútbol femenino le dimos dos meses de espectáculo y de entretenimiento al país. Comenzamos a reactivar el sector en medio de la crisis. Hacer la Liga fue un reto muy grande. Por supuesto hay muchas cosas por mejorar, las tenemos identificadas y la mayoría tienen que ver con inversión y presupuesto, pero vamos a trabajar para que 2021 sea mucho mejor”, aseguró Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor.

Catalina Usme, capitana del América, asegura que “en plena pandemia haber jugado fue una gran ganancia. Ya llevamos cuatro ligas consecutivas”, mientras que Natalia Gaitán, jugadora de la selección de Colombia y el Sevilla de España, agrega que “ya hay que pensar en lo que será la Liga Femenina 2021, con mayor duración, más difusión, más visibilidad, más preparación para los equipos, más patrocinios, más compromiso por parte de todos los protagonistas que formamos parte de este bonito proyecto”.

En marzo próximo se jugará la Copa Libertadores que se aplazó de 2020. La edición 2021 del torneo continental será en septiembre. La idea de la Dimayor y los clubes afiliados que tienen equipo femenino es hacer un campeonato largo de abril a agosto o dos ligas de tres meses, una en cada semestre. Todo, sin embargo, dependerá de los recursos que se consigan y los patrocinios que lleguen. El fútbol femenino está de moda, pero ahora necesita convertirse en un negocio viable, como lo exige la dinámica del deporte en la actualidad.

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Bueno Bueno(20426)15 de diciembre de 2020 - 12:11 p. m.
Lo mejor es que televisen los partidos por TV gratuita para mayor patrocinio, que cobren entradas a los estadios módicas, que a los abonados les permitan ver el partido masculino y femenino, o que por un sobrecosto en la boleta les permitan entrar a ambos partidos.
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