Los clubes, el combustible que puede potenciar al fútbol femenino

El advenimiento de España como principal potencia actual del fútbol femenino no es casualidad. Al analizar las raíces detrás de su triunfo en el último Mundial Femenino, es claro que el proceso del balompié jugado por mujeres en España tiene varias claves a tener en cuenta en el análisis de lo que las ha llevado a la cima.

El advenimiento de España como principal potencia actual del fútbol femenino no es casualidad. Al analizar las raíces detrás de su triunfo en el último Mundial Femenino, es claro que el proceso del balompié jugado por mujeres en España tiene varias claves a tener en cuenta en el análisis de lo que las ha llevado a la cima.

La principal, cómo no, es la influencia que ha tenido, a lo largo de los años, el fortalecimiento de su liga doméstica, uno de los mejores campeonatos de fútbol femenino en el mundo. No cabe duda que la inversión, el modelo económico que ha potenciado ese crecimiento, es vital. Eso, por un lado. Sin embargo, por el otro, la influencia de equipos como Barcelona, el mejor conjunto del planeta, resulta fundamental.

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De la cantera del Barça, y de su proyecto deportivo, se entiende la filosofía y las futbolistas que llevaron a España a conquistar el Mundial. Un fenómeno que pasa en muchos países, en los que el fútbol ha empezado a democratizarse y las ligas empiezan a proliferar.

Colombia, en el camino de la profesionalización

Es el caso de Colombia, por supuesto. Aunque en Colombia, durante años, el fútbol femenino amateur fue la gran base de la estructura del balompié jugado por mujeres en todo el país, la profesionalización del deporte poco a poco ha empezado a mostrar réditos que han llevado a la selección nacional, en diversas categorías, a medirse con las mejores del planeta.

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Jugadoras como Linda Caicedo, hoy en día considerada por la FIFA como la segunda mejor del mundo, o Ana María Guzmán, por poner otro ejemplo, son futbolistas surgidas de la era profesional en Colombia.

Es clave analizar, ahora que empieza una nueva temporada de la Liga Femenina, la importancia que tienen los clubes en la formación de nuevos talentos, una posibilidad que solo brinda una estructura sólida, sana y que permita potenciar las nuevas jugadoras que surjan.

En Colombia, realmente, tres equipos han desarrollado un proceso verdaderamente sólido a todas las escalas: América, Santa Fe y, en menor medida, Deportivo Cali. Los tres equipos, que se pueden considerar los más grandes del fútbol femenino, son los que realmente le han apostado a sus proyectos de cantera y darles condiciones dignas de profesionalización a las futbolistas en Colombia.

No es casualidad que, hoy en día, varias de las futbolistas que nutren la selección colombiana de mayores hayan salido o pasado por esos procesos. Jugadoras como Leicy Santos, Catalina Usme, Daniela Arias, Diana Ospina, Elexa Bahr, María Camila Reyes o Natalia Giraldo.

Cada vez que empieza la Liga Femenina es una nueva oportunidad para entender la importancia que tiene la consolidación del torneo local. En muchos aspectos se ha avanzado. Puede decirse que la liga de hoy es mejor que la de ayer. No obstante, en el camino falta y mucho. Cada paso es un metro ganado y la lucha de las mujeres continúa.

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