María Camila Reyes, la “crack” de Equidad

Con 14 años, es una de las más jóvenes de la Liga Femenina Profesional de Fútbol. Nos cuenta su historia.

Nicolás Fernández Sánchez
19 de febrero de 2017 - 03:10 a. m.
María Camila Reyes, la “crack” de Equidad
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Con apenas 14 años, María Camila Reyes espera hacer historia con Equidad y convertirse en la futbolista más joven en disputar la Liga Femenina de Fútbol. Aunque asegura que tiene una corta experiencia, ha logrado varios triunfos en su palmarés, entre ellos los obtenidos con La Aurora de Bogotá, equipo donde jugaba y que hace parte de la escuela Kapital Soccer. Al trofeo del torneo Pony Fútbol femenino en 2016 con este cuadro se suma el que consiguió por ser la goleadora y mejor jugadora del certamen.

“Ese ha sido uno de los mejores momentos de mi vida. Sin embargo, me quedó un sinsabor este año, ya que queríamos repetir título y lo estábamos logrando, pero por un asunto de papeleo nos descalificaron y no pudimos jugar más”, le cuenta la jugadora a El Espectador.

Comenzó en el fútbol por casualidad. Aunque siempre sintió pasión por este deporte, le daba miedo el fracaso, sobre todo luego de lo sucedido con sus primos. Ellos querían ser futbolistas y desde muy pequeños comenzaron a entrenar en escuelas de formación, así como María Camila, hasta que llegaron a conformar las divisiones menores de Millonarios y Santa Fe. Pero por cuestiones económicas les tocó retirarse y dejarlo como hobby.

Sin embargo, sus padres, Elberto y Esperanza, y su hermana, Laura, siempre la alentaron para que no desistiera. “Ella era muy buena y tenía mucho talento. Recuerdo que desde los seis años se la pasaba pateando balones. En ese momento le repetí que estaba hecha para grandes cosas. Al principio le tocaba jugar sólo con niños, pero ella no se dejaba intimidar y siempre, con cada jugaba que realizaba, demostraba confianza”, recuerda Laura.

Poco a poco fue aumentando su pasión por el deporte y su padre, convencido de su talento, decidió inscribirla en una escuela de formación para fútbol femenino. Comenzó su carrera en La Aurora de Bogotá. “A los nueve años llegó María Camila aquí. Vi en ella mucho potencial. Es una jugadora integral, que tiene sus objetivos claros dentro y fuera de la cancha. Además es inteligente y rápida, una completa 10. Desde entonces estaba segura de que iba a lograr grandes cosas”, comenta Claudia Díaz, entrenadora de Kapital Soccer.

Con este club logró disputar el Pony Fútbol en la edición de 2015, en la cual quedaron subcampeonas; la de 2016, en donde consiguieron el campeonato; el Torneo Federativo del año pasado y un par de torneos locales. En ese certamen consiguió llevarse el título de goleadora y mejor jugadora.

El sueño de María Camila se estaba cumpliendo. Pero se empezó a presentar una crisis económica en su casa y ella pensó por un instante que hasta ahí había llegado su carrera como futbolista. Sin embargo, sus padres hicieron lo imposible para seguir ayudándola económicamente con sus entrenamientos. Como desde el principio, trataron de apoyarla siempre.

Sus éxitos han dependido de sacrificios. Un cambio de colegio de presencial a virtual y la reducción del tiempo que comparte con su familia son algunos de ellos. “Creo que eso es lo que más me ha costado: dejar de ser niña tan pronto. Extraño el ambiente de colegio que tenía con mis anteriores compañeros. Es difícil pasar de jugar con niños de tu edad a jugar con mujeres que hablan de otras cosas”, señala Reyes.

Con la aparición de la Liga Femenina, para ella y muchas niñas de Colombia se abrió la opción de jugar profesionalmente. Un acuerdo entre la escuela en donde estaba, Kapital Soccer, y La Equidad le permitió darse a conocer en el país. Ella y tres compañeras fueron seleccionadas por el club asegurador para competir en la primera edición de este certamen.

“El pasado jueves nos comunicaron quiénes se quedaban definitivamente en la Liga. Yo estaba segura de mi talento. Además, en el cuadrangular amistoso que jugamos en Cartagena fui titular en dos de los tres partidos; en el último entré en el minuto 35 del primer tiempo. Pero los nervios y la ansiedad aparecen y lo ponen a uno a dudar”, revela la volante.

Al conocer la noticia, su familia no paraba de gritar y llorar. Inmediatamente recordaron las palabras de Claudia, quien ha sido vital en el proceso de María Camila, cuando aseguraba que si seguía con su disciplina podría llegar a ser una de las mejores 10 de Colombia. “Alguna vez escuché que por cada jugador que llega a un equipo profesional, hay 20 que se quedan. Y sí, es cierto. Dejé algunas amigas en el camino que también tenían talento”, asegura la jugadora de La Equidad.

Ahora trata de distribuir su tiempo entre sus dos pasiones: jugar y estudiar. Todos los días se levanta a las 4:00 a.m. para salir de su casa en Fontibón (suroccidente de Bogotá) y poder llegar a sus entrenamientos en la sede de La Equidad, ubicada en la calle 193, justo al otro extremo de la ciudad. Después se pone al día con sus asuntos escolares. Ya está cerca de terminar el colegio, cursa noveno, y espera ir a la universidad para estudiar ingeniería industrial. Asegura que La Equidad le da la oportunidad de hacer ambas cosas.

Espera algún día conseguir el éxito que tienen Alex Morgan o Marta, sus jugadoras referentes, y poder jugar en el Bayern Múnich. Pero, por el momento, lo único que la desvela es hacer parte del 11 inicial para el debut, hoy a las 12:45, contra Santa Fe, en el estadio El Campín. Con su talento y personalidad ha logrado que el técnico, Álvaro Duarte, la tenga presente.

“Estoy seguro de que con el tiempo se puede convertir en la mejor 10 de Colombia. Depende de cómo se guíe, pero tiene el perfil para convertirse en una de las mejores futbolistas”, señala el estratega del club bogotano.

Por Nicolás Fernández Sánchez

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