Mayer Candelo dirigió al Cortuluá en la temporada 2019.
Foto: Cortuluá
A primera vista podría dar la impresión de que era un jugador similar a los demás, incluso a veces se podía dudar de su técnica por su forma de caminar, que parecía casi que cojeaba y se inclinaba hacia un lado. No era de correr y “pechear”. Sí era diferente. Solo se trataba de que el balón quedara en sus pies para notar su inteligencia. Más que ágil con los pies, lo era con la cabeza, y eso se ha subestimado en un fútbol que parece apelar a la condición atlética y no al factor mental. Ese era Mayer Candelo, un 10 que ahora llevará la magia...
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación