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Azul hasta la médula. Andrés Llinás es el sueño del hincha de Millonarios. Por Camilo Llinás, su papá, se hizo un seguidor más del conjunto embajador desde la infancia, y con el apoyo de él y su familia, le apostó a hacer una carrera en el fútbol, y a hacerla en el equipo de sus amores, ese mismo con el que logró salir campeón del fútbol colombiano este sábado frente a Nacional.
Desde 2006 hizo parte de las divisiones menores de Millonarios y en 2015 debutó como profesional en un partido de Copa Colombia. Desde entonces, Llinás se fue abriendo camino y poco a poco se fue posicionando como líder de la defensa del cuadro azul.
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Con Alberto Gamero adquirió experiencia y relevancia. Desde hace más de un año es el titular indiscutible junto con Juan Pablo Vargas en la defensa, que ha sido también un mentor para que el bogotano de 25 años se proyecte como uno de los centrales más sólidos del fútbol colombiano.
Hace unos años, en entrevista para El Espectador, contó su historia con Millonarios. “Desde muy pequeño mi papá empezó a llevarme al estadio. Él fue el que me inculcó ese amor. Los fines de semana si no estábamos viendo el partido por televisión estábamos en el estadio, y ya cuando fui más grande con un grupo de amigos nos empezamos a abonar. La primera persona que puso esa piedra para ser hincha de Millonarios fue él, y se lo agradezco mucho porque el sueño que estoy viviendo de jugar con esta camiseta es mucho más lindo cuando uno siente este tipo de cosas por el equipo”
No es un sueño .⭐️ 16. pic.twitter.com/WYbgKs5oOT
— Andres Llinas (@allinas97) June 25, 2023
El sentido de pertenencia lo ha tenido desde niño. Y quizá la imagen que mejor lo describe es la que dejó tras la celebración del tanto del empate frente a Nacional en la final, que obligó a ambos equipos a disputar el título de Liga desde los 12 pasos, tanda en la que Álvaro Montero fue figura y en la que Larry Vásquez selló la estrella 16 para Millonarios. “¡Vamoooos, vamooooos!” gritaba con rabia, mientras agarraba con fuerza el escudo de su camiseta.
Hace un año fue uno de los más criticados por los altibajos que tuvo. Sin embargo, Llinás no ha perdido nunca su confianza ni la de sus compañeros. Así como muchos de sus compañeros, Andrés llegó al primer equipo como parte de la apuesta del proyecto de Millonarios por incentivar e impulsar la cantera embajadora. Y con disciplina, convicción y amor por su equipo, se ha posicionado como líder. Y así lo demostró en esta campaña, pues no solo fue la seguridad en defensa, sino los goles que anotó y que fueron determinantes.
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Anotó el gol que abrió el marcador en la victoria de Millonarios frente a Medellín, que selló el paso a la final, y en el juego de vuelta, en medio de la presión y el afán, marcó el tanto del empate frente a Nacional. El sueño del hincha. Un gol en una final frente a un rival histórico y un título de Liga -el segundo con Millonarios, pues fue campeón de Copa Colombia el año pasado- aseguran su nombre en las páginas del equipo del que hace parte desde su niñez.
Y un valor agregado es el de hacer parte de los jugadores bogotanos que han hecho historia con el club. Llinás, que incluso ya tiene una barra con su nombre, será un apellido que se va a pronunciar junto con los de Jhon Mario Ramírez, Andrés Chitiva, Pedro Franco, Rafael Robayo o David Mackalister Silva.
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Este 2023 lo vimos como jugador, pero es imposible no recordar cuando un mono, que era recogebolas en 2012, saltó a los brazos de Luis Delgado cuando atajó el penalti que le dio la estrella 14 a Millonarios frente a Medellín. “Ese momento me marcó mucho porque en esa época yo era simplemente un hincha de Millonarios. Yo jugaba en las divisiones menores, pero lo hacía más por hobby. Era un hincha del equipo, era abonado. En esa temporada yo estaba de recogebolas y me tocó ir al partido de la final. Lo que se vivió ese día fue único. Nunca había esperado tanto un partido en mi vida, me sentía importante para que Millonarios ganara el título porque sabía que tocaba estar atento, a veces los recogebolas juegan un rol importante y uno no se da cuenta. Entonces cuando lo fui recuerdo que estaba siempre concentrado. Vivir ese momento de Millonarios campeón con el estadio tan lleno, la alegría de la gente desde adentro, mirar para todos lados y ver, como decía Mayer Candelo, ese ‘mar azul’ fue algo muy loco y que me marcó realmente”.
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