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La mediación de varios jugadores del plantel y el temporal compromiso de los dirigentes con el proceso deportivo, impidieron la salida del uruguayo Rubén Israel de la dirección técnica de Millonarios. Sin embargo, como siempre sucede, esa solución parcial a la crisis del equipo está sujeta a la consecución de resultados y, parafraseando el mundo ciclístico, el calendario de los azules se anuncia con duros premios de montaña a la vista.
Este miércoles, en partido adelantado, Millonarios tendrá su primer reto contra el Atlético Bucaramanga que marcha tercero en el torneo con 13 puntos, cinco más que el equipo bogotano. El fin de semana será con Fortaleza, primer candidato al descenso que marcha en la décimo sexta posición con siete puntos, un menos que el onceno de Rubén Israel. Los dos partidos son en Bogotá y, para la afición, ceder los seis puntos sería fracaso.
En los círculos del club se dice que el compromiso de los directivos con la dirección técnica, en espera de resultados, es de cuatro fechas. Un rumor no oficial que guarda cierta lógica. Si no se obtienen los próximos seis puntos en la capital la paciencia de los hinchas va a estallar. Sobre todo porque después de los juegos ante Bucaramanga y Fortaleza vienen dos fechas críticas de enfrentamientos con los rivales históricos.
El 21 de agosto, Millonarios tendrá que visitar al Atlético Nacional en el Atanasio Girardot de Medellín, y el 28 enfrentará en Bogotá a su antagonista de patio, Independiente Santa Fe. Mayor desafío no puede tener el equipo azul. Si se quiere cambiar el rumbo después de dos juegos en el papel menos complicados, los partidos ante Nacional y Santa Fe son la medida adecuada. Pero perderlos sería demasiado para su sufrida hinchada.
En consecuencia, como sucedió al técnico español Juan Manuel Lillo en 2014 y al estratega argentino Ricardo Lunari en 2015, de nuevo agosto será el mes de prueba en ascenso del uruguayo Rubén Israel. Concluidos los juegos de este mes y con ellos la décima fecha, el torneo llegará a la mitad, y aunque queden diez fechas más, en Millonarios ya no habrá más plazos. Algo así como atravesar un campo minado.
Por eso, aunque por el momento las aguas parecen en reposo, la tensión empieza este miércoles 10 de agosto en el juego adelantado contra Bucaramanga. Es ahí donde el compromiso de los jugadores que mediaron ante los directivos para defender al técnico Israel, o los que no estuvieron pero quieren que el proceso continúe, tienen la opción de probar que la mala hora que le hizo vivir el Tolima es asunto superado.