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Las finales para Millonarios, en los últimos años, suelen ser su talón de Aquiles. Cuando el viento va a su favor, parece dominar la liga y llega a la cima del campeonato, cabalgando el todos contra todos y quedando de primero de la clasificación, los cuadrangulares suelen ser crueles con el embajador, que, a pesar de ser el equipo más dominante de los últimos años, solo llegó una vez a la final contra Tolima, en 2021, y la perdió en El Campín.
Este año el equipo de Alberto Gamero no quedó primero en la tabla, el honor fue para Águilas Doradas, aunque sí lideró gran parte del campeonato. Sin duda, fue el mejor. Por juego, regularidad y resultados, teniendo en cuenta además la doble competencia, pues está jugando la Copa Sudamericana.
Sin embargo, como una premonición de las malas, como el mal agüero que llega siempre en el momento inoportuno, tan pronto quedaron listos los grupos de los cuadrangulares, una vez se hizo el sorteo, las malas noticias le cayeron al cuadro capitalino. Ya sabía, por ejemplo, que no contaría con Óscar Cortés, quien partió a Argentina para jugar con Colombia el Mundial sub-20. No obstante, bastó que el inicio de los cuadrangulares estuviera a la vuelta de la esquina para que se lesionara casi todo el medio campo titular.
Daniel Cataño, Larry Vásquez y Juan Carlos Pereira fueron anunciados como bajas con pronóstico de regreso incierto para los dos últimos.
Destino cruel que volvió a ligar la relación del embajador con las finales de manera ingrata. Pero, a pesar de la adversidad, el equipo de Gamero respondió a las vicisitudes y en el primer partido con Medellín, en el Atanasio Girardot, sacó un valioso empate 2-2 en la primera fecha de su grupo, en el que América de Cali y Boyacá Chicó debutaron ayer.
Un resultado muy bueno para el cuadro azul, que estuvo dos veces por arriba en el marcador, pero no pudo cerrar el partido, que se resolvió por detalles. La mayoría de los goles llegaron de jugadas a balón parado, como los dos goles de Medellín, el segundo un tiro libre de ensueño de Edwuin Cetré, que terminó escogido como el mejor jugador del encuentro.
Tal vez, el hecho de que Millonarios fuera ganando dos veces el partido (primero 1-0 y luego 2-1) puede hacer parecer que el 2-2 definitivo es un mal resultado. Sin embargo, en esta clase de instancias sumar por fuera de casa es positivo. Eso sí, siempre y cuando lleguen los tres puntos el próximo sábado contra Boyacá Chicó, en Bogotá.
De todas maneras, la fiesta de las finales hasta ahora empieza. Y Millonarios también piensa en la Sudamericana, mañana juega con Peñarol, desde las 9:00 p.m. en El Campín. Habrá que ver el desarrollo de las primeras jornadas en los cuadrangulares para sacar conclusiones. Para definir si las rondas que valen vuelven a castigar la regularidad albiazul y para empezar a sacar cuentas de los dos equipos que llegarán a la final para definir la primera estrella de 2023.
Amargo empate verdolaga
El cuadranguar A comenzó con un dramático empate entre Deportivo Pasto y Atlético Nacional, en la capital de Nariño. El cuadro verdolaga, que fue menos que su rival, estuvo a punto de llevarse para su casa los tres puntos gracias a un gol de Felipe Aguirre, de golpe de cabeza.
Pero ya sobre la hora, Darwin López igualó el marcador, que finalmente se ajustó más a los méritos de cada equipo y a lo que pasó en el compromiso.
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