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“Somos capaces, somos capaces, ya dimos el paso. Faltan 180 minutos, pero ahora disfruten, ahora disfruten”, gritaba con el alma David Macallister Silva en el camerino de Millonarios poco antes que se comenzaran a cantar juntos el “este es famoso Millos, el glorioso embajador...”.
Acababan de ganarle 2-0 al Júnior de Barranquilla, con un doblete del goleador Fernando Uribe, y darle la vuelta a la serie semifinal de la Liga BetPlay, pues el jueves habían caído 3-2 en la ida, en el estadio Metropolitano.
Ahora, los albiazules buscarán su decimasexta estrella ante el ganador de la llave entre Deportes Tolima y Equidad, que se define hoy, desde las 7:00 p.m., en el estadio de Techo, en Bogotá.
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Y aunque futbolísticamente a este Millos que dirige Alberto Gamero le hacen falta muchas cosas, lo que le sobra es temperamento, entrega y espíritu de lucha. A eso apeló para jugar con un hombre menos durante setenta minutos, ante la exagerada expulsión del defensa Breiner Paz, por una falta sobre Carmelo Valencia que era apenas para amonestación.
Por fortuna para los azules, cuando se presentó ese incidente, en el que el árbitro Jorge Tabares fue mal asesorado por el VAR, ya iba ganando gracias a dos goles tempraneros de Uribe, primero desde el punto penalti, tras una mano de Willer Ditta, y luego al rematar de primera un centro preciso de Ómar Bertel.
Desde la expulsión, Millonarios se dedicó a aguantar el partido lo más lejos posible de su arco, aunque terminó casi metido debajo de los palos.
En Júnior, que había quedado eliminado también de la Copa Libertadores, pesaron las ausencias de sus dos artilleros: Teófilo Gutiérrez y Miguel Ángel Borja, quien está con la selección en la Copa América.
El equipo de Luis Amaranto Perea tuvo el control de la pelota, pero no generó muchas opciones claras de gol. Y cuando lo hizo, se encontró en tres o cuatro oportunidades con el arquero Cristian Vargas en una tarde sensacional.
Millonarios apeló a lo que lo ha llevado al primer lugar de la reclasificación: orden táctico, despliegue físico y efectividad arriba, pues aprovecha buena parte de las pocas oportunidades de gol que genera.
Así ha sumado cuarenta puntos, producto de doce victorias y cuatro empates. En el semestre perdió seis partidos, marcó 31 goles y recibió 22.
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Pero ante Júnior también acusó la ausencia del central costarricense Juan Pablo Vargas, quien está con su selección, y ayer la de la figura de su zaga, el bogotano Andrés Llinás, quien dio positivo por COVID-19.
A diferencia de Júnior, que tiene una nómina más amplia y la movió con el fin de buscar variantes, los cambios que hizo Gamero fueron para mantener, aguantar y darle un poquito de aire al equipo.
Y finalmente la estrategia le dio resultado. Atrás quedaron los errores defensivos en los tres goles en Barranquilla, también la expulsión o un par de atajadas de Sebastián Viera, en los pocos contragolpes embajadores, que pudieron liquidar la serie antes de tiempo.
Millonarios clasificó con justicia, porque supo sufrir cuando tocó y utilizó adecuadamente sus armas cada vez que el rival se lo permitió. En los cuartos de final había eliminado al América, reciente bicampeón, lo que habla bien del carácter del “kínder” de Gamero para encarar estos partidos.
Eso sí, en la llave ante Júnior fueron claves los veteranos. Fernando Uribe y Cristian Arango con sus goles, Macallister Silva con el liderazgo en la mitad, Vargas con sus atajadas y hasta Elvis Perlaza a la hora de bajarle ritmo al juego y protestar.
A su lado, Stiven Vega, Ómar Bertel y Andrés Murillo fueron unas fieras atrás, mientras que Juan Camilo García se multiplicó en la mitad. Algo aportaron en los minutos que jugaron Emerson Rivaldo Rodríguez, Daniel Ruiz, Jader Valencia y Ricardo Márquez.
“Esto no ha terminado. Vamos bien, pero este proyecto no ha terminado. Tenemos tres o cuatro jugadores de experiencia y el resto salió del fútbol base, que era la apuesta de los directivos. Hubo momentos complicados, pero nos respaldaron y eso nos dio fuerza”, explicó emocionado el técnico Gamero al final del juego.
“Jugamos como grandes, con mucha valentía. Estamos felices por lo que hemos logrado, pero queremos es ser campeones y vamos a dejarlo todo en la cancha para conseguirlo”, agregó el estratega samario, que cumple su segunda temporada en el club embajador y buscará su tercera corona en la Liga, pues ya celebró con Chicó en 2008 y Tolima, en 2018.