Millonarios derrotó a Deportes Quindío en el partido de los autogoles
El equipo embajador empezó abajo en el marcador, pero sumó tres puntos importantes antes de viajar a la Florida Cup.
No fue el partido de los goles, sino de los autogoles, de acciones fortuitas, de hombres metiendo la pelota en su propio arco. A Millonarios, por fortuna, sólo le pasó una vez, y pudo generar los errores del rival para derrotar este miércoles a Deportes Quindío por 2-1 en lo que fue la apertura de la segunda fecha de la liga colombiana.
La primera anotación del juego fue para el visitante en el minuto 14. Un centro al área, un cabezazo y el balón dentro del arco defendido por Christian Vargas.
Ya la repetición mostró que no fue el delantero de Quindío, sino el mismo David Silva, que en su afán de anticipar al oponente marcó en propia puerta.
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El equipo de Armenia aguantó toda la primera parte a un Millonarios laborioso, que fue de a poco, que inquietó, pero al que le faltó concretar en el último cuarto de la cancha o que se estrelló con el portero Luis Estacio, que tuvo un par de intervenciones importantes, una de ellas a mano cambiada frente a Fernando Uribe
En el segundo tiempo, de tanto ir y de tanto presionar, los dirigidos por Alberto Gamero encontraron la igualdad gracias al autogol de Jesús Figueroa, central del club cuyabro, al que le pegó el balón sin querer antes de que se metiera en la portería sur del estadio El Campín.
Pero el show de autogoles no terminó ahí. Yeison Carabalí tampoco contó con suerte, la metió en propia puerta, y en cuestión de minutos, Millonarios pasó al frente en el marcador. Una jugada curiosa, de rebotes y más rebotes y de atropellar el balón sin querer.
Que los autogoles no opaquen que el conjunto bogotano fue superior, que remató 18 veces a puerta (10 de estas de manera directa) y que controló el juego y lo fue llevando a su ritmo.
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El equipo embajador sumó tres puntos más, llegó a seis luego del debut exitoso contra Pasto y este jueves viajará en la madrugada a Estados Unidos para participar en la Florida Cup (se mide el domingo con Everton).
Del otro lado, mala suerte para un Quindío que volvió a jugar en Bogotá contra Millonarios, en la primera división, luego de siete años y nueve meses y que por cosas del fútbol mismo ni siquiera pudo llevarse un empate.
No fue el partido de los goles, sino de los autogoles, de acciones fortuitas, de hombres metiendo la pelota en su propio arco. A Millonarios, por fortuna, sólo le pasó una vez, y pudo generar los errores del rival para derrotar este miércoles a Deportes Quindío por 2-1 en lo que fue la apertura de la segunda fecha de la liga colombiana.
La primera anotación del juego fue para el visitante en el minuto 14. Un centro al área, un cabezazo y el balón dentro del arco defendido por Christian Vargas.
Ya la repetición mostró que no fue el delantero de Quindío, sino el mismo David Silva, que en su afán de anticipar al oponente marcó en propia puerta.
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Pero el show de autogoles no terminó ahí. Yeison Carabalí tampoco contó con suerte, la metió en propia puerta, y en cuestión de minutos, Millonarios pasó al frente en el marcador. Una jugada curiosa, de rebotes y más rebotes y de atropellar el balón sin querer.
Que los autogoles no opaquen que el conjunto bogotano fue superior, que remató 18 veces a puerta (10 de estas de manera directa) y que controló el juego y lo fue llevando a su ritmo.
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