Millonarios no pudo con Deportes Tolima en El Campín
El equipo embajador igualó sin goles con el club pijao y sigue cediendo puntos en sus aspiraciones para clasificar a las finales.
Este sábado, en El Campín, Deportes Tolima fue ese tipo de equipos que enreda, que con orden hace que el rival -en este caso Millonarios- se confunda y no sepa qué hacer. Sólido en defensa, organizado en el mediocampo y de cuando en cuando con una que otra chispa adelante, el club de Ibagué le sacó un empate a un conjunto que de a poco se complica en sus aspiraciones de clasificar a las finales de la liga.
Esta vez, a diferencia de encuentros anteriores, Millonarios no supo cómo vencer la resistencia de Tolima. Y en cada oportunidad que un jugador azul tomó la pelota, aparecieron dos y hasta tres con camiseta vinotinto para cortar, incomodar, no dejar pensar.
Y así se pasó la primera parte, con el conjunto bogotano siendo superior en los números (más posesión, más llegadas, más remates), pero sin poder concretar. Y Gamero, que dejó de estar calmo y le pidió a sus futbolistas que fueran para adelante, mandó a la cancha a David Silva y a Fernando Uribe para darle más claridad e ideas a su equipo.
Lea aquí: Nacional es el primer clasificado a las finales de la liga
Pero en realidad, tanto el uno como el otro, se notaron faltos de ritmo. Y más allá de un par de disparos que no incomodó a Álvaro Montero, Millonarios no hizo más, o más bien, no pudo hacer más. No tuvo la descarga para darle vuelta a la situación.
El planteamiento de Hernán Torres fue muy inteligente: desconectar el circuito ofensivo, agrandar la distancia entre los hombres de camiseta azul y no dejarlos asociarse. Tolima y la mente como principal fuente de energía, Tolima y la superioridad física (ganó casi todos los duelos hombre contra hombre), Tolima y complicar al otro siendo lo más sencillo posible.
No hubo victoria para el local en El Campín y ahora aparece, con más fuerza, el recuerdo de torneos pasados, las eliminaciones recientes y la dura realidad de que Millonarios no clasifica a unas finales desde el primer semestre de 2019.
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A Alberto Gamero y sus dirigidos les quedan dos partidos para soñar con ganarse un cupo dentro de los ocho, primero con Santa Fe en el clásico capitalino y después en casa frente a Deportivo Cali, que viene de golear a Equidad.
Si bien todavía depende de sí mismo, el umbral de quedar fuera está cada vez más cerca. Y la presión aumenta sin control.
Este sábado, en El Campín, Deportes Tolima fue ese tipo de equipos que enreda, que con orden hace que el rival -en este caso Millonarios- se confunda y no sepa qué hacer. Sólido en defensa, organizado en el mediocampo y de cuando en cuando con una que otra chispa adelante, el club de Ibagué le sacó un empate a un conjunto que de a poco se complica en sus aspiraciones de clasificar a las finales de la liga.
Esta vez, a diferencia de encuentros anteriores, Millonarios no supo cómo vencer la resistencia de Tolima. Y en cada oportunidad que un jugador azul tomó la pelota, aparecieron dos y hasta tres con camiseta vinotinto para cortar, incomodar, no dejar pensar.
Y así se pasó la primera parte, con el conjunto bogotano siendo superior en los números (más posesión, más llegadas, más remates), pero sin poder concretar. Y Gamero, que dejó de estar calmo y le pidió a sus futbolistas que fueran para adelante, mandó a la cancha a David Silva y a Fernando Uribe para darle más claridad e ideas a su equipo.
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Pero en realidad, tanto el uno como el otro, se notaron faltos de ritmo. Y más allá de un par de disparos que no incomodó a Álvaro Montero, Millonarios no hizo más, o más bien, no pudo hacer más. No tuvo la descarga para darle vuelta a la situación.
El planteamiento de Hernán Torres fue muy inteligente: desconectar el circuito ofensivo, agrandar la distancia entre los hombres de camiseta azul y no dejarlos asociarse. Tolima y la mente como principal fuente de energía, Tolima y la superioridad física (ganó casi todos los duelos hombre contra hombre), Tolima y complicar al otro siendo lo más sencillo posible.
No hubo victoria para el local en El Campín y ahora aparece, con más fuerza, el recuerdo de torneos pasados, las eliminaciones recientes y la dura realidad de que Millonarios no clasifica a unas finales desde el primer semestre de 2019.
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Si bien todavía depende de sí mismo, el umbral de quedar fuera está cada vez más cerca. Y la presión aumenta sin control.