Millonarios y la película repetida de una defensa fallida
Con la salida de Matías de Los Santos y la incertidumbre sobre Felipe Román, el equipo albiazul vuelve a las dudas de 2020 en su retaguardia. El reto para Gamero vuelve a ser el cerrojo, que ya fue su talón de Aquiles.
Cuando Alberto Gamero asumió la dirección técnica de Millonarios su dilema fue la defensa. La súbita lesión de Luciano Ospina que iba a ser el central titular, precipitó que lo fuera Breiner Paz, un joven de 24 años con paso por selecciones juveniles que había regresado al equipo tras un tiempo en el club Valledupar. Terminó de central junto al costarricense Juan Pablo Vargas. En las primeras fechas, tratando de acompasarse, fueron varios goles en contra que costaron puntos.
(Estos son los resultados de Andrés Felipe Román sobre su estado de salud)
Por las bandas, Gamero se la jugó inicialmente por el lateral de 32 años, Elvis Perlaza, por derecha, y Omar Bertel por izquierda, porque este último le terminó ganando el puesto a Felipe Banguero, quien después del primer juego con derrota como local con Pasto, salió hasta de las convocatorias. En los tiempos de Perlaza, Paz, Vargas y Bertel, el equipo mostró inseguridad defensiva permanente. El que terminó salvando algunas tardes o noches fue el meta venezolano Wuilker Faríñez.
Entonces llegó la pandemia del COVID-19, el torneo fue suspendido, y cuando regresó la competencia Gamero había estabilizado su defensa. Cedió a la realidad de la titularidad de Felipe Román por derecha y, después de ensayar con el paraguayo Diego Godoy como sustituto de Bertel y Banguero, terminó trasladando a Elvis Perlaza a la izquierda. En cuanto a la zona central, con el retorno de Matías de Los Santos y Juan Pablo Vargas, la controló. En las ausencias hubo minutos para el juvenil Andrés Llinás, de buen desempeño.
El problema es que ya no estaba Fariñez, y los que llegaron a reemplazarlo no lograron afianzarse. Cristian Vargas, primer llamado a sustituirlo, no se sostuvo en el primer equipo y le terminó dando chance a Cristian Bonilla, quien, con su desafortunada intervención en la agonía del clásico con Santa Fe que dio el empate a los cardenales, perdió la credibilidad de la afición y decidió marcharse. El DT Gamero debió apelar al arquero de 21 años Juan Moreno, hoy dueño de la portería azul.
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Entre tantos ajustes, aunque el equipo cerró con buena racha el torneo 2020, no le alcanzó para clasificar a las finales y quedó en deuda con la afición, aunque quedó la sensación de que Gamero acertó al poner a los juveniles a responder por el equipo. Juan Moreno, Felipe Román, Andrés Llinás, Emerson Rodríguez, entre otras realidades, que crearon una buena expectativa. La afición quedó con las manos limpias y a la espera de que el plantel se ajustara para la temporada 2021.
Todo empezó por buen camino. Junto a los jóvenes que se volvieron titulares, algunos lesionados de vuelta y el refuerzo de dos taquilleros, el internacional de 35 años, Freddy Guarín y el goleador de 33, Fernando Uribe, empezó la temporada. También se sumó el volante Harrison Mojica. La campaña inició con una sumatoria de triunfos y un empate, pero antes de lo pensado volvieron las malas noticias y Alberto Gamero debía enfrentarse a su talón de Aquiles de 2020: la defensa.
La transferencia de Matías de Los Santos al Vélez de Argentina y el tema Felipe Román y su fallida salida a Boca, dejaron a Gamero de vuelta al pasado. Elvis Perlaza por la franja derecha, Ómar Bertel o Felipe Banguero o viceversa, por la izquierda. Está previsto que el costarricense Juan Pablo Vargas sea convocado a la selección de su país y deba ausentarse, pero el equipo no contaba con que se iba a hacer echar por ofender a un juez, y mientras paga su sanción, Millonarios también lo sufre.
El recién ascendido y de buenas señales, Andrés Llinás, entró a la zona central junto a Breiner Paz. Algunos momentos de las dos últimas fechas del 2021 han sido dramáticos. La impotencia de Paz para contener a Cetré en la derrota con Junior 2 a 0 en Barranquilla, o sus gestos de desazón en el 2 a 0 en contra en Bogotá frente a Jaguares de Córdoba, lo reflejan todo. El fútbol es cambiante y en esos apremios es donde se prueban los futbolistas y también los técnicos.
Un nuevo jugador se anuncia: el central Andrés Murillo. Estuvo en Equidad, fue a Santos Laguna, ahora es azul, y como está el lío de la defensa en Millonarios, quien más lo aguarda es Gamero. En contraste con su campaña de 2020, el equipo tiene ahorro en puntos y muestra que de mitad hacia arriba tiene con qué. Pero que el rival llegue dos veces y sean dos goles suena a la película ya vista de una defensa que no funcionó.
Cuando Alberto Gamero asumió la dirección técnica de Millonarios su dilema fue la defensa. La súbita lesión de Luciano Ospina que iba a ser el central titular, precipitó que lo fuera Breiner Paz, un joven de 24 años con paso por selecciones juveniles que había regresado al equipo tras un tiempo en el club Valledupar. Terminó de central junto al costarricense Juan Pablo Vargas. En las primeras fechas, tratando de acompasarse, fueron varios goles en contra que costaron puntos.
(Estos son los resultados de Andrés Felipe Román sobre su estado de salud)
Por las bandas, Gamero se la jugó inicialmente por el lateral de 32 años, Elvis Perlaza, por derecha, y Omar Bertel por izquierda, porque este último le terminó ganando el puesto a Felipe Banguero, quien después del primer juego con derrota como local con Pasto, salió hasta de las convocatorias. En los tiempos de Perlaza, Paz, Vargas y Bertel, el equipo mostró inseguridad defensiva permanente. El que terminó salvando algunas tardes o noches fue el meta venezolano Wuilker Faríñez.
Entonces llegó la pandemia del COVID-19, el torneo fue suspendido, y cuando regresó la competencia Gamero había estabilizado su defensa. Cedió a la realidad de la titularidad de Felipe Román por derecha y, después de ensayar con el paraguayo Diego Godoy como sustituto de Bertel y Banguero, terminó trasladando a Elvis Perlaza a la izquierda. En cuanto a la zona central, con el retorno de Matías de Los Santos y Juan Pablo Vargas, la controló. En las ausencias hubo minutos para el juvenil Andrés Llinás, de buen desempeño.
El problema es que ya no estaba Fariñez, y los que llegaron a reemplazarlo no lograron afianzarse. Cristian Vargas, primer llamado a sustituirlo, no se sostuvo en el primer equipo y le terminó dando chance a Cristian Bonilla, quien, con su desafortunada intervención en la agonía del clásico con Santa Fe que dio el empate a los cardenales, perdió la credibilidad de la afición y decidió marcharse. El DT Gamero debió apelar al arquero de 21 años Juan Moreno, hoy dueño de la portería azul.
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Entre tantos ajustes, aunque el equipo cerró con buena racha el torneo 2020, no le alcanzó para clasificar a las finales y quedó en deuda con la afición, aunque quedó la sensación de que Gamero acertó al poner a los juveniles a responder por el equipo. Juan Moreno, Felipe Román, Andrés Llinás, Emerson Rodríguez, entre otras realidades, que crearon una buena expectativa. La afición quedó con las manos limpias y a la espera de que el plantel se ajustara para la temporada 2021.
Todo empezó por buen camino. Junto a los jóvenes que se volvieron titulares, algunos lesionados de vuelta y el refuerzo de dos taquilleros, el internacional de 35 años, Freddy Guarín y el goleador de 33, Fernando Uribe, empezó la temporada. También se sumó el volante Harrison Mojica. La campaña inició con una sumatoria de triunfos y un empate, pero antes de lo pensado volvieron las malas noticias y Alberto Gamero debía enfrentarse a su talón de Aquiles de 2020: la defensa.
La transferencia de Matías de Los Santos al Vélez de Argentina y el tema Felipe Román y su fallida salida a Boca, dejaron a Gamero de vuelta al pasado. Elvis Perlaza por la franja derecha, Ómar Bertel o Felipe Banguero o viceversa, por la izquierda. Está previsto que el costarricense Juan Pablo Vargas sea convocado a la selección de su país y deba ausentarse, pero el equipo no contaba con que se iba a hacer echar por ofender a un juez, y mientras paga su sanción, Millonarios también lo sufre.
El recién ascendido y de buenas señales, Andrés Llinás, entró a la zona central junto a Breiner Paz. Algunos momentos de las dos últimas fechas del 2021 han sido dramáticos. La impotencia de Paz para contener a Cetré en la derrota con Junior 2 a 0 en Barranquilla, o sus gestos de desazón en el 2 a 0 en contra en Bogotá frente a Jaguares de Córdoba, lo reflejan todo. El fútbol es cambiante y en esos apremios es donde se prueban los futbolistas y también los técnicos.
Un nuevo jugador se anuncia: el central Andrés Murillo. Estuvo en Equidad, fue a Santos Laguna, ahora es azul, y como está el lío de la defensa en Millonarios, quien más lo aguarda es Gamero. En contraste con su campaña de 2020, el equipo tiene ahorro en puntos y muestra que de mitad hacia arriba tiene con qué. Pero que el rival llegue dos veces y sean dos goles suena a la película ya vista de una defensa que no funcionó.