Radamel Falcao García, reunido ayer en Miami con Gustavo Serpa y Enrique Camacho.
Foto: Archivo Particular
En un fútbol en el que cada vez es más común que los petrodólares seduzcan a las estrellas en el cierre de sus carreras, es siempre valioso que jugadores que supieron alcanzar la gloria se acuerden del club de sus amores antes del retiro. De niño, Radamel Falcao García soñó con vestir los colores de Millonarios. A sus 38 años, el que fuera el mejor delantero centro del mundo cumplirá la que fue no solo su ilusión, sino la de miles de hinchas albiazules, quienes desearon —algunos con escepticismo— que El Tigre se convirtiera en embajador.
Por Daniel Bello
Periodista de la Pontificia Universidad Javeriana. Fue practicante de Pacifista entre 2020 y 2021. Desde el 2019 escribe sobre fútbol, política e historia en El Espectador. Tiene experiencia cubriendo paz, mundo y medio ambiente.@daniel_eudosiodbello@elespectador.com