Carlos Queiroz: “No vine a hacer una revolución”

Luego de 32 días de trabajo, Carlos Queiroz dio este lunes, en la sede deportiva de la Federación Colombiana de Fútbol, su primera convocatoria como entrenador de la selección nacional. No llegó a cambiar todo; su máxima es construir sobre lo construido. “No vine a hacer una revolución, sino a tomar decisiones que nos lleven adelante. No es posible que la gente creyera que llegaba a cambiarlo todo, hubiera sido una tontería. Colombia creó una cultura e identidad que no se puede perder”, apuntó.

Llegó sin decir mentiras: no conocía mucho de nuestro fútbol. Esa era su mayor debilidad. Un mes después de su presentación, el portugués de 66 años habló con propiedad de cada uno de los jugadores. Arturo Reyes, uno de sus asistentes técnicos, fue el encargado de iluminarle el camino y mostrarle la identidad del fútbol colombiano.

Armaron una lista preliminar de 44 jugadores a estudiar, que este lunes se redujo a 23. También estuvieron juntos observando a las selecciones juveniles.

Queiroz viajó por Suramérica y Europa conociendo a los futbolistas. Su trajín empezó en Brasil con la visita a dos hombres que no estuvieron presentes en la convocatoria: Miguel Ángel Borja y Yimmi Chará.

Luego cruzó el Atlántico para observar y conocer a hombres como James Rodríguez, Carlos Bacca, Santiago Arias, Radamel Falcao García, David Ospina, Luis Fernando Muriel y Alfredo Morelos.

Su gira arrojó una sola conclusión: los notó con hambre de gloria. “Tienen ilusión, ganas y ambición. No nos podemos engañar: si queremos ser campeones del mundo tenemos que ser los mejores de Suramérica. En un partido podemos ganarnos la lotería, pero hay que ser campeones en todo, en la organización, la competición y la innovación”, señaló quien reconoció que esta lista será la columna vertebral de la nómina que estará en la Copa América de Brasil.

La ausencia de Carlos Bacca fue la primera decisión que le costó tomar. Alfredo Morelos, quien registra 28 goles esta temporada con el Rangers de Escocia, tomó su lugar. “Hay que tener los ojos en el futuro”, fue una de las premisas que explican la presencia de los extremos Luis Díaz y Sebastián Villa.

Eso sí, dejó claro que el rendimiento no fue el único criterio para elegir. Pensó en el proceso. Lo que justifica el llamado de los centrales Jeison Murillo, Yerry Mina y William Tesillo, dejando al margen a un hombre que viene jugando de gran manera en el Girona de España, como Bernardo Espinosa.

Déiver Machado y Helibelton Palacios, laterales de Atlético Nacional, son otros de los apellidos en la lista del portugués ante las lesiones de Frank Fabra y Johan Mojica.

No hay ningún nombre nuevo en la baraja, se sigue con el proceso. Queiroz vino a tomar el timón del barco que zarpó hace siete años con José Pékerman y poco a poco irá implementando su estilo. Su primer examen será el 22 de marzo, ante Japón. Luego, el 26 de ese mes se medirá ante Corea del Sur.

Luego de 32 días de trabajo, Carlos Queiroz dio este lunes, en la sede deportiva de la Federación Colombiana de Fútbol, su primera convocatoria como entrenador de la selección nacional. No llegó a cambiar todo; su máxima es construir sobre lo construido. “No vine a hacer una revolución, sino a tomar decisiones que nos lleven adelante. No es posible que la gente creyera que llegaba a cambiarlo todo, hubiera sido una tontería. Colombia creó una cultura e identidad que no se puede perder”, apuntó.

Llegó sin decir mentiras: no conocía mucho de nuestro fútbol. Esa era su mayor debilidad. Un mes después de su presentación, el portugués de 66 años habló con propiedad de cada uno de los jugadores. Arturo Reyes, uno de sus asistentes técnicos, fue el encargado de iluminarle el camino y mostrarle la identidad del fútbol colombiano.

Armaron una lista preliminar de 44 jugadores a estudiar, que este lunes se redujo a 23. También estuvieron juntos observando a las selecciones juveniles.

Queiroz viajó por Suramérica y Europa conociendo a los futbolistas. Su trajín empezó en Brasil con la visita a dos hombres que no estuvieron presentes en la convocatoria: Miguel Ángel Borja y Yimmi Chará.

Luego cruzó el Atlántico para observar y conocer a hombres como James Rodríguez, Carlos Bacca, Santiago Arias, Radamel Falcao García, David Ospina, Luis Fernando Muriel y Alfredo Morelos.

Su gira arrojó una sola conclusión: los notó con hambre de gloria. “Tienen ilusión, ganas y ambición. No nos podemos engañar: si queremos ser campeones del mundo tenemos que ser los mejores de Suramérica. En un partido podemos ganarnos la lotería, pero hay que ser campeones en todo, en la organización, la competición y la innovación”, señaló quien reconoció que esta lista será la columna vertebral de la nómina que estará en la Copa América de Brasil.

La ausencia de Carlos Bacca fue la primera decisión que le costó tomar. Alfredo Morelos, quien registra 28 goles esta temporada con el Rangers de Escocia, tomó su lugar. “Hay que tener los ojos en el futuro”, fue una de las premisas que explican la presencia de los extremos Luis Díaz y Sebastián Villa.

Eso sí, dejó claro que el rendimiento no fue el único criterio para elegir. Pensó en el proceso. Lo que justifica el llamado de los centrales Jeison Murillo, Yerry Mina y William Tesillo, dejando al margen a un hombre que viene jugando de gran manera en el Girona de España, como Bernardo Espinosa.

Déiver Machado y Helibelton Palacios, laterales de Atlético Nacional, son otros de los apellidos en la lista del portugués ante las lesiones de Frank Fabra y Johan Mojica.

No hay ningún nombre nuevo en la baraja, se sigue con el proceso. Queiroz vino a tomar el timón del barco que zarpó hace siete años con José Pékerman y poco a poco irá implementando su estilo. Su primer examen será el 22 de marzo, ante Japón. Luego, el 26 de ese mes se medirá ante Corea del Sur.