Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Cuando tenía ocho años la vida del delantero Diego Valoyes cambió por completo. Un accidente en el mercado de Cartagena alejó de las canchas a su hermano Luis Carlos, quien ya estaba haciendo una carrera en este deporte. Él le heredó el amor y la pasión por el fútbol y desde ese momento decidió dedicar su vida a éste.
Para esa época, en el mercado de Cartagena, no había andenes y, por las calles, donde transitaban los buses y carros, les tocaba caminar a los peatones. Diego iba agarrado de la mano de su madre, mientras que Luis Carlos iba atrás protegiéndolos de los vehículos. Pero, debido a la cantidad de gente que había, un bus no lo vio y lo atropelló. Luis Carlos cayó y el conductor no se percató de lo ocurrido y siguió manejando, pasando una de las llantas por encima de su pierna, que quedó quebrada.
“Fue una época muy difícil, a él le pusieron varios tornillos y fue complicado porque tenía proyecciones en el fútbol y por culpa de ese accidente le tocó retirarse. Luis Carlos es un héroe para mí, es mi modelo a seguir y gracias a él quise ser futbolista y ayudarlo a cumplir el sueño que a él le truncó un bus”, le aseguró el jugador de 20 años a El Espectador.
Durante la recuperación, Luis Carlos acompañaba a Diego a jugar y comenzó a ver en él cualidades de un deportista, tenía potencia y rapidez, y estaba seguro de que si lo ayudaba a entrenar iba a llegar lejos. Con el paso del tiempo, Diego fue haciendo del fútbol una meta y un sueño, hasta que lo convirtió en su profesión.
Comenzó a jugar en equipos de Cartagena como Los Calamares, donde estuvo por varios años; Alianza Sport y las divisiones menores del Real Cartagena. Un día, un empresario lo contactó y lo llevó a jugar a Cali, al club Fútbol Paz. Su paso por la Sucursal del Cielo le sirvió para darse a conocer en uno de los equipos de la primera división. Un empresario, que tenía contacto con La Equidad, lo llamó para que formara parte de la escuadra bogotana, y Diego no dudó en aceptar la propuesta.
Con 17 años y recién graduado del colegio INEM de Cartagena, cogió sus maletas y se radicó en Bogotá. “Esta parte ha sido difícil. Fue un cambio duro, fuerte y con mucho sacrifico. No fue fácil alejarme desde tan pequeño de mi familia, yo vivo acá solo. Al comienzo no hubo problema, pero con el paso del tiempo comencé a sentir la soledad y la ausencia de ellos”, añadió el delantero de La Equidad.
La única temporada, antes de su debut con la plantilla profesional, que jugó Diego con las divisiones menores de La Equidad fue brillante. Pudo disputar varios campeonatos con ellos y en la mayoría quedar campeones, el que más recuerda es el torneo SKF. “En esa competencia, que fue en Bogotá, logré quedar goleador y como fuimos los vencedores, nos ganamos un tiquete para disputar la Gothia Cup en Suecia”, narró el cartagenero.
Del viaje a Suecia con La Equidad recuerda lo mejor, a pesar de que el equipo no tuvo los resultados esperados. Allí descubrió que el fútbol se juega de manera diferente, que es más pausado y que no hay tantas interrupciones por faltas, además, tuvo la oportunidad de conocer lugares maravillosos y otros países, como Alemania.
Un año después se le cumplió uno de sus principales sueños: debutar en la Liga profesional de fútbol colombiano, en el estadio de Techo ante Once Caldas. El técnico de ese entonces, Santiago Sachi Escobar, le dio la confianza y la oportunidad de conformar el primer plantel del cuadro asegurador. “Estoy muy agradecido con él, es una excelente persona, un ejemplo a seguir, y fue quien tuvo la confianza en mí para ponerme a debutar”, relató el jugador.
Aunque, según él, ha tenido un recorrido como jugador muy corto, su potencia, velocidad y fuerza para rematar han sido suficientes para convencer al técnico Arturo Boyacá para ser titular este semestre. Y Diego sí que ha sabido responder a esa confianza. Fue el encargado de darle la victoria al cuadro asegurador en la primera fecha de la Liga Águila 2017, en el duelo ante Júnior de Barranquilla.
“Es una felicidad inmensa. Gracias a Dios se me dio la oportunidad de anotar y empezar el semestre con pie derecho, y más ante un rival tan complicado como lo es Júnior. El profesor Boyacá me ha dado mucha continuidad y confianza, y eso lo he tratado de reflejar en la cancha. Es un excelente técnico, con mucho carácter”, afirmó el joven delantero.
Ahora espera hacer una excelente temporada con el cuadro bogotano y darles a los hinchas un nuevo título, pues asegura que todo el plantel está trabajando bajo ese objetivo. Trata de dejar los momentos amargos que tuvo la temporada anterior, al pasar más tiempo en el banquillo que en la cancha, y concentrarse en el buen momento que está viviendo. Aunque es hincha del Barcelona, equipo en el que espera llegar a jugar algún día, se deleita con la manera de jugar del portugués Cristiano Ronaldo, su jugador referente.
Diego espera consolidarse en el fútbol y poder ser parte de un equipo de las grandes ligas europeas. Mientras tanto, enfoca su mente en entrenar todos los días de 9-11 a.m. con La Equidad y de alcanzar un peldaño más en su vida estudiantil, ya que en sus tardes libres quiere dedicarse a estudiar negocios internacionales.