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La historia del argentino Luis Zubeldía como técnico es bastante atípica. Apenas a los 27 años comenzó su carrera. Tenía talento como futbolista, claro, y debutó en 1998 con Lanús y llegó inclusive a hacer parte de las selecciones de Argentina sub-17 y sub-20. Pero en 2004 una osteocondritis disecante de la rodilla lo alejó de su sueño. Sin embargo él, como buen argentino que lleva el fútbol en la sangre, se negó a alejarse de su pasión y tomó el camino desde la banca.
Así que en 2008, a sus 27 “abriles”, fue anunciado como el entrenador de Lanús, en reemplazo de Ramón Cabrero, convirtiéndose en el técnico más joven en la Primera División de Argentina.
“No estoy orgulloso de haber sido el técnico más joven, sino de haber empezado mi carrera a los 23. Ahora veo a chicos de esa edad y pienso: yo inicié mi carrera a esa edad. Por eso digo que aunque se tengan 23 o 70 años, la credibilidad es lo más importante y esa me la gané yo”, le dijo en su momento al diario El Comercio.
"El Principito", como es conocido, con sus 1,78 metros de estatura, ojos claros, pelo rubio y estampa de galán, luego aterrizó en Guayaquil, Ecuador, para dirigir al Barcelona. Allí comenzó a armar un buen equipo para romper con la sequía de títulos, pero una fuerte discusión con el presidente del club llevó al joven estratega a dar un paso al costado en 2012. Al finalizar ese año, el cuadro ecuatoriano quedó campeón y reconocieron a Zubeldía como el armador de la escuadra que obtuvo esa gran hazaña.
En 2012 regresó a su país. Llegó a Racing en reemplazo nada más ni nada menos que de Alfio Basile. Y aunque cumplió con un papel digno (terminó sexto), a comienzo de 2013 los directivos lo apartaron por un mal comienzo de temporada. Dirigió un buen Racing que sumó 33 puntos, un equipo vertiginoso, de ataque directo, que explotó a varias figuras como Bruno Zuculini, Ricardo Centurión y Valentín Viola, que ahora está en el DIM. De la escuela bielsista, Zubeldía en su época de jugador en Lanús tuvo como técnico a Miguel Ángel Russo, actual DT de Millos.
En 2014 saltó a Ecuador con Liga de Quito, equipo con el que ganó la primera etapa del campeonato, con un récord incluido de 21 fechas y de paso se clasificó a la Copa Libertadores. Terminó subcampeón del torneo local. Su carrera internacional prosiguió en 2015 con el Santos Laguna de México y pese a que ganó la Copa Socio Mx, un triangular junto a Pumas y Cruz Azul, una seguidilla de malos resultados hizo que fuera apartado del club.
Ante la salida de Leonel Álvarez del Medellín en 2016, los directivos emprendieron la búsqueda de su reemplazo y aunque sonó con fuerza el nombre de Claudio Borghi, a los pocos días sorprendieron con el nombre de Luis Francisco Zubeldía, hoy de 36 años. “Para mí, llegar al DIM es un verdadero desafío”, fueron las primeras palabras al venir a Colombia del joven entrenador, que en su país se formó como técnico y también estudió tres años de periodismo.
En Medellín, la prensa lo considera un tipo serio y cordial. “La gente está muy contenta con él, es muy realista, no se esconde nada, es franco y práctico. En su trabajo es muy estricto, metido en la cancha, organizando, apunta todo en su libretica, observa mucho y está en permanente diálogo con sus asistentes”, dicen.
Lo cierto es que en siete fechas de la Liga Águila, Zubeldía tiene al DIM en la cima de la tabla. Ha ganado cinco juegos, empatado uno y perdido otro, para una suma de 16 puntos. Está feliz, pero no se conforma: “Estoy contento con el funcionamiento del equipo, hacemos un juego inteligente y eso me tranquiliza, pero lo que quiero es alzar el trofeo de campeón a mitad de año, ese es mi objetivo”, dice serio, como siempre.
Hermano del preparador físico Gustavo Zubeldía y del exjugador Juan Zubeldía, Luis El Principito efectivamente ha mostrado en Colombia una imagen de hombre tranquilo, diferente a sus antecedentes que hablan de un técnico en constante confrontación con los árbitros. De hecho, en Ecuador en 2014 lo sancionaron inicialmente seis meses por agredir a un árbitro.
El miércoles, el DIM venció 1-0 a Patriotas de visitante y Zubeldía en lugar de quedarse celebrando, minutos después ya estaba enfocado en su próximo objetivo, enfrentar al Cali, en Medellín. “Ahora tenemos que pensar en el juego del sábado, otro partido que es complicado y que trataremos de ganar”, dice Zubeldía, concentrado en su desafío de triunfar en Colombia.