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Arturo Reyes, director técnico de la selección de fútbol de Colombia masculina sub 23, dio a conocer este miércoles la lista de convocados para el primer microciclo de preparación para el torneo Preolímpico que se disputará en Colombia. Y sobresalió un nombre, el único que juega en el exterior, se trata de Santiago Patiño.
El delantero vallecaucano de 22 años milita en la MLS de Estados Unidos y registra dos goles en nueve partidos con el Orlando City, plantilla en la que también está el colombiano Cristian Higuita y el recordado jugador portugués, Nani.
Santiago Patiño es hijo del recordado portero del fútbol colombiano Milton Patiño y sobrino de Jairo El Viejo Patiño, habitual, hace 15 años, en la selección nacional. El fútbol, evidentemente, lo lleva en la sangre.
“Recuerdo cuando era niño, que mi papá atajaba en el Pasto y en el América. Yo me quedaba pateando balones en la cancha apenas se acababan los entrenamientos. Son momentos únicos que siempre quedarán guardados dentro de uno. Cuando veía a mi tío en televisión con la camiseta de Colombia decía: ‘Algún día quiero ser como él’. Hablo mucho con ellos, me dicen que sea paciente. Que sea disciplinado con lo que el técnico quiere que haga, que me adapte a su sistema de juego siempre”, dice en diálogo con este diario, horas antes de que su equipo debute ante el New York City FC de Danny Bedoya, en la Conferencia Este.
En la actualidad, Milton es entrenador de arqueros de Atlético Nacional junto a René Higuita, y Jairo es el técnico de Bogotá FC, equipo de la segunda división del fútbol colombiano.
Sin embargo, Santiago es un caleño made in Estados Unidos. Cuando sus padres se separaron, se fue a vivir con María, su madre, a la Florida, a empezar de cero. El comienzo fue jodido, eran los dos contra el mundo. No conocían a nadie y no hablaban inglés. Aparte, el fútbol lo llamaba a su país de origen, pero fue fiel a su filosofía: “La voy a romper en Colombia, China o donde sea”. No iba a dejar sola a su mamá, quien limpió casas, cuidó niños e hizo “lo que le saliera” para sacar adelante a su hijo.
En el colegio siempre sobresalió jugando fútbol. En los torneos universitarios lo tenían fichado desde el primer día, por ser un jugador fuerte y con una buena capacidad goleadora. Hace unas semanas se graduó de la carrera de administración de instituciones deportivas en la Florida International University. “Para mí, lo mejor es seguir involucrado en el deporte. Y la verdad es que en la universidad no hay mucho tiempo. En la mañana entrenábamos y en la tarde se estudiaba para en la noche hacer trabajos. Fue duro, pero valió la pena”.
Esta temporada tiene los pies en la tierra. Sabe que no tendrá muchas oportunidades de mostrar su categoría, está en la parte de atrás de la fila. Su consigna es seguir aprendiendo en el que será su primer año como futbolista profesional. “Soy consciente de que no será una temporada fácil, porque hay hombres muy buenos en mi posición. Toca echar para adelante y aprovechar las opciones que tenga para hacer mi nombre en Estados Unidos”.
En estos meses que ha practicado con Orlando City, Santiago ha contado con la bendición de entrenar con un compatriota: Cristian Higuita, uno de los referentes del plantel. El volante le ha hecho las cosas más fáciles en el vestuario. “Cuando uno está fuera, la naturaleza lo junta con los colombianos. Higuita es un tipo que siempre quiere ayudarle a la gente. Sabe que estoy empezando en el fútbol y siempre está pendiente para corregirme. Ha sido un amigo. Esa es la clase de personas con las cuales uno tiene que rodearse”, agrega.
Los reflectores estarán apuntando a Santiago, los comentarios que llegaron del fútbol universitario le endulzan el oído. Lo postulan como candidato para ser uno de los jugadores revelación de la MLS. Todo dependerá de él.
“Me la paso viendo la Liga colombiana, no me la pierdo. De ahí me gusta mucho la categoría que tiene para definir Germán Cano, de Independiente Medellín. Lo que hizo Miguel Borja en Nacional y Cortulúa me llamó mucho la atención. De afuera admiro a delanteros como Romelu Lukaku y Édinson Cavani. Trato de ver los movimientos que hacen para seguir aprendiendo”, cierra el hombre que ya puede decir que empezó su sueño de vestir la camiseta de la selección colombiana.