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Aunque varios directivos de los clubes de primera y segunda división del fútbol profesional colombiano han manifestado abiertamente su desacuerdo con la gestión de Jorge Enrique Vélez al frente de la Dimayor, todavía son mayoría quienes lo respaldan en la presidencia de la entidad.
Sobre todo porque ante la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 y la agudización de la crisis financiera de los equipos, no hay quién se atreva a liderar un cambio.
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“Los problemas económicos vienen de hace rato. Al menos 20 de los 36 clubes afrontan serias dificultades, no precisamente por la falta de ingresos del último mes, sino porque el negocio viene mal hace rato. La venta de los derechos internacionales de televisión tampoco es una responsabilidad exclusiva de Vélez, porque no había otras ofertas, de hecho, ahora mismo no las hay. Todos hablan y critican, pero nadie plantea soluciones. Nadie quiere ponerle el pecho a la brisa. Y ante la situación que vive el país es imposible ejecutar una estrategia, porque ni siquiera sabemos cuándo volverá el fútbol. Opinan los periodistas, opinan los políticos, pero es a nosotros a quienes nos toca saltar matones para pagar las obligaciones, estamos tan mal como la mayoría de empresas del país, la diferencia es que mientras a las demás las apoyan y las compadecen, a las nuestras las critican, como si fuéramos multinacionales”, explicó ayer en una reunión virtual el representante de uno de los 22 equipos que respaldan a Vélez.
Otros 11 clubes están abiertamente en la oposición, mientras que tres más comparten las críticas, pero no creen que la solución a la crisis del FPC sea sacar a Vélez. Los únicos nombres que han sonado para su eventual reemplazo son Carlos Mario Zuluaga y César Pastrana.