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Francisco Maturana soñaba con tener jugadores de la categoría de Adrián Ramos, Teófilo Gutiérrez y Hugo Rodallega. Sin embargo, el proyecto que posaba en su mente nunca tuvo forma. Por el contrario, debió manejar a un grupo complicado con actos de indisciplina como los de Johan Arango.
La mala campaña del Once Caldas bajo la batuta del técnico mundialista en 1990 y 1994, apenas 18 puntos en 19 partidos de Liga (cuatro ganados, seis empatados y nueve perdidos), derivó en la decisión de la junta directiva del club blanco, en cabeza de Tulio Mario Castrillón, de despedir al entrenador chocoano, quien se fue realizando una denuncia.
“Tengo la tranquilidad de seguir como he seguido en mi vida, aprendiendo todos los días y acá sí aprendí, aprendí hasta vocabulario, una palabra nueva que es ‘Payola’, averigüen qué es ‘Payola’, yo no sabía, pero existe y a todo nivel”, afirmó Maturana, que en junio de este año regresó al equipo en el que, en 1986, se desempeñó por primera vez como estratega profesional.
¿A qué se refiere Maturana con la palabra “Payola”? Es cuando existe un pago para que un futbolista pueda jugar. De esa práctica -más conocida en el entorno de la radio cuando un artista paga para que suenen sus canciones- se ha hablado en muchas ocasiones en el fútbol profesional colombiano, sin acusaciones o pruebas contundentes.
El hombre que dirigió la recordada selección colombiana de la década del 90 se va de Once Caldas, cuadro que el próximo año luchara por no descender, con la convicción de que “el producto no es digerible, no me siento bien. Entrar en detalles sería un acto de deslealtad, tanto con los jugadores como con los directivos”.