¡Los Dodgers vuelven a la Serie Mundial!
La última corona del Clásico de Otoño, los Dodgers la obtuvieron en 2020. Ahora vuelven a la cita, frente a los Yanquis de Nueva York.
Antonio Andraus Burgos
Los Dodgers de Los Ángeles confirmaron los vaticinios que desde el comienzo de la temporada beisbolera tenían para ganar el título de la Liga Nacional, que ratificaron anoche en el juego frente a los inspirados, Mets de Nueva York, al vencerlos en el sexto y último partido disputado de la serie por el campeonato, al doblegarlos por pizarra de 10 carreras a cinco.
Pese a su diezmada rotación abridora — tanto que en el juego de noche la novena tuvo que echar mano de su grupo de relevistas para ganar el crucial compromiso —, los Dodgers supieron cambiar esa falencia por una aguerrida y continua acción ofensiva, que nunca dejó de hacer daño, y que fue más contundente en los momentos en que más necesitaban producir carreras.
Si alguien puede sentirse más que satisfecho por lo hecho este año por el equipo de Los Ángeles, es su estratega, Dave Roberts.
Acosado desde el comienzo de la temporada por lesiones de toda índole en su nómina, pese a todos los esfuerzos, que, por cierto, no escatimaron. Para conseguir refuerzos en el tránsito del año, los Dodgers vieron reflejados gravemente la situación, cuando ya no podían hacer más nada y cuando ya estaban en la postemporada.
Habían ganado holgadamente la división Oeste del circuito, y se deshicieron de los Padres de San Diego, sus rivales de patio, en la ronda divisional, siete por cinco; perdieron 10 a dos, el segundo y el tercero, seis por cinco; luego ganaron por ocho a cero y finalmente, dos por cero, para llegar a la vuelta por el título frente a los Mets.
Rivales de verdad
Los Mets, por su parte, pusieron sobre los diamantes, tanto de Nueva York como en Los Ángeles, todo su empeño para conseguir la esquiva corona del circuito, tras una sensacional campaña que dejó boquiabiertos a los más entendidos, pese a que también tuvieron demasiadas bajas por lesiones en su grupo de peloteros.
Llegaron a la postemporada ganando el penúltimo juego de la temporada frente a los Bravos en Atlanta, el partido 161 del calendario regular, por pizarra de ocho carreras a siete, para capturar el último comodín; mientras perdían en el mismo día 30 de septiembre, el partido 162 de la campaña ante los propios Bravos, en Atlanta, tres carreras por cero.
Luego se las ingeniaron para superar a los Cerveceros de Milwaukee en su propio patio, en la vuelta del comodín, y ganar el derecho a discutir la vuelta divisional. El primer triunfo lo consiguieron 24 horas después de ganar en Atlanta, jugando en Milwaukee, al doblegarlos ocho carreras por cero; luego el segundo, cayeron cinco carreras a tres; pero ganaron el tercero, cuatro a dos.
Cuando nadie creía en lo que podían hacer, los Mets superaron a los formidables Filis de Filadelfia, que eran los inmensos favoritos para vencerlos y llegar a la disputa de la corona del viejo Circuito. No pasó así, y fueron los muchachos de Nueva York lo que se alzaron con los triunfos, para llegar a la gran jornada por el título de la liga.
En Filadelfia, vencieron en el primer juego a los Filis seis carreras por dos, pero cayeron en el segundo, siete carreras a seis. Pero en el ‘Citi Field’ de Nueva York, los Mets dieron buena cuenta al derrotarlos en los dos siguientes compromisos, por tableros de site carreras por dos; y cuatro a una. Y listo. Ya estaban en la vuelta por el título.
Y frente a los Dodgers, los metropolitanos hicieron lo que más pudieron, jugando con entusiasmo, con buen béisbol, pero desfalleciendo cuando había que producir carreras, porque el ‘aire’, definitivamente, no les permitió seguir adelante.
Y aquí hay que decir, con toda sinceridad: Carlos Mendoza, el capataz venezolano de los Mets de Nueva York, llegó con sus muchachos hasta donde la fuerza de su cuerpo serpentinero pudo responder. Nunca se dieron por vencidos, nunca bajaron la guardia, nunca dejaron de luchar. Y lo demás, quedará para la historia.
Feroz ataque
El ataque de los Dodgers en la serie por el campeonato, fue contundente en los momentos decisivos, bateando para 268, contra 261 de los Mets, pero conectaron 11 estacazos de circuito completo, contra apenas 5 de sus rivales, y finalmente, produjeron nada más y nada menos que 44 carreras contra 26.
Los abridores de los Dodgers, en medio de todo, con cuatro ganados y dos perdidos, obtuvieron efectividad de 531 contra 765 carreras limpias por juego de los Mets, y en la actuación de los relevistas, los ‘Esquivadores’ tuvieron tarjeta con 386 carreras limpias por juego contra 675 de efectividad de los metropolitanos.
Tommy Edman, exaltado ‘Jugador Más Valioso’ en la ronda por el título de la Liga Nacional, obtuvo promedio de 407 con el uso del bate, con 11 indiscutibles en 27 turnos, incluyendo apenas un cuadrangular, pero sumó tres dobles para remolcar 11 carreras.
El astro japonés, Shohei Ohtani, hizo lo suyo, con ofensiva de 364, con dos tablazos de circuito completo y seis carreras empujadas; mientras que Max Muncy, con 333 con el bate, con dos cuadrangulares, produjo cuatro impulsadas y Mookie Betts no se quedó atrás, bateando para 346 con dos jonrones y nueve carreras remolcadas.
Y si de buenas actuaciones hay que hablar, señalemos que el astro japonés Shohei Ohtani y el versátil Max Muncy, de acuerdo con las informaciones dadas a conocer por Sarah Langs, la acuciosa estadígrafa de las Grandes Ligas, han establecido nueva marca para las series de campeonatos en la Gran carpa, al haber llegado a las bases de manera positiva en 17 ocasiones, superando a Corey Seager, quien con los Dodgers en 2020, lo hizo en 15 oportunidades, quien igualó, en esa oportunidad, las actuaciones de Manny Ramírez, en 2008 y de Jim Gillian, en 1955.
En los Mets
El receptor venezolano, Francisco Álvarez, fue el mejor bateador de los Mets y de la serie por el título del Viejo Circuito, bateando para 412, con siete imparables en 17 turnos, pero apenas impulsó dos carreras para su equipo.
El antesalista, Mark Vientos, despachó tres tablazos de circuito completo y remolcó siete carreras, para ser el mejor de su novena en estas dos tablas; el dominicano Starling Marte, bateó para 333 con cuatro impulsadas pero sin cuadrangulares en su cuent.
Pete Alonso, con 273 a la ofensiva y cuatro impulsadas, con un solo estacazo de vuelta completa en la ronda; en tanto que el boricua Francisco Lindor, quien como siempre brilló en el campo-corto, bateó para 292, con apenas un jonrón y dos carreras remolcadas.
Jeff McNeil, con ofensiva de 182 y Brandon Nimmo con bateó de 167, se quedaron por debajo de sus acostumbradas actuaciones a la ofensiva y en muchos casos, cuando estaban en condiciones de producir, con compañeros en circulación y en posición anotadora, simplemente fallaron.
Vuelven a la cita
Los Dodgers no han estado alejados de las competencias por la corona de la Serie Mundial. La ganaron la última vez en 2020, frente a los Rayas de Tampa, venciéndoles en cuatro de los seis partidos que jugaron, en aquella campaña recortada de apenas 60 juegos de temporada, debido a la pandemia del Covid-19.
Sus rivales, en esta ocasión, serán los Yanquis de Nueva York, campeones de la Liga Americana —que vienen de superar a los luchadores Guardianes de Cleveland, luego de vencer a los Reales de Kansas City, en la ronda divisional —, con cuya divisa han mantenido una cerrada lucha por el banderín de las Grandes Ligas, desde hace un buen tiempo, y cuyas aficiones siempre están en primera fila para apoyar a sus divisas.
Por el momento, la gran incógnita para la Serie Mundial, es saber si Dave Roberts, el dirigente de los Dodgers, se decide en utilizar al astro japonés Shohei Ohtani, aun cuando sea por unos contados episodios, como lanzador. Eso no está confirmado, pero tampoco descartado. La decisión se conocerá en las próximas horas.
La Serie Mundial ya está aquí y de nuevo, volveremos a ver buen béisbol, con los últimos partidos para este año, 2024, que ha tenido momentos inolvidables para los aficionados del Rey de los Deportes.
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Los Dodgers de Los Ángeles confirmaron los vaticinios que desde el comienzo de la temporada beisbolera tenían para ganar el título de la Liga Nacional, que ratificaron anoche en el juego frente a los inspirados, Mets de Nueva York, al vencerlos en el sexto y último partido disputado de la serie por el campeonato, al doblegarlos por pizarra de 10 carreras a cinco.
Pese a su diezmada rotación abridora — tanto que en el juego de noche la novena tuvo que echar mano de su grupo de relevistas para ganar el crucial compromiso —, los Dodgers supieron cambiar esa falencia por una aguerrida y continua acción ofensiva, que nunca dejó de hacer daño, y que fue más contundente en los momentos en que más necesitaban producir carreras.
Si alguien puede sentirse más que satisfecho por lo hecho este año por el equipo de Los Ángeles, es su estratega, Dave Roberts.
Acosado desde el comienzo de la temporada por lesiones de toda índole en su nómina, pese a todos los esfuerzos, que, por cierto, no escatimaron. Para conseguir refuerzos en el tránsito del año, los Dodgers vieron reflejados gravemente la situación, cuando ya no podían hacer más nada y cuando ya estaban en la postemporada.
Habían ganado holgadamente la división Oeste del circuito, y se deshicieron de los Padres de San Diego, sus rivales de patio, en la ronda divisional, siete por cinco; perdieron 10 a dos, el segundo y el tercero, seis por cinco; luego ganaron por ocho a cero y finalmente, dos por cero, para llegar a la vuelta por el título frente a los Mets.
Rivales de verdad
Los Mets, por su parte, pusieron sobre los diamantes, tanto de Nueva York como en Los Ángeles, todo su empeño para conseguir la esquiva corona del circuito, tras una sensacional campaña que dejó boquiabiertos a los más entendidos, pese a que también tuvieron demasiadas bajas por lesiones en su grupo de peloteros.
Llegaron a la postemporada ganando el penúltimo juego de la temporada frente a los Bravos en Atlanta, el partido 161 del calendario regular, por pizarra de ocho carreras a siete, para capturar el último comodín; mientras perdían en el mismo día 30 de septiembre, el partido 162 de la campaña ante los propios Bravos, en Atlanta, tres carreras por cero.
Luego se las ingeniaron para superar a los Cerveceros de Milwaukee en su propio patio, en la vuelta del comodín, y ganar el derecho a discutir la vuelta divisional. El primer triunfo lo consiguieron 24 horas después de ganar en Atlanta, jugando en Milwaukee, al doblegarlos ocho carreras por cero; luego el segundo, cayeron cinco carreras a tres; pero ganaron el tercero, cuatro a dos.
Cuando nadie creía en lo que podían hacer, los Mets superaron a los formidables Filis de Filadelfia, que eran los inmensos favoritos para vencerlos y llegar a la disputa de la corona del viejo Circuito. No pasó así, y fueron los muchachos de Nueva York lo que se alzaron con los triunfos, para llegar a la gran jornada por el título de la liga.
En Filadelfia, vencieron en el primer juego a los Filis seis carreras por dos, pero cayeron en el segundo, siete carreras a seis. Pero en el ‘Citi Field’ de Nueva York, los Mets dieron buena cuenta al derrotarlos en los dos siguientes compromisos, por tableros de site carreras por dos; y cuatro a una. Y listo. Ya estaban en la vuelta por el título.
Y frente a los Dodgers, los metropolitanos hicieron lo que más pudieron, jugando con entusiasmo, con buen béisbol, pero desfalleciendo cuando había que producir carreras, porque el ‘aire’, definitivamente, no les permitió seguir adelante.
Y aquí hay que decir, con toda sinceridad: Carlos Mendoza, el capataz venezolano de los Mets de Nueva York, llegó con sus muchachos hasta donde la fuerza de su cuerpo serpentinero pudo responder. Nunca se dieron por vencidos, nunca bajaron la guardia, nunca dejaron de luchar. Y lo demás, quedará para la historia.
Feroz ataque
El ataque de los Dodgers en la serie por el campeonato, fue contundente en los momentos decisivos, bateando para 268, contra 261 de los Mets, pero conectaron 11 estacazos de circuito completo, contra apenas 5 de sus rivales, y finalmente, produjeron nada más y nada menos que 44 carreras contra 26.
Los abridores de los Dodgers, en medio de todo, con cuatro ganados y dos perdidos, obtuvieron efectividad de 531 contra 765 carreras limpias por juego de los Mets, y en la actuación de los relevistas, los ‘Esquivadores’ tuvieron tarjeta con 386 carreras limpias por juego contra 675 de efectividad de los metropolitanos.
Tommy Edman, exaltado ‘Jugador Más Valioso’ en la ronda por el título de la Liga Nacional, obtuvo promedio de 407 con el uso del bate, con 11 indiscutibles en 27 turnos, incluyendo apenas un cuadrangular, pero sumó tres dobles para remolcar 11 carreras.
El astro japonés, Shohei Ohtani, hizo lo suyo, con ofensiva de 364, con dos tablazos de circuito completo y seis carreras empujadas; mientras que Max Muncy, con 333 con el bate, con dos cuadrangulares, produjo cuatro impulsadas y Mookie Betts no se quedó atrás, bateando para 346 con dos jonrones y nueve carreras remolcadas.
Y si de buenas actuaciones hay que hablar, señalemos que el astro japonés Shohei Ohtani y el versátil Max Muncy, de acuerdo con las informaciones dadas a conocer por Sarah Langs, la acuciosa estadígrafa de las Grandes Ligas, han establecido nueva marca para las series de campeonatos en la Gran carpa, al haber llegado a las bases de manera positiva en 17 ocasiones, superando a Corey Seager, quien con los Dodgers en 2020, lo hizo en 15 oportunidades, quien igualó, en esa oportunidad, las actuaciones de Manny Ramírez, en 2008 y de Jim Gillian, en 1955.
En los Mets
El receptor venezolano, Francisco Álvarez, fue el mejor bateador de los Mets y de la serie por el título del Viejo Circuito, bateando para 412, con siete imparables en 17 turnos, pero apenas impulsó dos carreras para su equipo.
El antesalista, Mark Vientos, despachó tres tablazos de circuito completo y remolcó siete carreras, para ser el mejor de su novena en estas dos tablas; el dominicano Starling Marte, bateó para 333 con cuatro impulsadas pero sin cuadrangulares en su cuent.
Pete Alonso, con 273 a la ofensiva y cuatro impulsadas, con un solo estacazo de vuelta completa en la ronda; en tanto que el boricua Francisco Lindor, quien como siempre brilló en el campo-corto, bateó para 292, con apenas un jonrón y dos carreras remolcadas.
Jeff McNeil, con ofensiva de 182 y Brandon Nimmo con bateó de 167, se quedaron por debajo de sus acostumbradas actuaciones a la ofensiva y en muchos casos, cuando estaban en condiciones de producir, con compañeros en circulación y en posición anotadora, simplemente fallaron.
Vuelven a la cita
Los Dodgers no han estado alejados de las competencias por la corona de la Serie Mundial. La ganaron la última vez en 2020, frente a los Rayas de Tampa, venciéndoles en cuatro de los seis partidos que jugaron, en aquella campaña recortada de apenas 60 juegos de temporada, debido a la pandemia del Covid-19.
Sus rivales, en esta ocasión, serán los Yanquis de Nueva York, campeones de la Liga Americana —que vienen de superar a los luchadores Guardianes de Cleveland, luego de vencer a los Reales de Kansas City, en la ronda divisional —, con cuya divisa han mantenido una cerrada lucha por el banderín de las Grandes Ligas, desde hace un buen tiempo, y cuyas aficiones siempre están en primera fila para apoyar a sus divisas.
Por el momento, la gran incógnita para la Serie Mundial, es saber si Dave Roberts, el dirigente de los Dodgers, se decide en utilizar al astro japonés Shohei Ohtani, aun cuando sea por unos contados episodios, como lanzador. Eso no está confirmado, pero tampoco descartado. La decisión se conocerá en las próximas horas.
La Serie Mundial ya está aquí y de nuevo, volveremos a ver buen béisbol, con los últimos partidos para este año, 2024, que ha tenido momentos inolvidables para los aficionados del Rey de los Deportes.
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