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En los últimos años los dirigentes del balompié criollo se preocuparon por mejorar la seguridad y la comodidad en los escenarios, pero fue el Independiente Medellín el que dio en el clavo para que sus seguidores acudieran masivamente al Atanasio Girardot e implementó un plan de abonos económicos y un novedoso programa de mercadeo con los que se compensaban los bajos ingresos por taquillas con las millonarias ventas de productos oficiales, comidas y publicidad a los 40.000 asistentes que en promedio tuvo el equipo en el segundo semestre de 2014.
Esa idea fue compartida por la directiva del poderoso y bien copiada por la de algunos clubes que, como Júnior y Deportivo Cali, están viendo sus seguidores volver al estadio. En Barranquilla, por ejemplo, el cuadro tiburón vendió 35.000 abonos para este torneo, mientras que el Cali superó los 16.000.
“La fiesta en la tribuna fue maravillosa, es motivante ver el Metropolitano lleno. Eso genera mayor compromiso y responsabilidad en los jugadores”, admitió el técnico juniorista, Alexis Mendoza, luego del partido que su equipo le ganó 2-1 al Once Caldas.
Equipos como Nacional (13.900 abonos), Millonarios (10.100) y Santa Fe (7.500, extraoficial) mantienen su plan tradicional, mientras que las nuevas plazas en la A, como Montería, Tuluá y Cúcuta, han ayudado a subir el promedio de asistencias por la novedad que significa por ahora volver a la máxima categoría del fútbol colombiano.
Apenas van dos fechas de la Liga, pero al menos en las tribunas el espectáculo ha mejorado mucho gracias a las buenas asistencias. Seguramente en la etapa definitiva del campeonato las cifras subirán, incluso a pesar del alto costo de la boletería, pues para ver a Millonarios, por ejemplo, una boleta vale $45.000 en promedio, muy lejos de los $7.500 que pagan los hinchas opitas para ver al Atlético Huila.