Los malos precedentes de la selección colombiana sub 23
El equipo dirigido por Arturo Reyes tuvo un rendimiento de apenas el 29,1 % en la preparación, con un saldo de cinco derrotas, dos triunfos y un empate. Hoy debutará en el preolímpico ante Argentina.
Redacción deportes
La hora cero de la selección colombiana sub 23, pero también de Arturo Reyes. Un técnico resistido, no tanto por los resultados, sino por las maneras. El espejo retrovisor de este combinado tricolor preocupa: si bien en el fútbol nada está escrito, por el camino previo a este torneo Preolímpico, que se celebra en nuestro país desde hoy hasta el próximo 9 de febrero, hay más dudas que certezas. ¿Seguirán por la misma estela?
Para encarar esta competencia, que entregará dos tiquetes a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Arturo Reyes tuvo la posibilidad de prepararse con casi cinco meses de anticipación y con ocho partidos amistosos. Un proceso con garantías atípicas en años anteriores para las selecciones de categorías diferentes a la de mayores.
El saldo fue preocupante: cinco derrotas, dos triunfos y un empate, con un registro de nueve goles a favor y 12 en contra. Lo que da un rendimiento de apenas el 29,1 %.
Durante este tiempo contó con varios jugadores que militan en el fútbol europeo, quienes, como era de esperarse, no fueron prestados por sus clubes: Luis Sinisterra, Brayan Vera, Kevin Agudelo, Mateo Casierra, Luis García, Andrés Solano y Carlos Cuesta.
El camino empezó patas arriba: a principios de septiembre, aprovechando la fecha FIFA, Colombia cayó 2-0 ante Brasil y 3-1 frente a Argentina. Luego, otra vez, con el calendario de selecciones encima, en octubre goleó 3-0 a Perú, pero en la revancha perdió 1-0. Y a mediados de diciembre viajó hasta Hiroshima para medirse ante Japón. En territorio asiático el rendimiento fue prometedor y se impuso 2-0 dejando buenas sensaciones.
Pero los demonios regresaron al finalizar el año: el 19 de diciembre los dirigido por Arturo Reyes tuvieron una noche para el olvido y cayeron 3-1 ante Paraguay. Luego, el 22 del mismo mes, empataron 2-2 en la revancha ante los guaraníes. Y la última función fue el 12 de enero pasado, en un duelo en el que Bolivia se impuso 1-0 desnudando los mismos problemas de siempre: desorden, errores defensivos, poca sorpresa en ataque, falta de cohesión entre los jugadores y excesos de individualismos. Se terminó como se empezó.
Los goleadores del proceso de preparación fueron Luis Sandoval y Juan Pablo Ramírez -quien no estará por lesión- con dos anotaciones. Brayan Vera, Edwuin Cetré, Iván Angulo, Johan Carbonero y Juan Camilo Mesa firmaron un tanto.
La responsabilidad y el liderazgo recaerán en dos hombres: Eduard Atuesta, volante figura en Los Ángeles FC, de la MLS, tras una temporada de 35 partidos repartidos en 3.086 minutos con el cuadro estadounidense. Un volante con personalidad, buen pie y sentido de ubicación. Las ideas estarán a cargo de Nicolás Benedetti, volante creativo del América de México, quien es el único jugador con rodaje con la selección de mayores. Y la chispa, tal vez, estará depositada en el atacante de River Plate Jorge Carrascal, reconocido por sus fintas, pero que no ha sido un futbolista determinante en el funcionamiento de juego.
El único jugador del plantel que representó al país en los Olímpicos de Río 2016 fue Kevin Balanta, torneo en el que Colombia llegó a cuartos de final. Lo positivo es que ocho futbolistas vienen de jugar el Mundial sub 20 de Polonia: Balanta, Kevin Mier, Anderson Arroyo, Andrés Reyes, Carlos Terán, Jaime Alvarado, Iván Angulo y Luis Sandoval.
La selección colombiana de fútbol espera clasificarse a los sextos Juegos Olímpicos de su historia. Ya estuvo en México 1968, Múnich 1972, Moscú 1980, Barcelona 1992 y en Río 2016, la única oportunidad en la que superó la fase de grupos.
Colombia debuta hoy (8:30 p.m., Gol Caracol) ante Argentina, selección con la que integra el Grupo A junto a Chile, Ecuador y Venezuela.
El B estará conformado por Brasil, Paraguay, Perú, Uruguay y Bolivia. La primera fase irá hasta el viernes 31 de enero en el Eje Cafetero. Luego se jugará un cuadrangular con los dos mejores de cada zona, del 3 al 9 de febrero en Bucaramanga.
Los dos primeros clasificarán a los Olímpicos de Tokio 2020, una ciudad que por el pasado reciente de este equipo sub 23 parece más lejana que los 14.182 kilómetros que hay de Pereira hasta la capital de Japón.
La hora cero de la selección colombiana sub 23, pero también de Arturo Reyes. Un técnico resistido, no tanto por los resultados, sino por las maneras. El espejo retrovisor de este combinado tricolor preocupa: si bien en el fútbol nada está escrito, por el camino previo a este torneo Preolímpico, que se celebra en nuestro país desde hoy hasta el próximo 9 de febrero, hay más dudas que certezas. ¿Seguirán por la misma estela?
Para encarar esta competencia, que entregará dos tiquetes a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Arturo Reyes tuvo la posibilidad de prepararse con casi cinco meses de anticipación y con ocho partidos amistosos. Un proceso con garantías atípicas en años anteriores para las selecciones de categorías diferentes a la de mayores.
El saldo fue preocupante: cinco derrotas, dos triunfos y un empate, con un registro de nueve goles a favor y 12 en contra. Lo que da un rendimiento de apenas el 29,1 %.
Durante este tiempo contó con varios jugadores que militan en el fútbol europeo, quienes, como era de esperarse, no fueron prestados por sus clubes: Luis Sinisterra, Brayan Vera, Kevin Agudelo, Mateo Casierra, Luis García, Andrés Solano y Carlos Cuesta.
El camino empezó patas arriba: a principios de septiembre, aprovechando la fecha FIFA, Colombia cayó 2-0 ante Brasil y 3-1 frente a Argentina. Luego, otra vez, con el calendario de selecciones encima, en octubre goleó 3-0 a Perú, pero en la revancha perdió 1-0. Y a mediados de diciembre viajó hasta Hiroshima para medirse ante Japón. En territorio asiático el rendimiento fue prometedor y se impuso 2-0 dejando buenas sensaciones.
Pero los demonios regresaron al finalizar el año: el 19 de diciembre los dirigido por Arturo Reyes tuvieron una noche para el olvido y cayeron 3-1 ante Paraguay. Luego, el 22 del mismo mes, empataron 2-2 en la revancha ante los guaraníes. Y la última función fue el 12 de enero pasado, en un duelo en el que Bolivia se impuso 1-0 desnudando los mismos problemas de siempre: desorden, errores defensivos, poca sorpresa en ataque, falta de cohesión entre los jugadores y excesos de individualismos. Se terminó como se empezó.
Los goleadores del proceso de preparación fueron Luis Sandoval y Juan Pablo Ramírez -quien no estará por lesión- con dos anotaciones. Brayan Vera, Edwuin Cetré, Iván Angulo, Johan Carbonero y Juan Camilo Mesa firmaron un tanto.
La responsabilidad y el liderazgo recaerán en dos hombres: Eduard Atuesta, volante figura en Los Ángeles FC, de la MLS, tras una temporada de 35 partidos repartidos en 3.086 minutos con el cuadro estadounidense. Un volante con personalidad, buen pie y sentido de ubicación. Las ideas estarán a cargo de Nicolás Benedetti, volante creativo del América de México, quien es el único jugador con rodaje con la selección de mayores. Y la chispa, tal vez, estará depositada en el atacante de River Plate Jorge Carrascal, reconocido por sus fintas, pero que no ha sido un futbolista determinante en el funcionamiento de juego.
El único jugador del plantel que representó al país en los Olímpicos de Río 2016 fue Kevin Balanta, torneo en el que Colombia llegó a cuartos de final. Lo positivo es que ocho futbolistas vienen de jugar el Mundial sub 20 de Polonia: Balanta, Kevin Mier, Anderson Arroyo, Andrés Reyes, Carlos Terán, Jaime Alvarado, Iván Angulo y Luis Sandoval.
La selección colombiana de fútbol espera clasificarse a los sextos Juegos Olímpicos de su historia. Ya estuvo en México 1968, Múnich 1972, Moscú 1980, Barcelona 1992 y en Río 2016, la única oportunidad en la que superó la fase de grupos.
Colombia debuta hoy (8:30 p.m., Gol Caracol) ante Argentina, selección con la que integra el Grupo A junto a Chile, Ecuador y Venezuela.
El B estará conformado por Brasil, Paraguay, Perú, Uruguay y Bolivia. La primera fase irá hasta el viernes 31 de enero en el Eje Cafetero. Luego se jugará un cuadrangular con los dos mejores de cada zona, del 3 al 9 de febrero en Bucaramanga.
Los dos primeros clasificarán a los Olímpicos de Tokio 2020, una ciudad que por el pasado reciente de este equipo sub 23 parece más lejana que los 14.182 kilómetros que hay de Pereira hasta la capital de Japón.