Los planes de las Farc con el fútbol
Por ahora es sólo un proyecto recreativo. A corto plazo la idea es formar escuelas de fútbol y en varios años llegar a tener un equipo profesional.
Luis Guillermo Montenegro / @LuisguiMonte
Incluso en medio de la guerra, el deporte no estuvo ausente de las filas de las Farc. Después de una marcha por montañas y cordilleras, era común que los guerrilleros sacaran un espacio de su rutina militar para jugar voleibol, fútbol o ajedrez. En ese entonces, por sus mentes no estaba la idea de reemplazar su uniforme camuflado por la camiseta de los equipos a los que siempre habían admirado. Pero hoy en día, si uno va a alguno de los 26 espacios de reintegración de excombatientes, es común encontrarse con algunos hombres y mujeres vestidos con prendas de la selección de Colombia, Atlético Nacional, Millonarios, Santa Fe, América o incluso del Real Madrid o Barcelona.
Esto demuestra la pasión por el fútbol que tienen los integrantes de las Farc y de ahí la relevancia que le han dado el Estado Mayor y el Secretariado, en el posconflicto, al tema de la cultura y el deporte. Desde que se firmó el acuerdo de paz, nombraron a José Vicente Lesmes, alias Wálter, como el encargado de estas áreas y fue en ese momento cuando nació la idea de crear equipos de fútbol.
Desde ese momento, Wálter empezó asesorarse de gente externa a las Farc, pero que tuviera conocimiento en proyectos deportivos. Y ahí fue cuando se cruzó con Édgar Cortés, ex dirigente de Independiente Santa Fe y quien además fue integrante del M-19. La primera vez que se vieron fue en La Elvira, Cauca, allí hablaron sobre la posibilidad de crear un proyecto deportivo que sirviera como medio para lograr una integración a la vida civil.
Se eligió a Icononzo, Tolima, como la zona de concentración en la que se haría un plan piloto que consistiría en formar un equipo de fútbol. “En esa zona hay aproximadamente 300 personas, de las cuales 30 aceptaron comenzar a entrenar con un técnico que llevamos a que los preparara”, asegura Édgar Cortés, quien invitó a su amigo, el exfutbolista Astolfo Romero, a dirigir a este grupo de hombres y mujeres que todos los días se reúnen en horas de la tarde en la Normal de Icononzo, un colegio que les presta la cancha de fútbol.
Astolfo es un reconocido defensor central de Buenaventura que en su época como futbolista hizo parte de la selección colombiana de fútbol y varios clubes de primera división, como el Deportes Quindío y el Deportivo Cali. Entre sus grandes logros está haber sido convocado para disputar un partido de la selección Resto del Mundo en 1982, en la que compartió con jugadores como Zico, Falcao Junior, Sócrates y Pelé. También estuvo con Diego Armando Maradona, quien no pudo jugar ese partido por problemas personales.
Quienes entrenan con él tienen entre 23 y 30 años. Ninguno podrá llegar a ser futbolista profesional, sin embargo, lo que se busca es que de este grupo salga una base de entrenadores que en un futuro puedan comenzar a hacer parte de un proyecto social que busca descubrir nuevos talentos en las zonas del país que se vieron afectadas por la guerra. La idea es que este programa piloto que se está desarrollando en el Tolima se pueda llegar a expandir a las 26 zonas veredales donde están los excombatientes de las Farc.
En este momento en las otras zonas también hay actividades deportivas, sin embargo, estas se están llevando a cabo por iniciativa de los propios integrantes de las Farc, mas no hacen parte del proyecto de Cultura y Deporte. “Lo que más se juega es fútbol, pero hay personas que se ven interesadas por el atletismo y el voleibol. Cuando juegan, lo hacen para divertirse y pasar el tiempo. Antes, en medio de la guerra, hacían este tipo de deportes, pero ahora lo hacen con la tranquilidad de que no van a haber combates. Por eso se ven alegres y muy motivados”, le dijo a este diario una persona que estuvo visitando las zonas de concentración.
“De salir al potrero a correr todos detrás del balón han pasado a entender que hay unos puestos en la cancha y que, así como había estrategia en la guerra, también la hay en el fútbol. Esto son procesos de repetición. Jugar fútbol implica la repetición para memorizar, no es sólo tener habilidad con él balón”, asegura Cortés.
“No al fútbol profesional”
El proyecto de las Farc en el fútbol no contempla la idea de llegar en el corto plazo a participar en los torneos de la A o la B en Colombia, como se ha dicho. “Lo que queremos es comenzar la tarea desde la base, me refiero al fútbol aficionado. Primero debemos empezar a hacer equipos que puedan competir, luego que nos permitan inscribirnos en las ligas regionales y así poco a poco ir creciendo como institución deportiva”, reconoce Édgar Cortés, quien es consciente de que este proceso podría tomar varios años. “Tenemos que comenzar un proceso que han hecho varios clubes en Colombia. Algunos llevan hasta 50 años trabajando en la base y aún no han dado el salto al profesionalismo. Tenemos que ir paso a paso y respetando los conductos regulares”.
Y claro, la mayoría de excombatientes de las Farc pasan de los 20 años, lo que dificultaría el proceso de formación en el fútbol de base, pues en los torneos aficionados las categorías llegan hasta la Sub-20. Por eso aparece el proyecto social a futuro. La idea es que puedan hacer unas escuelas de fútbol en las regiones vulnerables en las que ha habido conflicto y en las que los implicados no son solo la guerrilla, sino la población civil.
“En esos territorios hay un conglomerado de personas en las edades que necesitamos para ir formando nuestras escuelas. Hay mucha gente que no tiene la oportunidad de llegar a entrenar en escuelas porque no tiene recursos. Queremos ser una alternativa para ellos. Por eso sabemos que es un trabajo largo, serio y juicioso”, insiste Cortés.
“Hay situaciones que sesgan. Hemos tenido una piedra en el zapato, que fue la noticia que daba por sentado que las Farc ya tenían un equipo y una casilla para participar en el fútbol profesional. Todo eso es una gran mentira. El equipo de La Paz FC nada tiene que ver con las Farc. El señor Félix Mora se ha hecho pasar como vocero de las Farc, pero él en ningún momento tuvo la oficialidad para hablar del tema y mucho menos para pedir contribuciones en nombre de esta organización. Ese señor está haciendo un gran ridículo”, aclara el vocero de fútbol de las Farc, que por esa razón entiende que se tenga cierta apatía por parte de la dirigencia del fútbol.
No obstante, aclara que en los próximos días habrá reuniones entre José Vicente Lesmes y los presidentes de la Federación Colombiana de Fútbol, Dimayor y Difútbol, para aclarar estos temas.
“Este acercamiento no lo hacemos porque tengamos la más mínima intención de que nos den una ficha o algo por el estilo. Simplemente buscamos visibilidad y que las cabezas del fútbol en Colombia estén enteradas de nuestras verdaderas intenciones. Esto es un proyecto a largo plazo que lo que busca es aportarle al país”.
Incluso en medio de la guerra, el deporte no estuvo ausente de las filas de las Farc. Después de una marcha por montañas y cordilleras, era común que los guerrilleros sacaran un espacio de su rutina militar para jugar voleibol, fútbol o ajedrez. En ese entonces, por sus mentes no estaba la idea de reemplazar su uniforme camuflado por la camiseta de los equipos a los que siempre habían admirado. Pero hoy en día, si uno va a alguno de los 26 espacios de reintegración de excombatientes, es común encontrarse con algunos hombres y mujeres vestidos con prendas de la selección de Colombia, Atlético Nacional, Millonarios, Santa Fe, América o incluso del Real Madrid o Barcelona.
Esto demuestra la pasión por el fútbol que tienen los integrantes de las Farc y de ahí la relevancia que le han dado el Estado Mayor y el Secretariado, en el posconflicto, al tema de la cultura y el deporte. Desde que se firmó el acuerdo de paz, nombraron a José Vicente Lesmes, alias Wálter, como el encargado de estas áreas y fue en ese momento cuando nació la idea de crear equipos de fútbol.
Desde ese momento, Wálter empezó asesorarse de gente externa a las Farc, pero que tuviera conocimiento en proyectos deportivos. Y ahí fue cuando se cruzó con Édgar Cortés, ex dirigente de Independiente Santa Fe y quien además fue integrante del M-19. La primera vez que se vieron fue en La Elvira, Cauca, allí hablaron sobre la posibilidad de crear un proyecto deportivo que sirviera como medio para lograr una integración a la vida civil.
Se eligió a Icononzo, Tolima, como la zona de concentración en la que se haría un plan piloto que consistiría en formar un equipo de fútbol. “En esa zona hay aproximadamente 300 personas, de las cuales 30 aceptaron comenzar a entrenar con un técnico que llevamos a que los preparara”, asegura Édgar Cortés, quien invitó a su amigo, el exfutbolista Astolfo Romero, a dirigir a este grupo de hombres y mujeres que todos los días se reúnen en horas de la tarde en la Normal de Icononzo, un colegio que les presta la cancha de fútbol.
Astolfo es un reconocido defensor central de Buenaventura que en su época como futbolista hizo parte de la selección colombiana de fútbol y varios clubes de primera división, como el Deportes Quindío y el Deportivo Cali. Entre sus grandes logros está haber sido convocado para disputar un partido de la selección Resto del Mundo en 1982, en la que compartió con jugadores como Zico, Falcao Junior, Sócrates y Pelé. También estuvo con Diego Armando Maradona, quien no pudo jugar ese partido por problemas personales.
Quienes entrenan con él tienen entre 23 y 30 años. Ninguno podrá llegar a ser futbolista profesional, sin embargo, lo que se busca es que de este grupo salga una base de entrenadores que en un futuro puedan comenzar a hacer parte de un proyecto social que busca descubrir nuevos talentos en las zonas del país que se vieron afectadas por la guerra. La idea es que este programa piloto que se está desarrollando en el Tolima se pueda llegar a expandir a las 26 zonas veredales donde están los excombatientes de las Farc.
En este momento en las otras zonas también hay actividades deportivas, sin embargo, estas se están llevando a cabo por iniciativa de los propios integrantes de las Farc, mas no hacen parte del proyecto de Cultura y Deporte. “Lo que más se juega es fútbol, pero hay personas que se ven interesadas por el atletismo y el voleibol. Cuando juegan, lo hacen para divertirse y pasar el tiempo. Antes, en medio de la guerra, hacían este tipo de deportes, pero ahora lo hacen con la tranquilidad de que no van a haber combates. Por eso se ven alegres y muy motivados”, le dijo a este diario una persona que estuvo visitando las zonas de concentración.
“De salir al potrero a correr todos detrás del balón han pasado a entender que hay unos puestos en la cancha y que, así como había estrategia en la guerra, también la hay en el fútbol. Esto son procesos de repetición. Jugar fútbol implica la repetición para memorizar, no es sólo tener habilidad con él balón”, asegura Cortés.
“No al fútbol profesional”
El proyecto de las Farc en el fútbol no contempla la idea de llegar en el corto plazo a participar en los torneos de la A o la B en Colombia, como se ha dicho. “Lo que queremos es comenzar la tarea desde la base, me refiero al fútbol aficionado. Primero debemos empezar a hacer equipos que puedan competir, luego que nos permitan inscribirnos en las ligas regionales y así poco a poco ir creciendo como institución deportiva”, reconoce Édgar Cortés, quien es consciente de que este proceso podría tomar varios años. “Tenemos que comenzar un proceso que han hecho varios clubes en Colombia. Algunos llevan hasta 50 años trabajando en la base y aún no han dado el salto al profesionalismo. Tenemos que ir paso a paso y respetando los conductos regulares”.
Y claro, la mayoría de excombatientes de las Farc pasan de los 20 años, lo que dificultaría el proceso de formación en el fútbol de base, pues en los torneos aficionados las categorías llegan hasta la Sub-20. Por eso aparece el proyecto social a futuro. La idea es que puedan hacer unas escuelas de fútbol en las regiones vulnerables en las que ha habido conflicto y en las que los implicados no son solo la guerrilla, sino la población civil.
“En esos territorios hay un conglomerado de personas en las edades que necesitamos para ir formando nuestras escuelas. Hay mucha gente que no tiene la oportunidad de llegar a entrenar en escuelas porque no tiene recursos. Queremos ser una alternativa para ellos. Por eso sabemos que es un trabajo largo, serio y juicioso”, insiste Cortés.
“Hay situaciones que sesgan. Hemos tenido una piedra en el zapato, que fue la noticia que daba por sentado que las Farc ya tenían un equipo y una casilla para participar en el fútbol profesional. Todo eso es una gran mentira. El equipo de La Paz FC nada tiene que ver con las Farc. El señor Félix Mora se ha hecho pasar como vocero de las Farc, pero él en ningún momento tuvo la oficialidad para hablar del tema y mucho menos para pedir contribuciones en nombre de esta organización. Ese señor está haciendo un gran ridículo”, aclara el vocero de fútbol de las Farc, que por esa razón entiende que se tenga cierta apatía por parte de la dirigencia del fútbol.
No obstante, aclara que en los próximos días habrá reuniones entre José Vicente Lesmes y los presidentes de la Federación Colombiana de Fútbol, Dimayor y Difútbol, para aclarar estos temas.
“Este acercamiento no lo hacemos porque tengamos la más mínima intención de que nos den una ficha o algo por el estilo. Simplemente buscamos visibilidad y que las cabezas del fútbol en Colombia estén enteradas de nuestras verdaderas intenciones. Esto es un proyecto a largo plazo que lo que busca es aportarle al país”.