Yeison Guzmán, un 10 clásico en una tierra sin dieces
Análisis y entrevista con uno de los futbolistas más talentosos de Colombia en un fútbol actual que ha tenido la tendencia a menospreciar a los creadores.
Thomas Blanco- @thomblalin
Llevan dos décadas fusilándolos, vaticinando su final. Y ahí siguen, muchos menos que antes, pero siguen. Algunos camuflados como extremos o como interiores, adaptándose a un sistema que antes se diseñaba para ellos. Hay quienes culpan al ritmo, otros a la intensidad, muchos al culto al cuerpo. Y en el fútbol colombiano hay un 10 clásico que es el principal creador de la liga: Yeison Guzmán, el único futbolista capaz de mantener un promedio de tres pases claves por partido. Eso sí, sabe que a sus 22 años, ya con más de cien partidos en primera con Envigado, no está parado en tierra de nadie, pero sí en suelo de muy pocos.
El caso reciente más renombrado es el de Mesut Ozil. Las palabras lapidarias de Joachim Low, seleccionador de Alemania, tras dejarlo por fuera de las convocatorias, sentenciaron su final y el de varios otros. “Tipos como Platini y Zidane llevan sin aparecer hace rato. Los creadores, los que generan el juego, están más al fondo en posiciones más defensivas. Son los que controlan el juego y más contacto tienen con la pelota, pero la situación es que el 10 realmente ya no existe, desde hace un buen tiempo”.
Juan Mata, centrocampista del Manchester United, hace una pregunta: “¿Qué equipo top ficharía hoy a Juan Román Riquelme o a Juan Carlos Valerón? ‘Muy lentos’, dirían. Tal vez no estamos extintos, pero ya no nos usan como antes. En el pasado siempre había ese 10 puro detrás del 9 o de los dos delanteros. Con los sistemas de ahora se han tenido que convertir en otra cosa, pero a mí me gusta cuando un talento natural hace mejor al equipo y puede cambiar un partido con un pase o algo que nadie más ve”, dijo en una entrevista con The Athletic.
(Lea: Yerson Mosquera, el central, bailarín y catador de quesos del futuro)
Y Ricardo Bochini, máximo ídolo de Independiente, se suma a una nostalgia por una posición que va en decadencia. “Quedan pocos jugadores así, en mi época había más. Todos los equipos tenían mínimo uno. Si vos te ponés a mirar, para conseguir un 10, Argentina podía escoger entre Maradona, Beto Alonso, José Valencia, Ricardo Villa, yo... en fin. Te puedo nombrar cinco más. Pero yo soy de los que piensa que un 10 bueno va a jugar en cualquier época, tiene que tener condiciones rápidas, gambetas ágiles. El futbolista lento o que marcan fácil no va a poder jugar. Si sos veloz con una técnica depurada tendrás espacio en todos los tiempos”, le confesó a este diario.
James Rodríguez, máxima portada del Envigado, también se sumó al debate. “Ya los niños no quieren ser 10. Ahora todos juegan 4-4-2 o 4-3-3. Ahora quieren ser extremos, 9, mediocentros, porque el fútbol ha creado eso. Si un DT tiene a un 10, lo pone a un lado, porque ahora no solo quieren jugadores rápidos, quieren uno contra uno, que corran, que centren”, dice quien en el Everton ha jugado como extremo derecho recortando hacia adentro. Y quien en el Real Madrid, en su mejor versión, se adaptó como interior, más lejos del arco.
Yeison Guzmán, otra alma nostálgica de esa especie que parece cotizar a la baja. Mide 1,67 metros de humanidad, da buen trato a la pelota, lento, y es uno de los jugadores mejor dotados técnicamente del fútbol colombiano. “Desde hace tiempo quieren acabar con el 10, quieren un fútbol más táctico, de correr y meter, pero el fútbol necesita del tipo que te haga la pausa, que piense. Me he ido adaptando a la banda para luego jugar por dentro. A mí me gusta el buen trato a la pelota, ver los espacios que los demás no pueden ver, esa es la mejor virtud que yo tengo. También tengo llegada a gol, buena técnica, me entiendo bien con todos mis compañeros, me gusta poner a jugar al equipo un mejor fútbol. Eso es un 10 clásico para mí y eso es lo que soy”, dice Yeison en charla con El Espectador.
Un hombre al que la madurez, a una semana de cumplir 23 años, le enseñó que no se trata de correr más sino de correr mejor. “No es estar en todos lados sino estar en el lugar donde debo estar. Antes tenía más ansiedad, salía con más ganas, a correr y meter, pero la experiencia te enseña que todo consiste en tomar mejores decisiones y saber pararse en la cancha”.
(Lea también: “Quise que el Pasto jugara a lo Guardiola, a lo Simeone y a lo Diego Corredor”)
¿Su debilidad? La de casi todos los de su estirpe: el sacrificio en defensa. “Lo único que me falta es ayudar más en la marca”, apunta el hombre que tiene como ídolo a Ronaldinho.
Creció en La Unión, Antioquia. Erigió en el equipo Belén La Nubia Arco Zaragoza luego de brillar en la Pony Fútbol. Eso sí, no entrenaba con sus compañeros, solo jugaba los partidos oficiales. Eran dos horas de trayecto hacia Medellín. Ni el tiempo, ni el dinero. “Hacía tres o cinco goles por partido, por eso me dejaban hacer eso”. Hasta que a los 13, patrocinado por Envigado, se fue a la capital antioqueña.
“El ser un 10 clásico es la razón por la que Yeison no ha cambiado de equipo aún. Para mí, es el mejor pasador de la liga colombiana. Nadie abre una defensa como él, aparte le ha añadido goles a su juego. Y será más efectivo cuando tenga compañeros con más calidad. Si le hacen un desmarque, Yeison lo va a encontrar”, dice Simon Edwards, periodista radicado en Medellín del World Football Index. Y concluye: “Sí, tiene limitaciones físicas, pero no veo el porqué no puede hacer como Quintero siendo el más creativo de un medio de tres o como extremo recostándose hacia adentro. Si no hay espacio en el fútbol moderno para un futbolista premiado como Yeison Guzmán, esa sería una verdadera pena”.
Pero Guzmán sabe que vienen mejores cosas para él en el que será su último semestre en Colombia. Encontrar un equipo ideal para él, el principal desafío. “El mejor shampoo para jugar al más alto nivel es Europa”. ¿Dónde? “No te sabría decir, en cualquier momento llega lo inesperado”, sentencia el ’10′ clásico de la liga. En un fútbol con menos dieces que, para Juan Mata, se resume y se explica en la apología al resultado: “Ganar ya no es lo primordial, es lo único”.
Por: Thomas Blanco- @thomblalin
Llevan dos décadas fusilándolos, vaticinando su final. Y ahí siguen, muchos menos que antes, pero siguen. Algunos camuflados como extremos o como interiores, adaptándose a un sistema que antes se diseñaba para ellos. Hay quienes culpan al ritmo, otros a la intensidad, muchos al culto al cuerpo. Y en el fútbol colombiano hay un 10 clásico que es el principal creador de la liga: Yeison Guzmán, el único futbolista capaz de mantener un promedio de tres pases claves por partido. Eso sí, sabe que a sus 22 años, ya con más de cien partidos en primera con Envigado, no está parado en tierra de nadie, pero sí en suelo de muy pocos.
El caso reciente más renombrado es el de Mesut Ozil. Las palabras lapidarias de Joachim Low, seleccionador de Alemania, tras dejarlo por fuera de las convocatorias, sentenciaron su final y el de varios otros. “Tipos como Platini y Zidane llevan sin aparecer hace rato. Los creadores, los que generan el juego, están más al fondo en posiciones más defensivas. Son los que controlan el juego y más contacto tienen con la pelota, pero la situación es que el 10 realmente ya no existe, desde hace un buen tiempo”.
Juan Mata, centrocampista del Manchester United, hace una pregunta: “¿Qué equipo top ficharía hoy a Juan Román Riquelme o a Juan Carlos Valerón? ‘Muy lentos’, dirían. Tal vez no estamos extintos, pero ya no nos usan como antes. En el pasado siempre había ese 10 puro detrás del 9 o de los dos delanteros. Con los sistemas de ahora se han tenido que convertir en otra cosa, pero a mí me gusta cuando un talento natural hace mejor al equipo y puede cambiar un partido con un pase o algo que nadie más ve”, dijo en una entrevista con The Athletic.
(Lea: Yerson Mosquera, el central, bailarín y catador de quesos del futuro)
Y Ricardo Bochini, máximo ídolo de Independiente, se suma a una nostalgia por una posición que va en decadencia. “Quedan pocos jugadores así, en mi época había más. Todos los equipos tenían mínimo uno. Si vos te ponés a mirar, para conseguir un 10, Argentina podía escoger entre Maradona, Beto Alonso, José Valencia, Ricardo Villa, yo... en fin. Te puedo nombrar cinco más. Pero yo soy de los que piensa que un 10 bueno va a jugar en cualquier época, tiene que tener condiciones rápidas, gambetas ágiles. El futbolista lento o que marcan fácil no va a poder jugar. Si sos veloz con una técnica depurada tendrás espacio en todos los tiempos”, le confesó a este diario.
James Rodríguez, máxima portada del Envigado, también se sumó al debate. “Ya los niños no quieren ser 10. Ahora todos juegan 4-4-2 o 4-3-3. Ahora quieren ser extremos, 9, mediocentros, porque el fútbol ha creado eso. Si un DT tiene a un 10, lo pone a un lado, porque ahora no solo quieren jugadores rápidos, quieren uno contra uno, que corran, que centren”, dice quien en el Everton ha jugado como extremo derecho recortando hacia adentro. Y quien en el Real Madrid, en su mejor versión, se adaptó como interior, más lejos del arco.
Yeison Guzmán, otra alma nostálgica de esa especie que parece cotizar a la baja. Mide 1,67 metros de humanidad, da buen trato a la pelota, lento, y es uno de los jugadores mejor dotados técnicamente del fútbol colombiano. “Desde hace tiempo quieren acabar con el 10, quieren un fútbol más táctico, de correr y meter, pero el fútbol necesita del tipo que te haga la pausa, que piense. Me he ido adaptando a la banda para luego jugar por dentro. A mí me gusta el buen trato a la pelota, ver los espacios que los demás no pueden ver, esa es la mejor virtud que yo tengo. También tengo llegada a gol, buena técnica, me entiendo bien con todos mis compañeros, me gusta poner a jugar al equipo un mejor fútbol. Eso es un 10 clásico para mí y eso es lo que soy”, dice Yeison en charla con El Espectador.
Un hombre al que la madurez, a una semana de cumplir 23 años, le enseñó que no se trata de correr más sino de correr mejor. “No es estar en todos lados sino estar en el lugar donde debo estar. Antes tenía más ansiedad, salía con más ganas, a correr y meter, pero la experiencia te enseña que todo consiste en tomar mejores decisiones y saber pararse en la cancha”.
(Lea también: “Quise que el Pasto jugara a lo Guardiola, a lo Simeone y a lo Diego Corredor”)
¿Su debilidad? La de casi todos los de su estirpe: el sacrificio en defensa. “Lo único que me falta es ayudar más en la marca”, apunta el hombre que tiene como ídolo a Ronaldinho.
Creció en La Unión, Antioquia. Erigió en el equipo Belén La Nubia Arco Zaragoza luego de brillar en la Pony Fútbol. Eso sí, no entrenaba con sus compañeros, solo jugaba los partidos oficiales. Eran dos horas de trayecto hacia Medellín. Ni el tiempo, ni el dinero. “Hacía tres o cinco goles por partido, por eso me dejaban hacer eso”. Hasta que a los 13, patrocinado por Envigado, se fue a la capital antioqueña.
“El ser un 10 clásico es la razón por la que Yeison no ha cambiado de equipo aún. Para mí, es el mejor pasador de la liga colombiana. Nadie abre una defensa como él, aparte le ha añadido goles a su juego. Y será más efectivo cuando tenga compañeros con más calidad. Si le hacen un desmarque, Yeison lo va a encontrar”, dice Simon Edwards, periodista radicado en Medellín del World Football Index. Y concluye: “Sí, tiene limitaciones físicas, pero no veo el porqué no puede hacer como Quintero siendo el más creativo de un medio de tres o como extremo recostándose hacia adentro. Si no hay espacio en el fútbol moderno para un futbolista premiado como Yeison Guzmán, esa sería una verdadera pena”.
Pero Guzmán sabe que vienen mejores cosas para él en el que será su último semestre en Colombia. Encontrar un equipo ideal para él, el principal desafío. “El mejor shampoo para jugar al más alto nivel es Europa”. ¿Dónde? “No te sabría decir, en cualquier momento llega lo inesperado”, sentencia el ’10′ clásico de la liga. En un fútbol con menos dieces que, para Juan Mata, se resume y se explica en la apología al resultado: “Ganar ya no es lo primordial, es lo único”.
Por: Thomas Blanco- @thomblalin