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Cuando Carlos Queiroz fue presentado como nuevo técnico de la selección colombiana de fútbol, fue muy claro al decir que no llegaría a comenzar una tarea de cero, sino que aprovecharía las sólidas bases que dejó el trabajo de su antecesor: José Pékerman. Por eso, desde su primera convocatoria optó por llamar a la misma base de jugadores que venían haciendo parte del proceso. Pero con el paso del tiempo, el portugués se ha desmarcado de muchos esquemas que había en la era anterior y ha querido imprimir un sello propio. (La selección de Colombia sub-23 perdió amistoso ante Brasil)
La Copa América de Brasil 2019 fue el estreno oficial de Queiroz y desde el primer partido, ante Argentina en el estadio Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía, sorprendió. Salió ante la albiceleste de Lionel Messi con un planteamiento ofensivo, con una idea clara de presionar arriba, tener posesión de balón y hacer rápidas transiciones de defensa a ataque con un módulo táctico de 4-3-3 que no se había usado recientemente en el equipo de mayores.
En defensa, apostó por laterales que se preocuparan más por marcar que por atacar, además consolidó a la dupla Mina-Sánchez. En la línea de tres volantes, Wílmar Barrios como eje y por los lados Matheus Uribe y Juan Guillermo Cuadrado, este último con libertad de pasar al ataque constantemente. Adelante, tres delanteros: uno como referente de área (Falcao) y por las bandas Luis Fernando Muriel y James Rodríguez, quien también estaba obligado a ayudar a cubrir los espacios que diera Cuadrado al momento de subir.
El resultado fue más que positivo: un 2-0 que llenó de confianza a un equipo que en su momento ilusionó a los hinchas colombianos con la posibilidad de obtener un nuevo título continental. Colombia, con Pékerman, venía acostumbrada a variar mucho su manera de jugar dependiendo del rival. Ante los grandes como Argentina, Brasil o Uruguay, era común que se plantearan partidos defensivos, en el que se apostaba al contraataque. Ahora, con el sello de Queiroz, la idea es jugar a lo mismo sin importar quién esté al frente.
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Y eso no siempre sale, eso está claro. El fútbol no es perfecto como las matemáticas y hay miles de factores que influyen durante un partido. En la Copa América, la estantería se cayó ante Chile. El 4-3-3 y la idea de juego fueron los mismos de partidos anteriores, pero los chilenos pasaron por encima, a pesar de que no pudieron concretar la superioridad y el marcador final fue de 0-0. Luego, en los penales, la suerte jugó a favor de los australes.
El primer examen de Carlos Queiroz fue positivo, sin embargo, quedó reflejado que en Sudamérica ya no hay tantas diferencias entre los equipos y por eso, pensando en las eliminatorias, no se puede parpadear y hay que tener claro un plan que permita seguir creciendo. De trabajo sí que sabe el portugués y por eso en su oficina de la sede deportiva de la Federación Colombiana de Fútbol, en Bogotá, no ha salido mucho en estos meses. Descansó un par de semanas en familia y regresó a seguir con sus labores.
Y en este tiempo llegó a algunas conclusiones que probará este viernes en el amistoso que disputará Colombia ante Brasil (7:30 p.m., por el Gol Caracol) en el Hard Rock Stadium de Miami. Lo primero es que no contará con los referentes Radamel Falcao García y James Rodríguez, quienes no fueron convocados. El primero porque no había definido su futuro y estaba cerrando su vinculación al Galatasaray, de Turquía, y el segundo por una lesión muscular.
Entre los convocados llama la atención que no hay ningún volante de creación. Ignoró a Edwin Cardona, quien había sido parte de la Copa América. Además, no pensó en recambio en ese puesto con hombres como Jarlan Barrera o Andrés Ricaurte. Eso quiere decir que, para él, en su equipo no hay 10, mucho más teniendo en cuenta que el esquema que quiere consolidar es el 4-3-3.
En cuanto a los arqueros, la novedad fue la no convocatoria de Camilo Vargas, quien definitivamente no es de los aprecios del DT. En la Copa, cuando lo pudo poner a atajar ante Paraguay, durante el viaje de Ospina a Colombia para visitar a su padre, que estaba enfermo, prefirió a Álvaro Montero, quien llevaba mucho menos tiempo en la selección. Esta vez, Montero sigue siendo el suplente, pero Aldair Quintana y Edder Chaux están luchando por el puesto del tercer arquero. A excepción de Ospina, el perfil de guardameta que busca Queiroz es el del típico europeo, con gran talla y buen manejo de la pelota con los pies. De hecho, para esta concentración en Estados Unidos incluyó en su equipo técnico al irlandés Des McAleenan, preparador de arqueros con quien ya había trabajado antes. Se dice que podría relevar en el cargo a Eduardo Niño, quien, aunque no está en este ciclo de trabajo en Estados Unidos, no ha sido desvinculado de manera oficial de la Federación.
(Queiroz: "Le tenemos mucho respeto a Brasil")
El juego de esta noche ante Brasil será la oportunidad para seguir demostrando evolución, construyendo una identidad sin importar quiénes sean los hombres en la cancha, para que ese 4-3-3 cada vez se juegue de una manera más natural. Brasil, vigente campeón de América, será un duro rival, que además contará con el regreso de Neymar, quien se perdió la Copa por lesión. La más probable formación de Colombia sería con David Ospina en el arco; Stefan Medina, Dávinson Sánchez, Yerry Mina y William Tesillo en defensa; Juan Guillermo Cuadrado, Wílmar Barrios y Matheus Uribe como volantes, y Luis Fernando Muriel, Duván Zapata y Roger Martínez en ataque.
Entre las alternativas se destacan jugadores como Yairo Moreno, figura en el fútbol mexicano y quien puede jugar como volante o extremo izquierdo o derecho, y Rafael Santos Borré, referente y goleador de River Plate, quien desde hace un buen tiempo estaba pidiendo pista en el equipo de mayores.
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