Juan Espitia: “Asumir esta responsabilidad que es Santa Fe es algo difícil”
El guardameta cardenal Juan Espitia habló sobre su llegada al equipo. Una entrevista a propósito del juego de esta noche (9:00) contra Universitario de Perú.
Andrés Osorio Guillott
Santa Fe se juega el todo por el todo. Luego de caer en su visita a Gimnasia y Esgrima de Argentina, los cardenales reciben este jueves a Universitario de Perú en El Campín con la obligación de ganar para alcanzarlo en la tabla del grupo G y seguir con vida en la Copa Sudamericana.
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Santa Fe se juega el todo por el todo. Luego de caer en su visita a Gimnasia y Esgrima de Argentina, los cardenales reciben este jueves a Universitario de Perú en El Campín con la obligación de ganar para alcanzarlo en la tabla del grupo G y seguir con vida en la Copa Sudamericana.
Sin Juan Daniel Roa, Wilson Morelo y José Enamorado, pero con el regreso de Kevin Mantilla y Jhojan Torres, Santa Fe buscará tres puntos que lo dejen con siete, la misma cantidad de su adversario, que es segundo y tiene una unidad menos que Goias de Brasil, líder del grupo.
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De cara a este partido, hablamos con el arquero Juan Espitia, quien ha venido siendo titular con Santa Fe y le ganó el puesto a José Silva, que reemplazó a principios de esta temporada a Leandro Castellanos, que se retiró del fútbol y dejó un legado imborrable en el arco del león.
Un puesto que precisamente se ha convertido en insignia para Santa Fe, que en la última década tuvo a Castellanos, a Robinson ‘Rufay’ Zapata -que hoy reemplaza en el banco a Gerardo Bedoya, técnico interino del cuadro capitalino, que está sancionado- y a Camilo Vargas, jugadores de renombre que por sus atajadas y seguridad también fueron claves en los títulos que obtuvo la institución en su época más gloriosa.
Espitia, de 23 años, empezó primero con el microfútbol en el parque municipal de Moniquirá, Boyacá, municipio en el que creció junto a su hermano, que fue el que le inculcó el gusto por ser arquero partido tras partido en las canchas del pueblo. A Santa Fe llegó hace cuatro años y desde entonces fue construyendo su identidad con la misma resiliencia y garra que caracterizan al león. “Tuve la oportunidad de hacer una prueba en febrero de 2019. Vivo muy agradecido con esa chance que se me brindó. Fue un éxtasis para mí porque venía de ser rechazado en otros lados y que me brindaran ese apoyo fue bastante bueno para mí”.
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En este lapso de cuatro años, tuvo un paso muy corto por Tigres, equipo de la segunda división del fútbol colombiano. “Fue algo muy duro, creo que la experiencia fue difícil. No tuve la continuidad que pensé que de pronto iba a tener, pude haber tenido más partidos, teniendo Copa y Torneo quizá aspiraba a jugar un poquito más, pero la verdad asumí de la mejor manera ese proceso. Estar en un torneo donde se juega a otra velocidad, otro ritmo, me ayudó a comprender muchas cosas. Quedé igual contento con lo que se me brindó ese club”.
En lo que va del año, Espitia registra 10 partidos jugados y reconoce que su titularidad con Santa Fe, algo que venía buscando con disciplina y paciencia, se dio en un momento difícil, con la crisis de resultados que impidió que el equipo clasificara a los cuadrangulares de la Liga y esté pendiendo de un hilo en la Copa Sudamericana.
“He aprendido muchas cosas. El carácter que tengo me lo ha formado el equipo. Entiendo que el hincha es pasional, como yo también lo soy. Las cosas pueden pasar, estamos expuestos al error. Ese momento en el que el equipo tuvo un bajón en liga, en el que se dicen muchas cosas, me ayudó a fortalecer mi mente. Y yo sigo trabajando. Esto no acaba nunca. Hay que mejorar cada día, mejorar acciones de juego, y ahora con mi entrenador que es Rufay, sigo trabajando”.
En el día a día son sus compañeros los que lo motivan a crecer profesional y personalmente, y antes de los partidos, no como una cábala según él, pero sí como un paso que no puede faltar, busca la seguridad y la tranquilidad en su mamá, que siempre atiende sus llamadas para darle la bendición y desearle suerte para cada compromiso que afronta como el arquero titular de Santa Fe.
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A Leandro Castellanos lo tiene muy presente. “Ha sido una persona que me ha ayudado al ciento por ciento. Es la persona que más admiro en esta profesión. Vivo muy agradecido por poder encontrarme con una persona que me dio apoyo y me ayudó a forjar el carácter. Me dio muchos consejos y no solo de fútbol. Me ayudó académicamente. Eso me está permitiendo mejorar en lo que es mi personalidad día a día, porque asumir esta responsabilidad que es Santa Fe es difícil, pero con todo su apoyo lo he logrado. Una anécdota rápida es cuando volvíamos de pandemia, yo no venía en mi mejor nivel, en ese momento estábamos en finales. Se me acercó, me regañó de una manera adecuada, pero me sentí golpeado y eso me ayudó a ponerme mejor, a tratar de superarme y estar al ritmo de ellos. Eso fue para mí un plus”.
Espitia sabe que la juventud trae consigo virtudes propias de ese momento de la vida, pero a falta de experiencia, los referentes se hacen necesarios para no perder el foco. Y no solo es Leandro Castellanos un ejemplo específico para su rol en el campo, también lo son los que están al otro lado de la cancha, los que por recorrido y también por personalidad se vuelven en ejemplos. De Wilson Morelo y Hugo Rodallega también aprende a diario. “Hugo y Wilson son personas de las cuales he aprendido mucho. Saber que están en la misma posición, el respeto que se tienen y como se entrenan es algo que he detallado. Sigo mejorando, sigo trabajando con ellos porque son goleadores, de manera que tienen sus tips y yo voy captando cómo cobran los penales, la facilidad que tienen para patear, en qué dirección lo hacen, y todo eso me ha ayudado a seguir mejorando deportivamente”.
Cuando a la responsabilidad se le suma la gratitud es mucho más probable que las acciones encuentren siempre un buen puerto, eso al final compone en gran parte el sentido de pertenencia. A pesar de la corta edad, Espitia sabe lo que es vestir la camiseta de Santa Fe y afrontar retos como este del presente, de jugar un torneo internacional que los cardenales ya han ganado, alimenta no solo su cariño por el equipo, sino que aporta a su progreso como persona y profesional. “Yo vivo muy agradecido con Santa Fe. El momento en que se me brinda la oportunidad no era fácil, lo asumí con la mayor responsabilidad. Lo que me brinda estar en un club como Independiente Santa Fe es único. Estoy contento con lo que se me ofrece día a día y estoy comprometido con el profe que esté”.
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