Santa Fe es mi casa: "Trencito" Valencia
El jugador formado en el club cardenal, hijo del “Tren” Valencia, ya solucionó los problemas con Rosario Central de Argentina, es jugador libre y ahora se prepara en Bogotá con el equipo cardenal.
Luis Guillermo Montenegro
A escasos meses de graduarse como bachiller, José Adolfo Valencia Arrechea, de 16 años, debutó como jugador de Independiente Santa Fe en el estadio El Campín, ante La Equidad. Esa noche se estrenó con gol y se dio a conocer ante la hinchada cardenal, que al verlo recordaba a su papá, el Tren, uno de los grandes ídolos del club. Un total de 48 partidos jugó el Trencito con Santa Fe, marcó cinco goles y de manera inesperada, a los 19 años, se fue para la MLS. Antes fue campeón de la Copa Colombia, en 2009. No obstante, una de sus frustraciones es no haber podido dar una de las vueltas olímpicas que dio el club en estos últimos años —dos ligas, dos superligas, una Sudamericana—. “Preciso cuando me fui comenzó Santa Fe a ganarlo todo”, dice con humor el futbolista que hoy tiene 24 años.
En Argentina las cosas marchaban bien: jugó en Olimpo, Rosario Central e Independiente de Avellaneda, sin embargo, de un momento a otro se le cerraron las puertas. Una mañana llegaba al entrenamiento de Independiente, pero los celadores no lo dejaron entrar, por supuesta orden de arriba. A él le extrañó, pero al poco tiempo lo sacaron de manera inexplicable, todo porque ese club necesitaba liberar un cupo de extranjeros para poder contratar al uruguayo Cristian Cebolla Rodríguez. En teoría, debía regresar a Rosario Central, club con el que tenía contrato, pero lo trataron mal, no lo tuvieron en cuenta y quedó a la deriva. Luego pudo ir a otros clubes de Europa, pero para poder quedar como jugador libre e ir al equipo que quisiera debía esperar a que terminara su contrato con el club rosarino, de lo contrario se oficializaría un préstamo y quedaría amarrado al cuadro argentino.
Por eso desde el año pasado no jugaba y se dedicó a aprovechar el tiempo libre para viajar y entrenarse por su cuenta, mientras se solucionaba la situación. Hoy en día, con el pase en sus manos y la libertad de ser contratado por el club que quiera, el Trencito entrena con Independiente Santa Fe, el equipo en el que se formó y en el que espera quedarse, triunfar y dar el anhelado salto al fútbol de Europa.
¿Qué significa Santa Fe para usted?
Santa Fe es mi casa, un equipo muy especial que me dio todo para salir. Siempre vivo muy agradecido por eso. Acá viví momentos difíciles, y otros alegres, como el de ser campeón de Copa Colombia con el club, un título después de muchos años. Tengo muy buenas amistades y a Santa Fe siempre lo llevo en mi corazón.
¿Ha estado pendiente del equipo en estos últimos años de gloria?
Siempre he intentado hacerlo. La verdad es que es algo agridulce, porque mientras yo estaba por fuera, a Santa Fe le fue muy bien. A mí me hubiese gustado estar acá para ganar todos los títulos que ha logrado ganar, como la Liga y la Sudamericana.
¿Es especial volver?
Es algo muy especial, algo que me llena de fuerzas y energía. Vengo de una etapa difícil, en el sentido en que estuve peleando el pase con Rosario Central. Afortunadamente ya todo se ha solucionado y de qué mejor manera que venir a entrenar a este lugar en el que me siento tan bien. En Bogotá estudié, hice amigos y parte de mi familia está radicada. Lo único duro son los trancones, pero ya me sé mis buenos atajos (risas). La verdad es que disfruto mucho de esta ciudad.
¿Qué tan diferente es el club de hoy al de 2008 y 2011, cuando estuvo?
Es un ambiente más profesional el que se vive ahora. El club ha cambiado en todos los sentidos. Desde la presidencia se han venido haciendo cosas importantes y los resultados se han dado. Veo un grupo que es como una familia y que tiene un sentido de pertenencia por lo que es Santa Fe. Creo que eso es algo muy importante, y por el cariño que le tengo a este equipo me siento muy feliz de verlo tan bien.
¿Por qué se demoró tanto en solucionar el problema con Rosario Central?
Ellos no querían contar conmigo, pero había un contrato, así que me tocó entrar en disputa con Rosario Central para ser un jugador libre. Tenía que aguantar para quedar con mi pase en la mano. Fue duro porque tuve opciones de ir a otros equipos, pero si aceptaba, se oficializaba el préstamo de Rosario Central a otro club, y yo lo que quería era no seguir vinculado a ese equipo argentino porque no me trataron bien y para mí fue muy difícil. Por eso optamos con mi representante por quedarnos quietos para obtener el pase y ahí sí poder ir al club que yo quisiera.
¿Y qué hizo en ese tiempo sin equipo?
La verdad es que me lo tomé con tranquilidad y alegría. Yo creo que en la carrera del fútbol no hay mucho tiempo para estar en familia, así que he aprovechado para hacerlo. Viajé a Europa con mi familia, conocí lugares nuevos, aproveché a visitar amigos como James Rodríguez, quien me atendió muy bien en Madrid. Guarín me recibió cuando estaba en Milán. También entrené, estuve moviéndome, porque yo vivo de esto y es fundamental mantener un buen estado físico por más que no se esté vinculado a un club. Son momentos difíciles, pero creo que lo viví de una manera muy amena, muy alegre, y así se me facilitó todo.
¿Tuvo opciones de quedarse y jugar allá?
Sí, pero tenía que ser firme en mi decisión de aguantar para quedar con el pase en las manos.
¿Cómo se siente físicamente?
Me siento bien, pero sé que debo estar mejor. Soy un José Valencia muy maduro después de todo lo que ha pasado. El camino no ha sido fácil. Pero estoy consciente de que esto es lo que me gusta, quiero volver a jugar y volver a sonar como lo hice hace unos años.
¿Cuál es la idea a futuro?
Yo creo que el fútbol va dando las bases y los momentos van indicando el camino. Lo primordial ahora es prepararme bien, firmar con un club, jugar, ser protagonista, sonar nuevamente y ahí sí luchar por los grandes sueños de todo futbolista, que es integrar la selección nacional y dar el salto a Europa.
Pero ¿Santa Fe sería una buena opción para volver a jugar?
Claro que sí. Santa Fe es uno de los equipos más importantes de América, lo respetan a donde va porque en los últimos años ha demostrado su jerarquía. Me gusta mucho la propuesta del presidente Pastrana con este nuevo cuerpo técnico y con los jugadores que hay. Pero, la verdad, por ahora estoy solamente entrenando, debo tener paciencia porque la decisión de jugar acá no depende sólo de mis deseos sino de muchas personas.
Pero, si Santa Fe avanza a la otra fase de Libertadores, ¿lo podrían llegar a inscribir?
La verdad es que por ahora estoy pensando más en el tema de mi adaptación y mi recuperación física y futbolística. Sé que debo ser muy profesional y agradecido con Santa Fe y el presidente Pastrana por esta gran oportunidad que me han dado de entrenar acá. Mi idea es aprovechar este tiempo y sé que, venga lo que venga, será lo mejor para mí.
A escasos meses de graduarse como bachiller, José Adolfo Valencia Arrechea, de 16 años, debutó como jugador de Independiente Santa Fe en el estadio El Campín, ante La Equidad. Esa noche se estrenó con gol y se dio a conocer ante la hinchada cardenal, que al verlo recordaba a su papá, el Tren, uno de los grandes ídolos del club. Un total de 48 partidos jugó el Trencito con Santa Fe, marcó cinco goles y de manera inesperada, a los 19 años, se fue para la MLS. Antes fue campeón de la Copa Colombia, en 2009. No obstante, una de sus frustraciones es no haber podido dar una de las vueltas olímpicas que dio el club en estos últimos años —dos ligas, dos superligas, una Sudamericana—. “Preciso cuando me fui comenzó Santa Fe a ganarlo todo”, dice con humor el futbolista que hoy tiene 24 años.
En Argentina las cosas marchaban bien: jugó en Olimpo, Rosario Central e Independiente de Avellaneda, sin embargo, de un momento a otro se le cerraron las puertas. Una mañana llegaba al entrenamiento de Independiente, pero los celadores no lo dejaron entrar, por supuesta orden de arriba. A él le extrañó, pero al poco tiempo lo sacaron de manera inexplicable, todo porque ese club necesitaba liberar un cupo de extranjeros para poder contratar al uruguayo Cristian Cebolla Rodríguez. En teoría, debía regresar a Rosario Central, club con el que tenía contrato, pero lo trataron mal, no lo tuvieron en cuenta y quedó a la deriva. Luego pudo ir a otros clubes de Europa, pero para poder quedar como jugador libre e ir al equipo que quisiera debía esperar a que terminara su contrato con el club rosarino, de lo contrario se oficializaría un préstamo y quedaría amarrado al cuadro argentino.
Por eso desde el año pasado no jugaba y se dedicó a aprovechar el tiempo libre para viajar y entrenarse por su cuenta, mientras se solucionaba la situación. Hoy en día, con el pase en sus manos y la libertad de ser contratado por el club que quiera, el Trencito entrena con Independiente Santa Fe, el equipo en el que se formó y en el que espera quedarse, triunfar y dar el anhelado salto al fútbol de Europa.
¿Qué significa Santa Fe para usted?
Santa Fe es mi casa, un equipo muy especial que me dio todo para salir. Siempre vivo muy agradecido por eso. Acá viví momentos difíciles, y otros alegres, como el de ser campeón de Copa Colombia con el club, un título después de muchos años. Tengo muy buenas amistades y a Santa Fe siempre lo llevo en mi corazón.
¿Ha estado pendiente del equipo en estos últimos años de gloria?
Siempre he intentado hacerlo. La verdad es que es algo agridulce, porque mientras yo estaba por fuera, a Santa Fe le fue muy bien. A mí me hubiese gustado estar acá para ganar todos los títulos que ha logrado ganar, como la Liga y la Sudamericana.
¿Es especial volver?
Es algo muy especial, algo que me llena de fuerzas y energía. Vengo de una etapa difícil, en el sentido en que estuve peleando el pase con Rosario Central. Afortunadamente ya todo se ha solucionado y de qué mejor manera que venir a entrenar a este lugar en el que me siento tan bien. En Bogotá estudié, hice amigos y parte de mi familia está radicada. Lo único duro son los trancones, pero ya me sé mis buenos atajos (risas). La verdad es que disfruto mucho de esta ciudad.
¿Qué tan diferente es el club de hoy al de 2008 y 2011, cuando estuvo?
Es un ambiente más profesional el que se vive ahora. El club ha cambiado en todos los sentidos. Desde la presidencia se han venido haciendo cosas importantes y los resultados se han dado. Veo un grupo que es como una familia y que tiene un sentido de pertenencia por lo que es Santa Fe. Creo que eso es algo muy importante, y por el cariño que le tengo a este equipo me siento muy feliz de verlo tan bien.
¿Por qué se demoró tanto en solucionar el problema con Rosario Central?
Ellos no querían contar conmigo, pero había un contrato, así que me tocó entrar en disputa con Rosario Central para ser un jugador libre. Tenía que aguantar para quedar con mi pase en la mano. Fue duro porque tuve opciones de ir a otros equipos, pero si aceptaba, se oficializaba el préstamo de Rosario Central a otro club, y yo lo que quería era no seguir vinculado a ese equipo argentino porque no me trataron bien y para mí fue muy difícil. Por eso optamos con mi representante por quedarnos quietos para obtener el pase y ahí sí poder ir al club que yo quisiera.
¿Y qué hizo en ese tiempo sin equipo?
La verdad es que me lo tomé con tranquilidad y alegría. Yo creo que en la carrera del fútbol no hay mucho tiempo para estar en familia, así que he aprovechado para hacerlo. Viajé a Europa con mi familia, conocí lugares nuevos, aproveché a visitar amigos como James Rodríguez, quien me atendió muy bien en Madrid. Guarín me recibió cuando estaba en Milán. También entrené, estuve moviéndome, porque yo vivo de esto y es fundamental mantener un buen estado físico por más que no se esté vinculado a un club. Son momentos difíciles, pero creo que lo viví de una manera muy amena, muy alegre, y así se me facilitó todo.
¿Tuvo opciones de quedarse y jugar allá?
Sí, pero tenía que ser firme en mi decisión de aguantar para quedar con el pase en las manos.
¿Cómo se siente físicamente?
Me siento bien, pero sé que debo estar mejor. Soy un José Valencia muy maduro después de todo lo que ha pasado. El camino no ha sido fácil. Pero estoy consciente de que esto es lo que me gusta, quiero volver a jugar y volver a sonar como lo hice hace unos años.
¿Cuál es la idea a futuro?
Yo creo que el fútbol va dando las bases y los momentos van indicando el camino. Lo primordial ahora es prepararme bien, firmar con un club, jugar, ser protagonista, sonar nuevamente y ahí sí luchar por los grandes sueños de todo futbolista, que es integrar la selección nacional y dar el salto a Europa.
Pero ¿Santa Fe sería una buena opción para volver a jugar?
Claro que sí. Santa Fe es uno de los equipos más importantes de América, lo respetan a donde va porque en los últimos años ha demostrado su jerarquía. Me gusta mucho la propuesta del presidente Pastrana con este nuevo cuerpo técnico y con los jugadores que hay. Pero, la verdad, por ahora estoy solamente entrenando, debo tener paciencia porque la decisión de jugar acá no depende sólo de mis deseos sino de muchas personas.
Pero, si Santa Fe avanza a la otra fase de Libertadores, ¿lo podrían llegar a inscribir?
La verdad es que por ahora estoy pensando más en el tema de mi adaptación y mi recuperación física y futbolística. Sé que debo ser muy profesional y agradecido con Santa Fe y el presidente Pastrana por esta gran oportunidad que me han dado de entrenar acá. Mi idea es aprovechar este tiempo y sé que, venga lo que venga, será lo mejor para mí.