Santa Fe sufrió, empató con Pasto y salvó su invicto en El Campín
El equipo cardenal perdía 2-1, pero Jersson González igualó todo. El equipo bogotano aumentó su racha a 29 partidos sin caer en casa.
Harold Rivera lo mandó a la cancha en el minuto 81 y a los cinco, apenas tuvo la posibilidad de rematar al arco, por la necesidad y por lo apremiante del tiempo, sacó un zapatazo que para su fortuna rebotó en un rival, desubicó al arquero visitante y se metió en el arco sur del estadio El Campín.
Festejo de Jersson González, también de Rivera y de todo Santa Fe que se salvó de una derrota en Bogotá frente a Deportivo Pasto, y que aumentó su invicto en casa a 29 fechas quedando a una de las 30 que logró en 1998.
Si bien el club nariñense se fue en ventaja desde el minuto nueve, con una jugada de pases precisos como si fuera billar a tres bandas, con un freno impresionante de Miguel Camargo, y el gol de Jeison Medina, hay que decir que Santa Fe fue el dueño de la pelota y de los ataques.
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Por esa vocación de ir para adelante, también por el error del portero Diego Martínez que salió mal y no calculó la distancia, Fainer Torijano empató todo de cabeza, sin presiones y con el arco a su disposición.
Y desde ese momento, fue el equipo rojo el que hizo más por el encuentro frente a un rival que se replegó bien y esperó a un contragolpe. De manera fortuita, Pasto se fue otra vez adelante, en esta oportunidad por una equivocación de Leandro Castellanos, que no tuvo la convicción de siempre (fuerte y seguro) y con un rechazo endeble generó que Dayron Mosquera la metiera en su propia portería de rebote.
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Eso sucedió en el 64′ y, claro, si Pasto ya estaba atrincherado, pues desde ese instante se agolpó más, y atrás pareció una muralla que se movió en bloque para no dejar espacios. Todos apiñados, en orden.
Sin embargo, como suele suceder con este Santa Fe, sin más armas que ser fiel a su manera de hacer las cosas, llegó la igualdad, el respiro de Harold Rivera en el banco y la tranquilidad de no perder en casa.
Encuentro complicado y que supo solventar el club cardenal, que al menos sumó una unidad para llegar a 22 y mantenerse segundo por detrás de Deportivo Cali. Mala sensación para Pasto, que ahora se queda con 12 puntos en la duodécima casilla, y que dejó escapar por nada un triunfo que hubiera sido un gran aliciente.
Harold Rivera lo mandó a la cancha en el minuto 81 y a los cinco, apenas tuvo la posibilidad de rematar al arco, por la necesidad y por lo apremiante del tiempo, sacó un zapatazo que para su fortuna rebotó en un rival, desubicó al arquero visitante y se metió en el arco sur del estadio El Campín.
Festejo de Jersson González, también de Rivera y de todo Santa Fe que se salvó de una derrota en Bogotá frente a Deportivo Pasto, y que aumentó su invicto en casa a 29 fechas quedando a una de las 30 que logró en 1998.
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Y desde ese momento, fue el equipo rojo el que hizo más por el encuentro frente a un rival que se replegó bien y esperó a un contragolpe. De manera fortuita, Pasto se fue otra vez adelante, en esta oportunidad por una equivocación de Leandro Castellanos, que no tuvo la convicción de siempre (fuerte y seguro) y con un rechazo endeble generó que Dayron Mosquera la metiera en su propia portería de rebote.
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Eso sucedió en el 64′ y, claro, si Pasto ya estaba atrincherado, pues desde ese instante se agolpó más, y atrás pareció una muralla que se movió en bloque para no dejar espacios. Todos apiñados, en orden.
Sin embargo, como suele suceder con este Santa Fe, sin más armas que ser fiel a su manera de hacer las cosas, llegó la igualdad, el respiro de Harold Rivera en el banco y la tranquilidad de no perder en casa.
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