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Hace exactamente 10 años Mario Sebastián Viera llegó al Júnior de Barranquilla. Venía del Larisa de Grecia, en el que jugó apenas veinte partidos en año y medio. Buscaba un proyecto serio y estable, pero no imaginó que se quedaría tanto tiempo en Colombia.
“Venía con un contrato por un año. Van 10 y me voy a quedar acá. Hemos hecho una historia muy linda y me he enamorado completamente de este equipo”, aseguró el arquero uruguayo en las redes sociales del conjunto tiburón. “Mi objetivo para 2021 es hacer el mejor año de mi carrera, ser protagonista de la Copa Libertadores de América y ganar la anhelada décima estrella”, agregó.
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Hijo de un exarquero de selecciones menores de Uruguay y de los clubes Bellavista, Racing y Miramar, Sebastián comenzó su carrera en el Nacional de Montevideo, con el que salió campeón de la liga charrúa. Se fue luego al Villarreal de España e integró ese famoso “submarino amarillo” que llegó a semifinales de la Champions League en 2006, con Manuel Pellegrini de entrenador y Juan Román Riquelme, Marcos Senna y Diego Forlán de figuras; además, en 2008 fue subcampeón de la Liga española.
👏🏼❤️ En este día especial, nuestro capitán @sebavierareal se refirió a lo que significa para él llevar 10 años en el club y la temporada que inicia en este 2021. #VamosJunior🔴⚪️🔵 pic.twitter.com/1KkEBbqznY
— Club Junior FC (@JuniorClubSA) January 4, 2021
Con esos antecedentes resultaba extraño que hubiera aceptado la oferta del Júnior, pero en realidad, a los 27 años de edad, buscaba relanzar su carrera. Y lo hizo. Apenas llegó salió campeón. Fue la figura en la final de la liga del segundo semestre de 2011 frente al Once Caldas, en la que se lució en la definición por penaltis, en Manizales. Acostumbró a los hinchas rojiblancos a ganar partidos con sus atajadas, mientras se consolidaba como uno de los referentes del equipo, al lado en ese entonces del volante vallecaucano Giovanni Hernández.
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Tranquilo y callado, Viera lideraba con su ejemplo. Siempre ha sido disciplinado, respetuoso y coherente, tanto en las derrotas como en las victorias, porque “lo primero es dejar una buena imagen como persona, como profesional. Ya, si llegan los títulos y los reconocimientos, mejor”.
Por eso, ha sabido superar caídas difíciles en cuatro finales de liga, ante Nacional (2014 y 2015), Medellín (2016) y América (2019). Y no sobredimensionar éxitos como las ligas de 2011, 2018 y 2019, así como las Copas de 2015 y 2017 y las Superligas de 2019 y 2020, esta última ya después de la cuarentena, cuando su equipo le ganó la serie al América.
Para completar, hace algunos años decidió atreverse a cobrar tiros libres en los partidos. Lo hizo siempre en las prácticas, desde las divisiones menores, pero no en juegos oficiales. Y le dio resultado. Ha marcado ocho tantos con el Júnior y es el arquero con más goles de media distancia en los 70 años de historia del torneo rentado, por encima de René Higuita y Luis Delgado.
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Viera tiene tres hijos, Máximo, de diez años, Stephano, de tres, y Santino, de uno, este último con su actual esposa, la Sara Correa. “Ya soy mitad uruguayo y mitad colombiano”, admite el número uno, acostumbrado ya al calor barranquillero, a los patacones, el arroz con coco y el pescado.
Su leyenda crece día a día. Su nombre está inscrito en la primera fila de la lista de los grandes ídolos deportivos de la capital del Atlántico y será recordado, como uno de los mejores arqueros extranjeros de la historia de la liga colombiana, al lado de Julio César Falcioni y Franco Armani.