Tiburón X, Junior campeón, ¡Junior tu papá!

Carlos Bacca, capitán y goleador del Junior, levanta el trofeo de campeón de la Liga BetPlay ganado por el Junior de Barranquilla tras vencer en la definición por penaltis al Independiente Medellín. EFE/ Luis Eduardo Noriega Arboleda

Foto: EFE - Luis Eduardo Noriega Arboleda

Pocos títulos tan sufridos e inesperados en la historia del fútbol colombiano como el que conquistó este miércoles 13 de diciembre el Atlético Junior, que sin haber sido el de mejor rendimiento en el segundo semestre de 2023, fue el que encartó con mayor jerarquía la parte definitiva del torneo.

En una gran serie final, tanto en el juego de ida en el estadio Metropolitano de Barranquilla como en el de vuelta en el Atanasio Girardot, el equipo que dirige Arturo Reyes superó a un dignísimo rival, el de mejores estadísticas en el torneo, un equipo que vendió cara su derrota y que estuvo a minutos de conseguir su séptima estrella.

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Es que Junior llegó más lejos de lo que sus propios integrantes esperaban hace apenas un par de semanas, cuando Tolima era cuasi finalista del cuadrangular A. Apareció entonces el espíritu de la capital del Atlántico, la casa de la selección, una ciudad que respira fútbol y vive el ritmo de su equipo.

La décima estrella del tiburón llegó en una campaña irregular, pero con un cierre de ensueño. Jugó 28 partidos, de los que ganó 13, empató 7 y perdió ocho. Marcó 28 goles y recibió 23. Pero más allá de esas estadísticas, con el 54,7% de rendimiento, fue de menos a más, rompió todos los pronósticos y demostró mucha jerarquía en las finales.

Comenzó el torneo bajo las órdenes de Hernán Darío Gómez, quien se fue muy pronto por los malos resultados y fue reemplazado por Arturo Reyes, un hombre de la casa. En ese momento, a mediados de agosto, el equipo estaba en el puesto 17 de la tabla, apenas con tres puntos de 15 posibles. Después, sin brillar ni convercer, clasificó como sexto del todos contra todos y en el cuadrangular dejó en el camino a Águilas y Tolima, además del Cali, que llegó en una situación similar, con amagos de crisis durante varios meses.

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Para completar, en la final superó a uno de los planteles más amplios y completos del país, el de Medellín, que se había ganado el rótulo de favorito. Una vez más, la familia Char, propietaria el club, se salió con la suya. Con un sólido respaldo económico armó una nómina llena de figuras y conquistó una estrella después de cuatro años. La principal virtud del estratega Reyes fue aprovechar lo que había construido “Bolillo” Gómez y darle buen manejo a ese plantel, liderado por el arquero uruguayo Santiago Mele, figura en la serie ante Medellín y el goleador y capitán Carlos Bacca, determinante en la parte final del campeonato.

Claro, ellos apoyados por jugadores rendidores como Jermain Peña, Edwin Herrera, Walmer Pacheco y Emanuel Olivera atrás, Gabriel Fuentes, Homer Martínez y Didier Moreno en la mitad. Y de ahí para adelante futbolistas con el sello Junior, habilidosos, rápidos y desequilibrantes, como Luis ‘Cariaco’ González, Déiver Caicedo, José Enamorado, Vladimir Hernández y Léider Berrío.

Una épica final de la Liga BetPlay, definida por cobros desde el punto penalti

Aunque Medellín llegaba como favorito a la final por la gran campaña que había hecho, Junior venía con viento en la camiseta por su sorpresiva clasificación. Y la apostó a su mística e historia, a su experiencia en finales durante las últimas décadas.

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En Barranquilla, bajo un maravilloso ambiente de carnaval y fútbol, ganó 3-2 tras jugar una sensacional primera primera media hora y superar los dos golpes que significaron los goles del Medellín. El Metropolitano, como siempre, fue factor desequilibrante con su ambiente.

Pero en el Atanasio Junior también plantó cara. Generó tantas opciones de gol como su rival. De hecho, fue el que primero llegó con verdadero peligro antes de que Joaquín Varela abriera el marcador. Y después tuvo para empatar con Carlos Bacca y José Enamorado, que se encontraron con el palo y el arquero, respectivamente.

Llegó el segundo tanto poderoso y la final parecía sentenciada. Pero, como dicen en la Costa, a Junior hay que matarlo. Y como Medellín no lo hizo, el tiburón resucitó, con un gol de Vladimir Hernández a los 89 minutos de juego. No había tiempo sino para la definición por cobros desde el punto penalti.

Y desde los 12 metros no hay un equipo como el Junior. Carlos Bacca, Edwin Herrera, Steven ‘Tití' Rodríguez, Gabriel Fuentes y Léider Berrío, el mismo que anotó hace un año el cobro que le dio el título al Deportivo Pereira, no fallaron. Mele, en cambio, desvió el cobro de Daniel Torres y puso a celebrar a todos los hinchas rojiblancos.

Llegó así, casi que inesperadamente, la décima estrella tiburona, tras las conseguidas en 1977, 1980, 1993, 1995, 2004, 2010, 2011, 2018 y 2019. Ocho de esas 10 coronas se han conseguido fuera de casa. Arturo Reyes y sus muchachos escribieron sus nombres en la historia grande del equipo barranquillero, en la que están, nada menos, José Varacka, Juan Ramón Verón, Julio Comesaña, Sebastián Viera, Carlos Valderrama, Iván René Valenciano, Giovanni Hernández y Teófilo Gutiérrez. entre otros.

Y seguro irán por más como lo exige ese palmarés. Entre el 20 y el 23 de enero de 2024 Junior disputará con Millonarios la Superliga, que enfrenta a los dos campeones del año. Y luego jugará la fase de grupos de la Copa Libertadores de América, una cuenta pendiente del club tiburón.

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