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Se alista para la rueda de prensa el DT de Atlético Nacional, Juan Manuel Lillo. Hay silencio, caras largas tras la derrota frente a Deportes Tolima. Los periodistas cargan las pistolas. Esperando a que el español salga al pelotón de fusilamiento.
Y de entrada, fiel a su estilo, el técnico verdolaga apela a su verso y a su mejor arma -las palabras- para explicar su decepcón. “Los argumentos en boca de un perdedor son excusas", dice. Salen los jugadores de Atlético Nacional, uno tras otro. Los escoltan el cuerpo técnico y el presidente del club, Andrés Botero. Un gesto de respaldo contundente hacia el español.
"Mis jugadores son ganadores, yo quise ser como ellos, jugar al fútbol y no pude. Encima estos pelotudos (señala a los jugadores atrás) están aquí", señaló Lillo.
Y René Higuita, entrenador de arqueros -quien hace menos de 24 horas estaba en el sorteo del Mundial de Rusia 2018- toma el micrófono. Oídos expectantes en la sala de prensa. “Nuestra presencia es porque vemos a un excelente ser humano y trabajador. Alguien que está adelantado 10 o 20 años en el fútbol. Tenemos que cambiar el pensamiento de la gente. ¿Cómo? Con estas actitudes. Que esté todo el plantel aquí, eso no es gratis. Los invito a que se acerquen y conozcan a este gran ser humano”.
Minutos antes, Andrés Botero confirmó la continuidad y el respaldo hacia el proceso del español al mando de la dirección técnica de Atlético Nacional. El estilo de juego y la forma no convencieron, pero esas muestras de apoyo de un plantel entero hacia un entrenador rara vez se ven el mundo del fútbol. Lillo no se mueve de Colombia.