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Rafael Dudamel: “Uno tiene que ser un ladrón de ideas”

Entrevista con el entrenador venezolano que busca entregarle la décima estrella al Deportivo Cali. Habló de conceptos de juego, su charla con Guardiola y la forma en la que mejoró el funcionamiento del equipo verdiblanco.

22 de diciembre de 2021 - 02:30 p. m.
Dudamel, quien también dirigió a la selección de su país, busca su primer título como entrenador. / Deportivo Cali
Dudamel, quien también dirigió a la selección de su país, busca su primer título como entrenador. / Deportivo Cali
Foto: NELSON RIOS - NELSON RIOS

En un café del norte de Bogotá, Rafael Dudamel se sienta para conversar con El Espectador. Comienza a llover y no busca refugio inmediato. Mientras el agua lo toca, expresa: “Jugaba así en el campo con mis primos y mis hermanos. Corríamos sin zapatos y sin camisa. Aquí nos estamos mojando y soy feliz recordando aquellos momentos. Ya después, cuando te inscribes en un club y lo comienzas a jugar de manera más organizada, te van ubicando y vas viendo, de acuerdo con tus condiciones y capacidades, dónde te ubicas mejor, dónde no estorbas tanto”.

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¿Cómo se ha sentido en su rol de comentarista?

La he pasado bien, porque es una actividad que me permite estar en el ejercicio del análisis del juego, mantenerme informado sobre las selecciones y el presente de los jugadores. Entonces, es muy interesante y muy productiva para mi carrera como entrenador.

¿En qué momento le nació la pasión por el estudio del juego?

Siempre me despertó curiosidad el análisis del juego. Además, que desde mi posición de portero podía ver todo el partido de frente y cada movimiento. Entendí que el conocer las diferentes posiciones me permitía orientar con más criterio a mis compañeros, porque desde que uno pueda mantener a su defensa ordenada menos trabajo tiene. Y en la mayoría de las ocasiones pude generar un vínculo con los entrenadores que atendían mis inquietudes.

¿Entonces está de acuerdo con lo que decía Gabriel Ochoa Uribe acerca de que los arqueros tienen ventaja sobre los demás jugadores para ser entrenadores, por la posibilidad de observar todo el juego desde su posición?

Y además agrego a ese concepto del doctor Ochoa, que en paz descanse, que el portero tiene una visión completa y desde esa posición se empieza a construir el cero y el triunfo. Así que me identifico totalmente con esa expresión de él.

¿Qué estilo de juego le gusta?

Me gusta que mis equipos jueguen bien al fútbol, que se diviertan en la cancha. Y divertirse no es solamente buscar tener el control del partido cuando tienes la pelota y poder someter al rival. Hay momentos del partido, del juego, en el que no estás teniendo la pelota y te toca activar la faceta defensiva. Y el futbolista también tiene que sentir y disfrutar cuando el rival tiene la pelota y no te hace daño. Eso quiere decir que estás controlándolo. Me gusta que el jugador entienda los diversos momentos del juego, que sea inteligente y esté pensando siempre en el entendimiento del juego, que estén constantemente descifrándolo y controlándolo.

¿Cuál es la forma en la que más le gusta atacar?

Me gusta tener volumen de juego, que mi equipo pueda hilvanar acciones desde la amplitud y la profundidad, sabiendo dónde están los espacios más cortos y cuándo tienes que jugar en espacio reducido y cuándo puedes jugar desde la amplitud y generar superioridades numéricas. Pero el juego se basa en estados emocionales: cuando estás más fuerte y puedes ir por más en el juego, o cuando es el mejor momento del rival y tú cómo te posicionas y cómo lo controlas. Es absurdo pensar que vas a tener el control del partido durante los noventa minutos. Por eso hay que preparar a tus equipos para saber atacar, para saber defender, para saber cuándo se debe jugar rápido y cuándo con más volumen de juego.

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¿Y en qué zona del campo le gusta defender?

En los segundos tiempos puedes ir ganando y manejarte en una zona media o media-baja, y tener transiciones rápidas. O también puedes ir perdiendo y te sirve tenerlos allí cerca de tu área técnica para tener el equipo más corto y poder jugar más en campo rival. Todo es relativo, de acuerdo con el resultado que tengas en el primer tiempo o en un determinado momento del segundo.

¿Cómo se dio su llegada al Deportivo Cali?

Mi llegada al Cali se dio un momento en el que no lo esperaba. Lo anhelaba, pero no imaginaba que se pudiera dar. Tenía planes personales, más familiares que laborales, pero los tiempos del fútbol no son los tiempos de uno. Sabía que en algún momento se iba a presentar esta opción de hacer mi sueño realidad y poder dirigir a este club en el que viví varios años como futbolista profesional. Lastimosamente mi llegada se dio por la salida de un colega. Siempre seguí al equipo en cada torneo, al fútbol colombiano en general lo observaba muchísimo. Sabía la exigente tarea que tenía de revertir los resultados y llevar a la institución a los cuadrangulares.

¿Cómo se piensa el plan de trabajo cuando se llega con las condiciones de sacar a un equipo de una crisis de resultados y no cuando empieza desde cero la temporada?

Las partes táctica, técnica y física siempre van a ser importantes, son las que te van a sostener en el tiempo, pero en el momento en que llegué era fundamental trabajar la parte emocional y afectiva, que los futbolistas sintieran mi reconocimiento hacia ellos y también la confianza. Había que hacerles sentir el valor del lugar en el que están y de la camiseta que están representando. Ya cuando eso se logra lo demás fluye con más naturalidad. Y sin tener mucho tiempo para trabajar en campo, había que tomar el riesgo y ser osado para enfrentar dos clásicos y un partido con Tolima. Pero lo más importante era encontrar un plantel capaz.

¿Cómo son sus entrenamientos para que, en este caso el Deportivo Cali, mejore su funcionamiento?

La preparación de un equipo, de un jugador y de un partido se realiza dentro y fuera de la cancha. Tu mensaje tiene que ser claro y tu plan tiene que ser muy contundente. Antes que nada es hacerle saber al jugador qué es lo que uno como entrenador pretende y después llevarlo a la cancha. Nos ha tocado jugar muchos partidos seguidos y uno se vuelve un técnico prácticamente digital, empleando muchas herramientas de análisis de tu propio equipo y del rival: qué hace, cómo los contrarresto y encontrarle sentido a lo que estabas haciendo de acuerdo con las características del rival. Es hablar mucho con el futbolista: creo mucho en las partes de enfoque y la emocional. Hay que tener un vínculo afectivo con el jugador que le haga sentir querido e importante. Es un proceso muy lindo, porque, además, crece uno como ser humano.

¿De qué manera se trabaja cuando se logra armar una columna vertebral en el equipo y se tienen referentes como Guillermo de Amores, Hernán Menosse y Teófilo Gutiérrez?

Jugué fútbol 21 años. Y los trato a ellos como me gustó que me trataran a mí: con respeto, con armonía, con afecto y transparencia. Jugando o no jugando, teniendo buenos o malos partidos, al futbolista le gusta que lo traten con la verdad. Cuando te ganas el respeto y la confianza de ellos, entienden que estamos en el mismo equipo. La comunicación tiene que ser así. Menosse, de Amores, Teo, Preciado y Ángelo han sido estandartes de este plantel. Andrade y Juan Camilo han sido deportistas que con su jerarquía y liderazgo han sostenido al equipo, entendiendo que uno busca siempre elevar el nivel de cada uno, generar un plantel competitivo línea por línea.

¿Cómo fue su trabajo en la selección de Venezuela y cómo ve la llegada de José Néstor Pékerman al combinado de su país?

Mi proceso de selección terminó hace dos años. Fue un ciclo muy bonito, de muchísimas anécdotas y buenas experiencias. Todo lo que viví fue bueno. En lo deportivo, lo disfruté al máximo. En cuanto a Pékerman, su llegada le dará mucha jerarquía, va a elevar el nivel competitivo. Nosotros llegamos a ocupar el puesto 25 del ranquin FIFA, y eso se debía a un nivel de competencia que se extravió y que seguramente con el profesor Pékerman y su grupo de trabajo lo van a recuperar. Eso jerarquiza mucho la selección y le va a permitir a la Federación Venezolana de Fútbol organizarse en muchas áreas, y ojalá su experiencia nos lleve a ganar y a sacarle el mayor provecho. Él es un entrenador que se aprecia, se respeta y se admira en todas partes del mundo.

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¿Qué equipos del mundo le gusta cómo juegan?

Soy muy seguidor de Real Madrid desde chiquito. Seguía a Manchster United y al Milan. Últimamente, en mis años ya de entrenador, mucho a la Juventus. Pero ya apartándose del tema de simpatía, he seguido a los diferentes entrenadores y sus estilos, sus formas. De todos aprendo. Uno tiene que ser un ladrón de ideas. Ser una esponja. De todos te queda algo. Tú estructuras tu trabajo, tu idea, pero, al uno ir por el mundo conociendo diferentes idiosincrasias y filosofías, además de lo leído y estudiado, te sirve para afrontar diferentes retos.

¿Qué charla lo dejó marcado por las enseñanzas que adquirió?

Tuve el privilegio de estar sentado hace un par de años 45 minutos con Guardiola en su oficina. Es muy enriquecedor escucharlo. Gira de su silla, empieza a mover las fichas en su campo magnético, se mete de forma profunda en la conversación y con adrenalina te transmite muchos mensajes. Eso te entusiasma y te deja muchas ideas, pero al final choca con nuestra cultura: con el desarrollo del futbolista, de la persona, con la parte cognitiva, que el europeo la tiene más desarrollada que el nuestro, que requiere más trabajo desde la base, y no lo tenemos.

¿Qué es lo ideal en la base, en la infancia de los niños y niñas que sueñan con triunfar en el fútbol?

Jugar. El juego te permite desarrollar tus capacidades y, después el entrenamiento ya mucho más formal, te permite entenderlo de otra manera. Pero desde pequeño lo más enriquecedor y lo que más ayuda es jugar con libertad, independiente de la posición en que quieras hacerlo. Que te diviertas sin importar el resultado, ahí está el verdadero desarrollo.

@SebasArenas10 - @A_Osorio1612

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Héctor(00564)12 de diciembre de 2021 - 05:07 p. m.
Dudamel ha demostrado con el Cali ser un excelente técnico, un gran motivador; excelente trato con sus jugadores, a quienes comprende, estimula, enseña, corrige, sin ofender, amenazar, ni amedrentar. Tiene, además, un gran manejo del idioma, no es repetitivo en el lenguaje; y su gran ventaja: fue, como jugador, conoce su idiosincrasia; como tratarlos. Excelente entrevista de El Espectador
  • hector(85138)12 de diciembre de 2021 - 06:13 p. m.
    Nada menos que subcampeon mundial como entrenador sub20.
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