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Barcelona ya está en París para disputar este miércoles un encuentro muy difícil contra Paris Saint-Germain en la vuelta de octavos de final de la Champions League, luego de perder 4-1 en el partido de ida.
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Los barcelonistas todavía recuerdan la remontada de 2017 cuando, tras perder 4-0 en París, el Barça ganó 6-1 en la vuelta y eliminó a los parisinos del torneo europeo. No obstante, esta vez la hazaña parece mucho más difícil de repetir.
“Iremos a competir con la cabeza alta y no hay que descartar nada”, aseguró el pasado lunes, en una entrevista con las emisoras Catalunya Radio y Rac1, Joan Laporta, que fue elegido el domingo pasado como nuevo presidente del Barça.
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La remontada del miércoles pasado con Sevilla en semifinales de la Copa del Rey, levantando con un 3-0 el 2-0 en contra en la ida, subió la moral de los barcelonistas y encendió luces de esperanza en los aficionados, a pesar de que el técnico Ronald Koeman rebajó la euforia del triunfo.
“El partido de Copa nos ha dado muchísima confianza, pero no se puede comparar un resultado de perder 2-0 fuera de casa, con perder 4-1 en casa. Es mucho más complicado de remontar”, dijo Koeman este martes en rueda de prensa.
“Tenemos que hacer un partido redondo, vamos a intentarlo, jugamos para ganar el partido y ojalá que nos podamos clasificar”, añadió Koeman.
Los azulgranas tratarán de dar la sorpresa en el Parque de los Príncipes contra el finalista de la pasada edición de la Champions League y tienen buena parte de sus esperanzas puestas en que Lionel Messi tenga una noche inspirada. “Si Leo es capaz de hacer uno de sus mejores partidos todo es posible”, dijo Koeman.
El capitán azulgrana, máximo goleador de la liga española, acumula ocho tantos en sus últimos diez partidos y sigue con la ilusión de alcanzar una nueva Liga de campeones de Europa, que el Barça no ha vuelto a ganar desde 2015.
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No obstante, el equipo culé tendrá muchas complicaciones, además del resultado, ya que no podrá contar con el lesionado Gerard Piqué en el eje de la defensa, ni con el defensa uruguayo Ronald Araújo, que sigue con molestias en el tobillo izquierdo.
Barcelona, con los pies en la tierra
Consciente de la dificultad de la tarea, el Barça confía en alcanzar, por lo menos, una victoria digna que lave su imagen de las últimas eliminaciones de Champions League.
PSG, que seguirá sin poder contar Neymar, ausente también en la ida, será sin duda un duro rival a vencer. “Ney no pudo llegar en condiciones para poder competir, (pese a que) ha hecho un gran esfuerzo para estar en forma”, explicó este martes el técnico del PSG, Mauricio Pochettino.
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El brasileño, tocado en el aductor, no podrá acompañar en ataque a Kilian Mbappé, auténtica pesadilla del Barça en la ida. El joven delantero galo desarmó en la ida a los azulgranas con un triplete, que le sirvió para consolidarse como uno de los jugadores más importantes en el mayor nivel del fútbol europeo.
“Todo el mundo estará listo, motivado y concentrado al 200%” para el encuentro contra el Barça, declaró el centrocampista del PSG Idrissa Gueye a los medios de su club.
Mientras en Barcelona todos cruzan los dedos para repetir la hazaña de 2017, en PSG los jugadores recuerdan que aquello es pasado y la eliminatoria se juega en una situación totalmente diferente.
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“No tengo ningún condicionamiento ni emoción pasada, es un partido que sabemos que tenemos que ganarlo si queremos estar en cuartos y así vamos a afrontar el partido”, dijo Pochettino.