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Con una exhibición de Kylian Mbappé, Paris Saint Germain venció a Barcelona en el Camp Nou por 4-1 en los octavos de final de la Champions League. Los parisinos fueron ampliamente superiores a los españoles, que por primera vez en su historia perdieron contra un equipo francés en casa.
Ahora los culés se enfrentarán a un escenario muy complicado si quieren clasificar a los cuartos de final de la competición de clubes más importante de Europa, ya que tendrán que ganar por una diferencia de cuatro goles en el Parque de los Príncipes.
Barcelona fue el primero en anotar con un penalti que lanzó Messi a los 27 minutos de iniciado el compromiso. Rápidamente PSG igualaría la ventaja de los culés a través de Mbappé. Los parisinos establecerían la diferencia en el complemento a través de Moise Kean y, nuevamente, de Mbappé, que hizo dos tantos más.
Con la derrota Barcelona parece acercarse a un nuevo fracaso después de las humillantes eliminaciones en las pasadas ediciones del torneo continental en las que perdió goleado por Bayern Múnich, Liverpool, Roma, Juventus y Atlético de Madrid.
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El desarrollo del encuentro
El conjunto dirigido por el argentino Mauricio Pochettino fue el gran protagonista del partido. En la primera parte, aunque las ocasiones de gol se repartieron en partes iguales entre los dos equipos, los franceses dominaron el compromiso.
Antes del gol de Messi, los parisinos no le permitieron a los culés desarrollar su fútbol de ataque gracias a una presión escalonada que cortaba los pases a los receptores del equipo blaugrana.
Los catalanes anotarían antes de la media hora de juego, después de que Frankie De Jong cayera en en área por un toque casi imperceptible de los defensas parisinos. Lionel Messi fue el encargado de traducir el cobro de penalti en gol con un certero remate que se metió en la parte superior derecha del arco defendido por Keylor Navas
Después del tanto de los locales, PSG tardó unos instantes en reaccionar y parecía que Barcelona había tomado impulso para ir por la segunda anotación, pero los franceses no perdieron su solidez en defensa y encontraron en su proyección de juego por las bandas la clave para empatar el partido, principalmente por la zona izquierda donde los franceses Layvin Kurzawa y Kylian Mbappé empezaron a causar estragos a la defensa barcelonista.
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De hecho, el gol llegaría cinco minutos más tarde tras una llegada del lateral Kurzawa a la línea final de la cancha, desde la cual enviaría un centro al borde del área en donde el italiano Marco Verrati habilitó con un toque sutil a Mbappé, que amagó a Lenglet al frente del arco y disparó un remate potente que Marc André Ter Stegen no tuvo ni chance de atajar.
Barcelona terminó defendiendo la primera parte con todos sus hombres en propio campo y dejó sensaciones de angustia después de que en un cobro de esquina se escuchara a Gerard Piqué discutir con Ter Stegen y Antoine Griezmann porque, según sus palabras, estaban sufriendo y corriendo como locos sin poder tener la posesión del balón. Un presagio de la terrible noche que llegaría en el complemento.
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El inicio de la segunda parte siguió el mismo ritmo de la primera. PSG desbordó a Barcelona a través de un juego dinámico que fue conducido por Marco Verrati y Leandro Paredes
La superioridad de los franceses se plasmaría a partir del 2-1 que convertiría nuevamente Mbappé a los 65 minutos de juego, después de un balón largo que el argentino Paredes le envió a Alessandro Florenzi. El italiano envió un centro raso al área que Piqué logró rechazar, pero que le quedó a la joven estrella de Francia que volvería a rematar a quema ropa sin mayor oposición.
Barcelona no pudo reponerse de ninguno de los dos golpes iniciales y en el resto del partido pagó las consecuencias de su falta de creatividad en el juego ofensivo y de la nula cohesión en sus líneas defensivas. PSG se adelantaría 3-1 a través de un cabezazo de Moise Kean a los 70 minutos de juego y sentenciaría el partido a los 85 con un tercer gol de Mbappé.
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El 4-1 fue un resultado justo para PSG, que dominó a los españoles en las dos partes del encuentro y supo plasmar su superioridad a través de Mbappé, que jugó un tremendo partido y fue el principal dolor de cabeza de los azulgranas.
Además, la clave del triunfo de los parisinos estuvo en los dos ejes del PSG, Verratti y Paredes, que condujeron con maestría al equipo desde la mitad de la cancha, manejando los tiempos de los franceses y elaborando las jugadas de ataque.
La vuelta de la llave por los octavos de final entre PSG y Barcelona se jugará en Francia el próximo 10 de marzo, partido en el que los franceses podrían volver a contar con dos de sus estrellas más importantes, que fueron bajas para este compromiso: Neymar y Ángel Di María.
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Por ahora, Barcelona recibirá a Cádiz este domingo en la Liga Española, competición en la que esta tercero con 46 puntos a ocho de Atlético de Madrid, el líder, que tiene un partido menos. PSG, que no está teniendo tampoco su mejor año en la Ligue one, en la que está segundo a un punto del puntero Lille, jugará de local ante Mónaco.