Chile y los problemas de alcohol de una generación dorada

La esposa de Claudio Bravo criticó a algunos jugadores del combinado de ese país después de quedar eliminados en las eliminatorias a Rusia 2018.

Redacción deportes
12 de octubre de 2017 - 04:54 p. m.
Jorge Valdivia lamenta la eliminación contra Brasil.  / AFP
Jorge Valdivia lamenta la eliminación contra Brasil. / AFP
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Carla Pardo, esposa de Claudio Bravo, fue dura con algunos jugadores de la selección chilena tras la eliminación a Rusia 2018. No dio nombres, pero sacó trapos al aire que incomodaron. En su cuenta de Instagram fue dura. “Yo sé que la mayoría se pelaron el culo, mientras otros se iban de fiesta e incluso no entrenaban de la borrachera que llevaban”. Los ojos se volcaron hacia jugadores como Arturo Vidal, Gonzalo Jara, Jean Boseajour, Eugenio Mena, entre otros, por sus escándalos bajo la influencia del alcohol.

El más recordado fue el caso de Vidal. En la Copa América de 2015 el mediocampista sufrió un accidente cuando se dirigía al sitio de concentración. Chocó contra otro vehículo, conduciendo bajo los efectos del alcohol, y su vehículo acabó empotrado en la cuneta. La policía se lo llevó detenido después de que diera positivo en el control de alcoholemia (marcó 1,2 cuando en su país el máximo permitido es de 0,8) y el jugador pasó la noche en el calabozo de Buin. Tras pasar por el juzgado, quedó en libertad, aunque se le retiró el carnet de conducir por cuatro meses.

Fue un caso entre muchos que vivió el seleccionado chileno con su generación dorada. Con Claudio Borghi como seleccionador, Jorge Valdivia protagonizó un escándalo volvió con letras mayúsculas. El volante realizó una fiesta para celebrar el bautizo de uno de sus hijos la que terminó con él, además de Gonzalo Jara, Carlos Carmona, Arturo Vidal y Jean Beausejour llegando 45 minutos tarde a la concentración y, según dijo el técnico, en estado indefendible. Los cinco fueron castigados, aunque la sanción a Vidal fue menor por las disculpas ofrecidas.

Ese fue el principio del fin de Borghi como técnico de Chile, puesto que separó a estos jugadores de la selección y los resultados no lo acompañaron. Meses después al escándalo protagonizado por estos futbolistas, cuando Chile se preparaba para jugar frente a Venezuela, Gary Medel y Eduardo Vargas fueron sorprendidos saliendo de una discoteca mientras el primero se recuperaba de una lesión y el segundo había sido autorizado a jugar en la despedida de Diego Rivarola. Ambos jugadores fueron desafectados, pero no recibieron mayores sanciones.

El último hecho de la selección lo protagonizó el lateral Eugenio Mena, quien fue detenido por conducir en estado de embriaguez y a exceso de velocidad (166 kilómetros por hora) en la autopista de Valparaíso a Santiago, pocas horas antes del viaje de la Roja a Rusia para jugar la Copa Confederaciones. Mena quedó en libertad por orden del fiscal y fue autorizado a viajar con la plantilla de Chile a Rusia. El seleccionador Juan Antonio Pizzi comentó que Mena "llegó a la hora y en buenas condiciones", a la concentración.

Pero los jugadores de la selección no han sido los únicos protagonistas de estos casos en el país austral. En enero de 2017 el futbolista Esteban Pavez se estrelló con otro vehículo y salió a la fuga. Este hecho originó una persecución, que finalizó con carabineros de una comisaría efectuando disparos a los neumáticos del carro del mediocampista para lograr su detención.

Se destacan otros hechos como el caso de Valdivia y Beausejour, quienes fueron acusados por clientes de un local de haber visitado el lugar en presunto estado de ebriedad, horas antes de una práctica con miras a un partido frente Argentina. También lo sucedido con Medel, Vidal y Jara, quienes protagonizaron una riña a la salida de una discoteca en La Florida.

Una década dorada

Desde 2007, cuando un grupo de jóvenes jugadores logró el tercer puesto en el Mundial Sub-20, los analistas deportivos preveían el nacimiento de algo diferente, a la cabeza de un casi adolescente flaco, moreno y alto defensor, y un tímido niño, delantero lleno de talento. Eran Arturo Vidal y Alexis Sánchez.

Ya como profesionales, el mítico técnico argentino Marcelo Bielsa dirigió a estos jóvenes, a quienes enseñó su filosofía de fútbol de velocidad y presión sobre el rival. Tras aprender la lección de Bielsa, el dúo estrella llevó a Chile a clasificar al Mundial Sudáfrica 2010, luego de 12 años de ausencias de la principal fiesta del balompié. Fue su primer hito histórico.

Luego de la salida de Bielsa en 2011, hubo una etapa de oscurantismo con la llegada de Claudio Borghi a la banca chilena, quien fue despedido tras una mala actuación en la Copa América de Argentina 2011 y en la clasificatoria para el Mundial Brasil 2014. Su compatriota Jorge Sampaoli, un devoto seguidor de Bielsa, se hizo cargo del grupo, al que le devolvió el juego de rapidez y presión clasificando al Mundial de Brasil y cayendo honrosamente en octavos de final con la 'verdeamarela'.

Un año después llegó el mayor logro de este equipo. Chile organizaba la Copa América que nunca había ganado, pero esta generación dorada dio el golpe a la historia y en una final de infarto –que llegó a los penales tras un 0-0- Alexis Sánchez convertiría el gol más importante para la 'Roja', que significaba el primer título de la selección absoluta.

En 2016, en medio de la clasificatoria para el Mundial de Rusia, Sampaoli dejó la 'Roja' y lo reemplazó Juan Antonio Pizzi, el cuarto entrenador argentino que se hacía cargo del plantel de manera consecutiva y con quien ganó la Copa América Centenario, el segundo título para Chile. "Me quedo con lo mejor de los 10 años, lo ganado está", dijo Medel.

Por Redacción deportes

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