Colombia se juega un cupo para el Mundial de Rusia 2018 ante Brasil este martes en el estadio Metropolitano de Barranquilla. Ha sido tanto el alboroto en el país para conseguir una entrada y poder disfrutar el duelo, que la empresa Ticket Shop, que era la encargada de la boletería, tuvo líos judiciales.
Barranquilla se ha convertido en una sola fiesta, ya el cupo en los hoteles es escaso y ni decir de los tiquetes de avión. Sin embargo, a más de un fanático de la selección de Colombia lo han engañado con las boletas del partido y les terminaron vendiendo falsas.
De hecho, hasta el momento se han incautado más de 400 boletas que no son originales y han capturado a un revendedor, que en el momento de su arresto portaba 20 tiquetes.
Por tal razón, la Policía Metropolitana de Barranquilla, acompañada del equipo logístico de Ticket Shop, están instruyendo a los aficionados para que ellos sepan si sus boletas son originales o no.
Una de las boletas falsas pasa por los lectores de barras que van a instalar en la ciudad. / Emisora del Atlántico
La principal recomendación, aunque más de uno la crea obvia, es revisar la ortografía. Las boletas falsas que se están distribuyendo tienen escrito Brasil con Z. Además, escriben palabras con letras repetidas, algo que, muchas veces, el ojo y el cerebro humano pasan desapercibidas.
Otro tip para identificar las boletas es el tipo del material, pues esta papelería es térmica y reacciona a la fricción y el calor dejando ver un color negro. También, el holograma está bien pegado (no debe presentar imperfecciones) y su tipo de papel impide que la letra se corra, algo que no pasa con los tiquetes falsos.
Por último, el color es algo importante a tener en cuenta. Los revendedores están ofreciendo entradas con un color amarillo fuerte, muy parecido a la bandera. Tenga cuidado porque los dos únicos colores autorizados por Ticket Shop son el verde y amarillo claro, es decir, con una tonalidad pastel.
A estas indicaciones, se les suma la del control de máquinas que se han distribuido por toda la ciudad, con el objetivo de que los asistentes al encuentro puedan verificar con anterioridad si sus boletas son falsas o no.