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Mientras Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, y Rodolfo D'onofrio y Daniel Angelini, máximos dirigentes de River Plate y Boca Juniors, respectivamente, se encuentran reunidos en Asunción, Paraguay, medios de ese país aseguran que la primera opción para jugarse la vuelta de la final de la Copa Libertadores sería esta ciudad.
De hecho, la presencia de Robert Harrison, presidente de esa Federación en el cónclave que se está llevando a cabo, haría pensar que lo que para muchos es una idea descabellada para otros es una decisión salomónica luego de los sucedido el sábado pasado cuando el bus que transportaba al plantel xeneize al estadio Monumental fue agredido por hinchas del cuadro millonario.
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Además, Walter Vázquez, comandante de la policía paraguaya, también está dentro del recinto para reiterar la capacidad de las autoridades locales para llevar a cabo este evento que le ha dado la vuelta al mundo.
Es bien sabido que D'onofrio quiere que el duelo sea en el estadio de River con la hinchada presente, pues considera que es la manera de llevar a cabo este espectáculo. Por el otro lado, Angelini preferiría, en caso de tomar la decisión de jugar (puede demandar ante organismos internacionales para que se le den los puntos), hacerlo lejos de Buenos Aires.
Incluso se ha hablado de la posibilidad de que Medellín acoja el encuentro, pero esto no ha sido confirmado por la Federación Colombiana de Fútbol. Por ahora solo resta esperar a que haya una decisión oficial para conocer el futuro de un partido que trascendió más allá del fútbol mismo.