Este lunes el Congreso de la Conmebol, que se adelanta en Rusia, anunció que el 23 de noviembre será la final de la Copa Libertadores 2019, un partido que será en cancha neutral, a un único encuentro y un sábado. Un cambio total de las ya tradicionales finales de ida y vuelta.
La entidad rectora del fútbol del continente señaló que la decisión de hacerla en una única fecha fue porque "sería un gran evento deportivo, cultural y turístico que traerá grandes beneficios para el fútbol sudamericano, sus clubes y sus aficionados. Esta emocionante contienda ofrecerá un espectáculo deportivo de clase mundial y una mejor experiencia en casa y en el estadio", aseguró en febrero pasado Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol.
La modificación que despertó muchas críticas cuando fue anunciada el 23 de febrero de este año fue tomada porque para la Conmebol los equipos que lleguen a la final obtendrán un mayor beneficio económico.
"Cada club finalista recibiría 2 millones de dólares adicionales, así como el 25% de la facturación por concepto de venta de la boletería de la final única en sustitución de los ingresos que habría recaudado en su juego de local bajo el formato ida y vuelta" dijo Domínguez en su momento.
Por el momento se desconoce dónde se jugará la primera final a partido único que tendrá la Copa Libertadores. En febrero, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Wilmar Valdez postuló oficialmente al estadio Centenario de Montevideo para que sea la sede de la final en la próxima edición. Una en la que por Colombia, por ahora, estará el Deportes Tolima, tras quedarse con el título de la Liga Águila 2018-I, al haber derrotado a Atlético Nacional.