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Barcelona eligió a Jeison Murillo para reforzar la zona central de su defensa, que cuenta con las lesiones de Thomas Vermaelen y Samuel Umtiti. El entrenador del equipo catalán Ernesto Valverde se decidió por el central, de 26 años, tras descartar otras opciones más caras y sin experiencia en la liga española. El club azulgrana admite que Murillo es su prioridad para este mercado de invierno.
El Barcelona y el Valencia han cerrado el acuerdo de cesión, mientras que el jugador también ha llegado a un acuerdo con el equipo catalán. Según develó el diario español Marca, el colombiano llega a cambio de dos millones de euros y además el club azulgrana tendrá una opción de compra sobre él por 25 millones de euros. Ahora todo queda queda a expensas de la revisión médica, que se le realizará en la tarde de este jueves.
Una de las razones por las que Jeison Murillo fue fichado por el Barcelona es debido a que tiene nacionalidad española, algo positivo puesto que no ocupa plaza de extracomunitario. En la Liga de España se obliga a todos los equipos a tener cómo máximo tres jugadores extracomunitarios, esto les facilitaría todo el papeleo al momento de una posible compra.
Del interés al acuerdo no se necesitó de mucho tiempo. Mateu Alemany, director general del Valencia, recibió el interés del Barcelona en la jornada del martes y activó una operación que el club no tenía prevista hasta enero. Alemany, según dio a conocer El País de España, pidió dos millones de euros por la cesión y, además, el pago íntegro de la ficha del colombiano o un porcentaje superior a la mitad del salario. La operación se cerró con esos términos.
El Barcelona no ha planteado un traspaso, sino sólo el préstamo del futbolista. Rocco Dozzini, agente del defensa, viajó el mismo martes a Valencia para cerrar toda la documentación con los dos clubes.
Murillo esta temporada no ha visto mucho tiempo de juego en el Valencia. Apenas ha jugado tres encuentros. Inicialmente, participó con asiduidad en la habitual política de rotaciones de Marcelino durante el primer tramo de la temporada pasada, alternándose en el once con Gabriel Paulista y Garay. Una hernia en la ingle, que lo obligó a pasar dos veces por el quirófano, lo apartó del equipo tres meses. A su regreso, Marcelino lo descartó. Pese a que apenas jugó en el final de curso, Mateu Alemany decidió comprarlo en verano confiando en que la relación con Marcelino mejoraría.
Sin embargo, no fue así. Fue relegado hasta la condición de quinto central de la plantilla detrás de Garay, Gabriel, Diakhaby y Vezo. A lo que se le suma que tuvo errores notorios frente al Celta y la Juventus en el arranque de campaña, causados por su falta de minutos y su pérdida de confianza, lo que tampoco le ayudó. Ahora para el colombiano viene un cambio de aire para intentar retomar esa confianza que lo hizo brillar en el Inter o en la selección de Colombia.