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El fútbol tiene el maravilloso poder de convertir en comunes y populares nombres tan extraños como Erling Braut Haaland. Este joven noruego de 19 años nació el 21 de julio de 2000 en Leeds, Inglaterra, pues su padre, Alf Inge Haaland, jugaba para el equipo de la ciudad. Allí, Erling conoció al mundo del balompié. Desde niño sabía que estaba destinado a jugar como profesional. Ni siquiera una grave lesión que sufrió su padre, ocasionada por una fuerte patada que Roy Keane -estrella y capitán del Manchester United- le quitó las ganas de pasar el resto de su vida dentro de una cancha.
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Para Erling, el camino en el fútbol comenzó en el Bryne F.K. de Noruega. Jugó 16 partidos en segunda división con apenas 16 años. En 2017 pasó al Molde F.K., equipo que dirigía en ese entonces Ole Gunnar Solskjaer, uno de los mejores jugadores de la historia del país nórdico y actual entrenador del cuadro de los diablos rojos de Manchester. Solskjaer sabía que había algo especial en él, “no es como los otros jóvenes noruegos, tiene una mentalidad única, muy por el estilo de la inglesa”, aseguró.
En dos temporadas marcó 20 goles en 50 partidos, lo que llamó la atención de la Juventus de Turín y el Red Bull de Salzburgo. Junto a su padre decidieron que lo mejor para su carrera era ir a Austria para seguir creciendo como futbolista. Y en 2018 fue transferido por cinco millones de euros. Su primera campaña allí no fue lo que esperaba. Jugó solamente cinco encuentros y marcó un gol.
Pero todo cambió para la temporada 2019-2020. Haaland se dio a conocer en el mundial sub 20 de Polonia cuando en el tercer partido de la fase de grupos marcó nueve goles frente a Honduras. Por un torneo FIFA, nadie había anotado tantas veces en un mismo encuentro. Esa actuación obligó a Jesse March, su entrenador en Salzburgo, a darle continuidad y confiar en él.
Además de su padre como gran ejemplo a seguir, Erling admira al astro portugués Cristiano Ronaldo. Tanto que desde que el exjugador francés Patrice Evra le dijo que en Manchester CR7 solo comía pescado, él hace lo mismo. “Desde ese día se alimenta mejor porque cree que si Ronaldo a sus 35 años sigue en el máximo nivel, él también lo puede lograr”, confesó Al Inge Haaland.
Así que no solo tiene talento, también tiene disciplina en su forma de cuidarse y en su forma de trabajar.
Previo a su primer partido de Champions League, sus compañeros aseguran que llegó al estadio escuchando una y otra vez el reconocido himno de esta competición. Ese día, el 17 de septiembre de 2019 frente al Genk de Bélgica, el noruego marcó un triplete en el primer tiempo para que su equipo ganara 6-2. Se llevó su primer balón lleno de estrellas.
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El resto de su 2019 terminó con 28 goles en 22 partidos para el Red Bull de Salzburgo. Con esos números enamoró al Borussia Dortmund que lo compró en enero pasado por 45 millones de euros para solucionar su problema en el frente de ataque. Según Marco Reus, capitán y referente del club alemán, no había visto un delantero de ese nivel desde que apareció el polaco Robert Lewandowski.
“Es como un sueño para mi llegar a este club, jugar frente a la ‘pared amarilla’ (así se llama la barra del Dortmund) y marcar”, afirmó Erling tras su llegada al equipo dirigido por Lucien Favre.
En su debút por Bundesliga frente al Augsburgo, se convirtió en el primer futbolista en marcar un triplete a pesar de haber sido suplente.
Este martes volvió a poner su nombre en los libros de historia al jugar y marcar con dos equipos diferentes en el torneo de clubes más importante del mundo, cuando el Dortmund recibió al París Saint-Germain por la ida de los octavos de final de la Champions. Dos goles suyos le dieron la victoria y ventaja para la vuelta.
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Hoy en día, un delantero debe tener un carácter único para no dejar que nadie le pase por encima. Debe liderar al equipo desde el frente de ataque y ser desinteresado al momento de tomar decisiones frente al arco, pues debe entender que no es el único del equipo que puede marcar o ser figura. Eso sí, debe estar obsesionado con mandar el balón al fondo de la red.
Y Haaland tiene todo esto, además de una tremenda potencia física y un extraordinario remate con su pierna zurda. Eso lo ha convertido en uno de los mejores delanteros del mundo, el 9 del presente y del futuro.