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No es producto del azar que Kevin David Salazar Chiquiza sea uno de los pocos ambidiestros del fútbol colombiano. A los 14 años, dos antes de partir hacia Europa gracias a su victoria en el concurso The Chance, de la marca deportiva Nike, empezó a ver cómo jugaba un tal Lionel Messi. Decidió que la magia innata de su pierna derecha también debía brotar de la izquierda. Aguantando todo, jugaba solamente con la zurda. Hoy en día, únicamente utiliza la diestra para cobrar las pelotas paradas. Mérito enorme el del talentoso bogotano. (Video: así se coronaron las Leonas campeonas de la Liga Femenina)
Previamente a cumplir la mayoría de edad transitó por el Viejo Continente. Deleitó contra equipos juveniles de Manchester United y Juventus y se hizo acreedor a un contrato con un club de Turquía. Convicciones tan claras posee Kevin que decidió rechazarlo porque “es un país musulmán” y él, al ser cristiano, no se sentiría feliz. Y es que eso, la felicidad, lo que busca todo ser humano, la encuentra el volante de Independiente Santa Fe en Dios y, cómo no, en el sagrado balón.
Infortunadamente, una fractura del quinto metatarsiano del pie derecho alejó varios meses al ex Fortaleza del hermoso césped verde. “Las lesiones han sido un punto débil que he tenido en este paso por Santa Fe”, reconoce, mientras atrás de él, adolescentes soñadores disputan la Olé Cup, torneo que le abrió las puertas a Salazar para gambetear, asistir y crear en las canchas europeas.
“Ver a los muchachos que comienzan con tantas ilusiones, lo motiva a uno, porque yo también estuve ahí. Así empezó mi proceso para llegar a ser profesional, entonces me alegra verlos”. Con una de sus metas cumplidas, debutar en primera división, ahora anhela continuidad para poder consolidarse y que el público santafereño disfrute en cada partido con su talento. “Espero poder jugar. Sea donde sea, espero sumar minutos”, dice antes de resaltar que se encuentra en plenitud de condiciones para que el entrenador Gregorio Pérez cuente con él. (Le puede interesar: Murió “Chato” Velásquez, el árbitro colombiano que expulsó a Pelé)
“Kevin se queda con nosotros y será un hombre que nos dará muchas alegrías”, señaló el presidente cardenal, César Pastrana, al anunciar la continuidad del volante bogotano. Ese respaldo fue clave para el jugador, que ya tiene en su palmarés la novena estrella albirroja, la Suruga Bank y una Superliga. Se siente “psicológicamente muy bien” y sabe que “algo mejor viene y en eso me enfocó”.
En su presentación como entrenador cardenal, el uruguayo Pérez aseguró que lo primero que tenía que hacer era “conocer el grupo para poder hablar a fondo sobre cada jugador y determinar las necesidades. La idea de juego se va a plasmar a medida que vayamos conociendo a los futbolistas y pasen los días de trabajo”. Tras una semana larga de labores con el plantel en Paipa, quedó gratamente sorprendido por lo que hace Salazar. El bogotano viajó a Ecuador con el grupo, para el partido de este martes en la noche, a las 7:45, con transmisión por Fox Sports, en la ida de la segunda ronda de la Copa Sudamericana, cuando enfrenten a Fuerza Amarilla en Guayaquil.
Kevin Salazar está “motivado para lo que viene”. Sabe que es su momento, la gran oportunidad para consolidarse como el hombre de las ideas en el medio campo santafereño. Jonathan Gómez se fue al São Paulo de Brasil y el ídolo Ómar Sebastián Pérez hace rato no es titular. Por eso hay una palabra que ronda en la mente de Kevin como sendero al éxito: “Jugar”. Sólo así se rompe la historia y se transita con la gloria como faro. Con 21 años de edad, sabe que únicamente consintiendo el amado esférico podrá seguir con la ambición de los grandes camino al gol que más desea gritar: “Mi anhelo máximo es el Barcelona”. (Galería de imágenes: los primeros campeones de cada competición del fútbol profesional colombiano)
@SebasArenas10 - sarenas@elespectador.com