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El pasado fin de semana el planeta volcó sus ojos en Alemania, el primer país en retomar el fútbol en el duelo en el que Borussia Dortmund goleó 4-0 al Schalke. Las cámaras apuntaron a la gran novedad del partido en la alineación titular del BVB: el estadounidense de 18 años Giovanni Reyna, catalogado como una de las grandes promesas de su país, quien hacía su debut en el once inicial. Sin embargo, en el calentamiento tuvo problemas físicos y en su lugar entró Thorgan Hazard, quien anotó y asistió un gol, pero también salió lesionado en la segunda parte. Minutos antes en el entretiempo Jean Clair Todibo había sido reemplazado, a causa de un fuerte dolor en el tobillo. Ninguno de los dos equipos fue inmune a este flagelo. Un campanazo que dejó entrever lo que vendría: una serie de doce lesiones en los primeros nueve partidos de la Bundesliga. ¿Qué está pasando?
La literatura guarda un precedente que da luces de lo que hay que prevenir. En 2011, la NFL de Estados Unidos tuvo una pausa de catorce semanas por un paro laboral de los deportistas. En el retorno a competencias se encontraron con un rasgo: la curva de lesiones se disparó. En seis temporadas se habían registrado cinco lesiones anuales en el tendón de Aquiles, mientras en la vuelta hubo doce en diez días.
Crédito: Myer, G. D., Faigenbaum, A. D., Cherny, C. E., Heidt Jr, R. S., & Hewett, T. E. (2011). Did the NFL lockout expose the Achilles heel of competitive sports?.
“Tenemos que ser muy responsables para hacer estrategias. Si nos apresuramos podemos tener consecuencias graves”, advierte Carlos Tabares, preparador físico de Atlético Nacional. Porque en el fútbol colombiano, tanto los médicos como los preparadores físicos de la mayoría de los equipos, quienes están en constante diálogo a través de los grupos de WhatsApp, apoyados por la Asociación Colombiana de Medicina del Deporte, han conocido las preocupaciones de los futbolistas y están en sintonía con el tiempo prudente de regreso: necesitan de cuatro a seis semanas de trabajo de campo para retomar la competencia.
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¿Cuántas semanas de acondicionamiento en el terreno de juego hubo en la Bundesliga? Cinco. Sin embargo, en las primeras cuatro entrenaron en grupos muy pequeños de jugadores. La liga alemana también utilizó otras dos medidas para prevenir lesiones: la ampliación de tres a cinco cambios por partido y la aprobación de un calendario menos apretado con la anulación de partidos entre semana, lo que les daría a los futbolistas alrededor de seis días de descanso.
“Para mí, una de las razones de esta cantidad de lesiones que hubo en el reinicio de la Bundesliga tiene que ver con los protocolos de entrenamiento que utilizaron. Se entrenaron en grupos muy pequeños que no superaban los diez jugadores. Una cosa es jugar cinco vs. cinco y otra once vs. once. Los jugadores van a hacer transiciones, velocidades, giros y saltos mucho más intensos en competencia que en los entrenamientos”, apuntó Alejandro Larrahondo, readaptador deportivo de Physic Movement. ¿A qué tipo de riesgos se exponen? “A muchas lesiones musculares, sobre todo isquiotibiales. Pero también hay riesgo de problemas articulares o incluso tendinopatías rotulianas, de Aquiles, esguinces de tobillo, hasta llegar a una posible rotura de ligamento cruzado anterior”, agregó.
La Dimayor, en conjunto con la Federación Colombiana de Fútbol, elaboró un protocolo de 77 páginas para la reanudación del fútbol repartidas en cuatro fases, que tardarán alrededor de 26 días. Los médicos de los clubes le hicieron algunos ajustes teniendo en cuenta la salud de sus futbolistas. “Tenemos un chat. La idea es que haya un consenso general para todos y no hablar idiomas diferentes”, reconoció Rafael Montaña, médico de Independiente Santa Fe.
A pesar de que los clubes, a través de Zoom, hicieron entrenamientos virtuales de fuerza general, el desentrenamiento es una realidad que todos reconocen. “Hay deterioro, no vamos a mentirle a nadie. Los futbolistas están lejos de su hábitat: la cancha. Uno aspira que en ese deterioro no salgan tan comprometidos. El reacondicionamiento va a ser vital; unos van a llegar más afectados que otros. Lo importante es que no hayan parado de forma total. La literatura dice que los paros totales, como las vacaciones, en los deportistas se sienten en la primera semana, incluso en el cuarto día ya se notan cambios. Entonces hemos vigilado que el deportista no se vaya a cero. Hablando del Deportivo Cali, estoy muy satisfecho por el profesionalismo de los futbolistas. Les he hecho seguimiento a la frecuencia cardiaca basal y tras el ejercicio, al peso, su nutrición y la parte física y creo que hemos salido bien librados”, señaló Gustavo Portela, médico del cuadro azucarero.
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Las cargas en el entrenamiento irán aumentando de forma progresiva. “Cuanto más se para, más tiempo de readaptación necesitamos. Lo primero es hacer una buena evaluación a los jugadores, ver cómo están a nivel físico, y empezar a planificar el reacondicionamiento. El tiempo más prudente es de cuatro a seis semanas. Uno trata de hacer un plan completo: de fuerza, movilidad, velocidad y coordinación y no todo eso se puede hacer desde la casa. Traté de hacerlo lo más completo posible, que siguiera esas cualidades, para que cuando regresen no sea tan complicado seguir con el proceso de reacondicionamiento. La cuestión es que si no hacían nada va a haber un desacondicionamiento completo. Pierden masa muscular y aumentan el porcentaje de grasa y esos dos factores van a complicar el proceso”, añadió Montaña.
El protocolo en Colombia
Si bien hay una intención de que el plan empiece su ejecución el 1 de junio, pues la cuarentena, de momento, va hasta el 31 de mayo, Ernesto Lucena, ministro del Deporte, ya puso el freno de mano. “Entre agosto y septiembre podremos reactivar los eventos deportivos a nivel nacional”.De acuerdo con el protocolo enviado por la Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol, se pretenden hacer más de 50.000 pruebas, entre moleculares y rápidas, a los miembros de los equipos del fútbol profesional colombiano. Una vez se confirme el regreso de este deporte, los equipos deberán entregar una lista inmodificable con 25 jugadores y cinco miembros del cuerpo técnico a quienes se les realizarán los test moleculares. No obstante, aún hay muchas dudas acerca de dónde saldrá el dinero para hacer estas pruebas. Hay quienes recomiendan que se use la plata del VAR, pero varios aseguran que por temas de contratos esta es una solución imposible.
Una vez se conozcan los resultados, una semana después se retornará a los entrenamientos individuales y en grupos pequeños para ir aumentando las cargas de manera progresiva. Las pruebas rápidas juegan un rol protagónico en este proceso, pues se les harán constantemente a los jugadores en los entrenamientos y dos horas antes de los partidos. “En la Bundesliga hubo cuatro casos positivos en este proceso y no hubo alarma. Son situaciones que, por el comportamiento de la pandemia que estamos viviendo, debemos asumir. No es que nuestros protocolos sean malos, tenemos el mismo riesgo porque es una enfermedad de contagio”, advierte Portela.
Sin embargo, las validaciones del Instituto Nacional de Salud y de la Secretaría de Salud de Bogotá han puesto en entredicho la utilidad de las pruebas rápidas en el país, pues no cumplen su objetivo primordial: detectar pacientes asintomáticos. Y la calidad de las que han llegado dejan muchas dudas. “Puedo decir que el 80 % de lo que hay en el país es de pésima calidad, pero ni siquiera las mejores cumplen con este propósito. La evidencia señala que no son útiles para su objetivo, que es pescar en la población personas infectadas que aparentan estar sanas”, comenta Gabriela Delgado, profesora de la Universidad Nacional y asesora del despacho del secretario de salud de Bogotá, quien ha liderado el proceso de investigación para conocer el valor de las pruebas serológicas en el país. Por lo que hace un llamado: centrarse en las pruebas moleculares.
Pero la falta de reactivos e insumos para procesar las muestras en los 55 laboratorios repartidos en 16 departamentos del país que están autorizados para procesar pruebas ha sido la principal barrera para hacer su trabajo. La falta de oferta global, los cielos cerrados y la inflación han hecho que algunos laboratorios hayan tenido que suspender operaciones por algunos días. Por lo que, si bien las pruebas del fútbol se procesarían en laboratorios privados, varios ponen en la mesa el debate de si estas muestras deberían tener prioridad en la pandemia. Alemania es uno de los casos de éxito de la pandemia al buscar pacientes asintomáticos. Un país con una infraestructura de primer nivel que, además, es productor de reactivos y no depende de la importación de productos del exterior para realizar sus pruebas.
El Eje Cafetero es la región que toma fuerza para retomar el fútbol profesional colombiano. En medio de una balanza que oscila entre la salud de los futbolistas y la urgencia económica de retomar el deporte. “Si en Alemania están pasando lesiones, con todos los protocolos y la infraestructura que tienen, acá en Colombia, donde las condiciones no son de élite, de rendimiento sí, pero no de élite, eso desfavorecería un regreso pronto con estas condiciones”, reconoce Larrahondo.
El fútbol alemán, así como lo es Wuhan en la evolución de la pandemia, es una mirada al futuro. Un futuro con un guión incierto.
Thomas Blanco- @thomblalin