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Atalanta es un equipo indescifrable. Y no porque varíe muy bien su forma de jugar dependiendo del rival, sino que cambia tanto de un partido a otro que cuesta reconocerlo semana tras semana. Por ejemplo, este domingo, el club de Bérgamo, tan asertivo para derrotar a Milan en su casa hace unos días, cayó en su estadio frente a Lazio.
Los dirigidos por Gian Piero Gasperini no pudieron romper la resistencia del club romano y, por el contrario, mostraron la fragilidad de su zona defensiva. En tres minutos ya iban perdiendo con un golazo de Adam Marusic y nunca pudieron reponerse del golpe tan prematuro.
En contexto: Atalanta está en semifinales de la Copa de Italia
Si bien Duván Zapata lo intentó, fueron pocas las pelotas que le llegaron y cuando trató de asociarse no hubo quién lo dejara de cara al gol. En la segunda parte y como suele ya ser habitual, Gian Piero Gasperini sacó al vallecaucano y le dio ingreso a Luis Fernando Muriel, pues los dos colombianos juntos no juegan.
Si bien el ataque se volvió más frenético y Atalanta tuvo más la pelota, atrás dejó espacios y eso lo aprovechó Lazio en un contragolpe que supo concluir Joaquín Correa, el argentino de 26 años, que eludió al portero y cayéndose puso el 2-0.
El club de Bérgamo se repuso al otro golpe y tras una acción de Muriel, que terminó en el palo (gran jugada individual), Mario Pasalic descontó.
Sin embargo, como si se tratase de una reacción en cadena, Lazio volvió a tomar la ventaja y puso el 3-1 para terminar todo (gol de Vedat Muriqi) y sentenciar la derrota de Atalanta.
Al final, los jugadores visitantes festejaron como si se tratase de un título, pues se tomaron revancha de la eliminación en la Copa Italia hace un par de días (3-2 el 27 de enero).