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La sociedad entre Lionel Messi y Jordi Alba, probablemente la pareja más en forma del fútbol mundial, destrozó al Celta de Vigo en una primera media hora estelar y clasificó, por la vía rápida (5-0), al Barcelona para los cuartos de final de la Copa del Rey. (Valverde, DT del Barcelona, recibe comentarios ofensivos tras la llegada de Yerry Mina)
Salió el Barça a por la eliminatoria desde el pitido inicial. Valverde ya avisó en la víspera de que sus hombres no especularían ni un segundo con el 1-1 de la ida y, si en Balaídos dio descanso a la primera unidad, esta noche puso a toda la artillería sobre el césped del Camp Nou.
La presión alta, la recuperación tras pérdida y un ritmo endiablado en la circulación del balón ahogó al equipo gallego en una gran primera parte local, sin duda la mejor que ha tenido el Barcelona esta temporada.
A los quince minutos, los azulgranas ya mandaban por 2-0. En el primero, Jordi Alba controló un genial pase de cuchara de Iniesta para cedérsela a Messi, que remataba cruzado y mordido haciendo inútil la estirada de Sergio. Un calco al gol del Levante del último partido de Liga.
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El segundo fue un 'tuya-mía' entre ambos que finalizó con otro remate sutil de primeras del crack de Rosario. Séptima asistencia de Alba a Messi en lo que va de temporada. El internacional argentino devolvió a su compañero el favor en el tercero, habilitándole con un pase en profundidad que el lateral cazó tirándose al suelo y enviando el balón a gol para sorpresa de Sergio.
La siguiente ofensiva azulgrana acabó en el 4-0, que marcó Luis Suárez tras aprovechar un error defensivo de Pione Sisto. El partido acaba de superar la media hora y la eliminatoria estaba resuelta para los azulgranas con una autoridad incontestable.
El resultado podía haber sido aún más abultado al descanso, si Iniesta y Suárez hubieran aprovechado otros dos regalos de Messi -un pase de espuela y otro de cabeza-, que iba desplegando todo su repertorio de trucos ante la impotencia de los jugadores del conjunto gallego.
Y es que el Camp Nou no tuvo noticias de los hombres de Unzué durante toda la primera mitad. Rendido ante la evidencia, el técnico del Celta sentó a Iago Aspas y a Wass al descanso, en un claro mensaje de que había decidido firmar su capitulación antes de que empezara la segunda parte.
Valverde, en cambio, optó por cambiar a Messi a la hora de juego, para que el Camp Nou le rindiera merecida pleitesía. El '10', relevado por Dembéle, volvió a ser, por enésima vez, el hombre el partido. (La historia de Lauro Mosquera, el primer colombiano en jugar con el Barcelona)
Poco después, el Celta, que acabó el partido sin ver si quiera una tarjeta amarilla, llegó por primera y única vez a las inmediaciones de Cillessen. Pero cuando Maxi Gómez ya había sentado a Vermaelen y se disponía a batir al meta holandés, apareció Semedo para evitar el gol.
Aunque fue Dembélé el gran animador de la recta final del choque. El público tenía ganas de disfrutar del francés y éste confirmó que la lesión ya está olvidada y que puede ofrecer grandes noches de fútbol vistiendo la camiseta azulgrana.
Suyo fue el saque de esquina que cabeceó, libre de marca, Rakitic, para hacer el 5-0, a falta de tres minutos para el final. El Barça encadena ya 28 partidos sin perder y Valverde escuchó por primera vez al Camp Nou corear su nombre.
Ficha técnica:
5 - Barcelona: Cillessen; Semedo, Piqué (Vermaelen, min.46), Mascherano, Jordi Alba; Rakitic, Busquets, Iniesta (Arnaiz, min.62), André Gomes; Messi (Dembélé, min.59) y Luis Suárez.
0 - Celta: Sergio; Hugo Mallo, Sergi Gómez, Fontàs, Jonny; Lobotka, Wass (Radoja, min.46), Jozabed; Emre Mor, Iago Aspas (Maxi Gómez, min.46) y Pione Sisto (Brais, min.57).
Goles: 1-0: Messi, min.13. 2-0: Messi, min.15. 3-0: Jordi Alba, min.28. 4-0: Luis Suárez, min.31. 5-0: Rakitic, min.87.
Árbitro: Hernández Hernández (Comité de Las Palmas). Sin amonestados.
Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el Camp Nou ante 59.009 espectadores. Antes del encuentro, se exhibieron en el estadio 20.000 pancartas amarillas, repartidas por diversas entidades soberanistas, y en las que se pedía la libertad de los políticos catalanes encarcelados por su participación en el proceso independentista.