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Juan Carlos Osorio tuvo una buena presentación con la selección de México en el Mundial que se disputó en Rusia. Bajo sus órdenes el Tri venció a Alemania, a Corea del Sur y perdió frente a Suecia y Brasil. El estratega colombiano completó dos años y medio como seleccionador mexicano, en los que fue criticado fuertemente por el sistema de rotación que siempre lo ha caracterizado. No obstante, sus números fueron inigualables: de los 52 partidos que dirigió, ganó 33, empató nueve y perdió diez. Al parecer, serán las estadísticas finales, debido a que no continuaría al frente del combinado manito.
“Este fin de semana tenemos que darle una definitiva a nuestros jefes en México, como siempre lo he expresado, estamos eternamente agradecidos con la Federación Mexicana de Fútbol por la oportunidad que nos dieron”, dijo en diálogo con los medios de comunicación a su llegada a Cali, donde llegó como invitado a un partido de carácter social a beneficio de la Fundación Asodisvalle. Su decisión de no continuar ya estaría definida, por lo que aparece como candidato para dirigir las selecciones de Estados Unidos y la de Colombia.
Precisamente sobre su posibilidad de dirigir a esta última se expresó. “Como colombiano nunca ha sido un secreto para nadie que llegar a la Selección ha sido, al principio un sueño, después le pusimos un proceso y se convirtió en un objetivo profesional, obviamente que como cualquier otro técnico colombiano la posibilidad de dirigir a una gran Selección colombiana es inevitable, y obviamente por el amor que le tengo al país sería extraordinario”.
Juan Carlos Osorio es un hombre que conoce bien el fútbol nacional. Lo demostró con Atlético Nacional, equipo al que no solo lo potenció a nivel profesional sino también en sus categorías inferiores, trabajando constantemente con los jóvenes para que el club pudiera acudir a sus divisiones menores en cualquier momento. “El fútbol colombiano siempre ha producido, produce y seguirá produciendo grandes jugadores. Creo que el futuro va a depender, primero, de traer mejores entrenadores a categoría básicas, entre los 15-17 años; segundo, la competencia que le pueda dar la Federación a diferentes selecciones para que compitan dentro de esa edad, y tercero, en la medida en que se mejore la competencia en la Liga colombiana, el balompié nacional va a seguir produciendo jugadores de élite”.
El técnico colombiano realizó un papel decoroso con México en Rusia 2018, sin embargo, no le alcanzó para llegar al anhelado quinto encuentro, ese que siempre ha lucido como inalcanzable para el Tri. No obstante, las sensaciones que dejó la participación fue positiva. “Nos dejó muchas reflexiones. La principal es la idea de juego de siempre jugar por el amor a ganar y no por el temor a perder, creo que eso es decisión del líder, del que dirige, y creo que la Selección mexicana mostró esa capacidad de jugar de igual a igual, haberle ganado a Alemania en el primer partido fue extraordinario, igual haberle jugado cara a cara a Brasil, otra potencia mundial, es muy elogiable, obviamente que al final lo que decide los partidos es lo que pasa en el tercio ofensivo de cada equipo”.
Osorio continuó su evaluación del campeonato mundial hablando sobre las distancias que hubo entre ciudades. “Es difícil en un torneo tan corto, sobre todo entre el segundo y tercer partido, tuvimos que desplazarnos de Rostov hacia Ekaterimburgo, fueron cuatro días únicamente entre encuentro y encuentro y de esos dos fueron de viaje, entonces creo que una de las grandes enseñanzas es que aparte de tener un equipo atlético, contamos con un departamento médico muy competente que trabaja en la recuperación y creo que en ese aspecto México mostró que está a la vanguardia o fue uno de los departamentos médicos mejor conformados, con quiroprácticos, fisioterapeutas, masajistas, entrenador del sueño, genetista, nutrióloga; se hizo una muy buena labor, seguramente que la ciencia le seguirá aportando mucho al fútbol y a la preparación de cada juego”, finalizó.
Osorio se va de México con la cabeza en alto. A pesar de las críticas y la oposición que siempre tuvo en ese país, supo potenciar a un seleccionado con pocas figuras. Ahora está en la agenda de varias selecciones, Estados Unidos es la que más hace fuerza. Sin embargo, continúa trabajando por su sueño: dirigir a la selección de Colombia. Un anhelo que siempre ha perseguido y que espera se le cumpla.