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Se ganó y se sumaron los tres puntos. El objetivo se cumplió y las cuentas para clasificar al Mundial de Rusia 2018 siguen siendo sumar de a tres en los juegos que restan en casa y conseguir algún empate en condición de visitante. Sin embargo, se sufrió más de la cuenta para vencer a un muy inferior seleccionado boliviano, que desde hace varias jornadas está sin opciones de ir a la Copa del Mundo. Un gol de James Rodríguez, al minuto 37 del segundo tiempo, le dio la tranquilidad a un equipo colombiano al que le sigue costando mucho generar fútbol y marcar goles.
La necesidad de sumar los tres puntos era tal, que el técnico José Pékerman planteó de entrada un partido ofensivo. Un solo volante de marca, dos delanteros y laterales con vocación ofensiva, algo que no había hecho en toda esta eliminatoria hacia el Mundial de Rusia 2018. No obstante, ni con esas modificaciones logró que se mejorara en la generación de fútbol. Bolivia, como era de esperarse, se metió atrás y le hizo muy difícil las cosas a Colombia, que sufrió más de la cuenta para conseguir el resultado que necesitaba.
De los 26 convocados, el DT argentino envió a la tribuna a Miguel Ángel Borja, quien tiene molestias musculares, Daniel Torres y Farid Díaz, lateral izquierdo que seguramente será el titular en el juego del próximo martes ante Ecuador, en Quito. Las novedades entre los inicialistas, fueron la inclusión de Cristian Zapata, como defensor central. Mateus Uribe, quien hizo su debut en un juego oficial con la selección colombiana de mayores, y el regreso de Pablo Armero.
Pero el planteamiento no salió bien. Una vez más quedó demostrado que a Colombia lo que más le cuesta es generar fútbol. Y lo preocupante es que es normal que le pueda costar poner en aprietos a rivales como Uruguay o Chile (ambos empataron en Barranquilla en esta eliminatoria) sin embargo, no es normal que un equipo tan débil como Bolivia, ponga a sufrir a un equipo llamado a clasificar al Mundial. Por más de que Pékerman había advertido en la rueda de prensa, previa al juego, que Bolivia sería un duro rival, ni él espero que planteara tan cara la derrota.
Buscó variantes de muchas maneras. Mateus Uribe, quien inicialmente comenzó como volante, terminó cambiando de posición con Juan Guillermo Cuadrado, y se ubicó de lateral derecho. La intención fue que el volante de la Juventus pudiera soltarse con libertad al ataque. Luego, tras la lesión de Luis Fernando Muriel, quien venía siendo el jugador más desequilibrante de Colombia, Pékerman tuvo que darle minutos a Luis Quiñones, el delantero de Tigres de México.
En la segunda parte, cuando el desespero se apoderaba de todos y los asistentes al Metropolitano exigían goles, Pékerman apostó sus restos al ataque y sacó a Mateus Uribe para darle paso a un delantero más. Se dio el debut en el seleccionado mayor de Duván Zapata. Pero no necesariamente por más jugadores ofensivos que haya, más volumen de ataque va a haber.
Colombia llegó mucho al arco rival, pero más por la actitud de sus jugadores y las capacidades individuales de algunos de ellos, que por una idea clara, que se hubiese practicado en los entrenamientos.
James Rodríguez, el llamado a echarse el equipo al hombro en los partidos decisivos, como el del jueves, se vio confundido, desesperado. En cada jugada que salía mal se recriminaba a él mismo y le daba puños al terreno de juego. Todos sufrían el partido, pero afortunadamente, al final se pudo respirar. James cobró un penal, el arquero se lo atajó, pero en el rebote aprovechó y envió el balón al fondo de la red.
Ahora viene Ecuador en Quito, un rival directo y al que hay que ir a quitarle puntos en casa. Será un partido muy diferente al del jueves, en el que seguramente el que propondrá será el equipo local y Colombia tendrá mayores espacios en ataque, algo que en teoría le convendrá, teniendo en cuenta los jugadores que tiene de la mitad hacia delante. La mala noticia, es que Luis Fernando Muriel no estará disponible para ese juego, tras sufrir una lesión muscular. Las cuentas para ir a Rusia cuadran, pero hay que mejorar mucho en el juego.