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Bolivia asumió este martes con alegría su victoria 1-0 ante Chile por la clasificatoria al Mundial Rusia-2018, al romper una suerte de maleficio acumulado en las tres últimas eliminatorias cuando sucumbió en La Paz ante la Roja.
"Estamos contentos por el desarrollo (del equipo) y porque es el crecimiento de nuestro fútbol y agradecerles a los jugadores", afirmó el timonel de Bolivia, Mauricio Soria, al término del encuentro en el estadio Hernando Siles de La Paz.
Para Bolivia el encuentro ante los chilenos tenía dos condimentos esenciales: romper el maleficio de haber acumulado tres derrotas en las eliminatorias para Alemania-2006, Sudáfrica-2010 y Brasil-2014, por la misma cuenta: 2-0.
Y además el dolor por la quita de cuatro puntos por parte de la FIFA y ratificada por el TAS, tras una demanda de Chile y seguida por Perú, por la habilitación irregular del paraguayo naturalizado Nelson Cabrera.
"Gran triunfo de todos!!!!! Bolivia se respeta. Orgullosos de vestir estos colores y de sentir el aliento de todos", dijo luego en su cuenta en Twitter el atacante Juan Carlos Arce, autor del único gol por la vía penal.
El triunfo fue un bálsamo a la tristeza boliviana de perder las cuatro unidades, resultado de su victoria ante Perú en La Paz y su empate ante Chile en Santiago.
"La quita de puntos nos dolió mucho, pero nosotros seguimos trabajando y aquí está el resultado" comentó en la rueda de prensa tras el encuentro, el defensa e histórico capitán Ronald Raldes.
El adiestrador Soria también aludió a que la victoria ante los chilenos puede desembocar en que la Roja se quede sin el Mundial de Rusia-2018, pues le faltan dos partidos: de local ante Ecuador y en su visita ante Brasil en octubre próximo.
"Hay un jugador que dijo que Bolivia verá el Mundial por televisión y yo creo que a él también le tocará lo mismo", dijo el DT, sin mencionar qué futbolista chileno habría hecho tal afirmación.
Bolivia, con la victoria ante Chile, sumó 13 puntos, aunque se mantiene en penúltima posición de la tabla, por encima de Venezuela, y sin chances de llegar al próximo ecuménico de fútbol.