Álbum Panini del Mundial Catar 2022: poder adquisitivo vs. tradición
Como ocurre cada cuatro años, las láminas y el libro coleccionable con los jugadores y equipos de la Copa del Mundo ya están a la venta. ¿Cómo afectan a distribuidores y aficionados los precios de esta edición?
Hugo Santiago Caro
Faltan pocos minutos para que sea la una de la tarde. Álvaro Bejarano se prepara, junto con su socio, a quien llama Fercho, para la hora más congestionada del día en las afueras del túnel peatonal de la zona universitaria de la calle 41 con carrera séptima, en Bogotá. Cientos de estudiantes, profesores y transeúntes en general, se preparan para almorzar y allí los espera Álvaro con una arenga que se vive cada cuatro años: “Láminas, láminas, láminas Panini del Mundial”.
“Tenemos que cuadrar un horario exclusivo para cambiar láminas, puede ser después de las tres de la tarde cuando haya menos gente”, le dice a Fercho mientras alista los recortes de papel donde ofrece a sus compradores canjes, como una lámina específica que les falte por la compra de 10 sobres, entre otros.
Le invitamos a leer: Álbum Panini del Mundial Catar 2022: ¿cuánto han subido de precio las láminas?
Esta es la sexta Copa del Mundo que Bejarano cubre a su forma, comercializando el álbum de stickers que distribuye a escala mundial la marca italiana Panini. Por su puesto improvisado de madera han pasado las figuras del Zidane, aún con pelo, que conquistó con Francia el primer Mundial que cubrió Bejarano (Francia 1998), y la de Ronaldo Nazario en 2002, por nombrar algunas figuras icónicas.
Del mundial francés a Catar 2022, el álbum ha pasado de 561 láminas coleccionables a 638. Un aumento progresivo de 77 stickers que incrementan la dificultad del coleccionista para reunirlas todas. Una tradición, en ocasiones familiar, que incluye canje, estrategia y una afición enorme. Algunos, de mejor situación económica que otros, compran la caja y llenan más facilmente el álbum. Sin embargo, con el aumento de precio de la caja de Rusia a Catar, probablemente todos los aficionados estén dudando en llenarlo. Pasó de costar $218.400 a $364.000. Un 66,97 % más.
Le puede interesar: Farah y Cabal remontaron y se llevaron un cupo a cuartos de final del US Open
“Cualquier persona, digamos de un estrato tres o dos, podía llenar el álbum. Ahí iba comprando un sobrecito que valía $1.000 o $2.000, ahí hacía el campito y lo podía sacar. En cambio, ahora que vale $3.500 ya se estratificó, porque ya no es para todo el mundo. No se le puede rebajar, ahí se va la ganancia de uno”, cuenta Bejarano sobre los nuevos precios, que asegura a ellos se los dan “desde Italia”.
Desde Panini cuentan que estos precios están lo más bajos posible: “Están alineados hacia la banda inferior, ha sido un esfuerzo del equipo del continente para tenerlo de esa forma”, afirmó en el lanzamiento del álbum Juan Vicente Chacón, gerente expománager de Panini. No obstante, probablemente para el aficionado de a pie, por más bajos que aseguren que estén los costos, llenar un álbum no deja de costar en promedio unos $500.000, medio salario mínimo. Los futboleros y tradicionalistas están en la encrucijada de la afición de cambiar láminas repetidas, organizar cientos de ellas por equipos y pegar una a una por un costo económico realmente elevado. El poder adquisitivo en contraste con la tradición.
Esa misma encrucijada pone en aprietos a terceros en la cadena de distribución como Álvaro, pues a pesar de que su industria es el rebusque, los costos elevados y los aficionados dudosos de llenar el álbum ponen en riesgo su negocio, aunque también confía en que la costumbre prevalezca. “Es una tradición de los coleccionistas, entonces que el que colecciona el álbum ya los tiene todos y no va a dejar de llenar este porque no fue Colombia, o porque esté caro, ya es una afición llenar el álbum”, afirma.
Faltan pocos minutos para que sea la una de la tarde. Álvaro Bejarano se prepara, junto con su socio, a quien llama Fercho, para la hora más congestionada del día en las afueras del túnel peatonal de la zona universitaria de la calle 41 con carrera séptima, en Bogotá. Cientos de estudiantes, profesores y transeúntes en general, se preparan para almorzar y allí los espera Álvaro con una arenga que se vive cada cuatro años: “Láminas, láminas, láminas Panini del Mundial”.
“Tenemos que cuadrar un horario exclusivo para cambiar láminas, puede ser después de las tres de la tarde cuando haya menos gente”, le dice a Fercho mientras alista los recortes de papel donde ofrece a sus compradores canjes, como una lámina específica que les falte por la compra de 10 sobres, entre otros.
Le invitamos a leer: Álbum Panini del Mundial Catar 2022: ¿cuánto han subido de precio las láminas?
Esta es la sexta Copa del Mundo que Bejarano cubre a su forma, comercializando el álbum de stickers que distribuye a escala mundial la marca italiana Panini. Por su puesto improvisado de madera han pasado las figuras del Zidane, aún con pelo, que conquistó con Francia el primer Mundial que cubrió Bejarano (Francia 1998), y la de Ronaldo Nazario en 2002, por nombrar algunas figuras icónicas.
Del mundial francés a Catar 2022, el álbum ha pasado de 561 láminas coleccionables a 638. Un aumento progresivo de 77 stickers que incrementan la dificultad del coleccionista para reunirlas todas. Una tradición, en ocasiones familiar, que incluye canje, estrategia y una afición enorme. Algunos, de mejor situación económica que otros, compran la caja y llenan más facilmente el álbum. Sin embargo, con el aumento de precio de la caja de Rusia a Catar, probablemente todos los aficionados estén dudando en llenarlo. Pasó de costar $218.400 a $364.000. Un 66,97 % más.
Le puede interesar: Farah y Cabal remontaron y se llevaron un cupo a cuartos de final del US Open
“Cualquier persona, digamos de un estrato tres o dos, podía llenar el álbum. Ahí iba comprando un sobrecito que valía $1.000 o $2.000, ahí hacía el campito y lo podía sacar. En cambio, ahora que vale $3.500 ya se estratificó, porque ya no es para todo el mundo. No se le puede rebajar, ahí se va la ganancia de uno”, cuenta Bejarano sobre los nuevos precios, que asegura a ellos se los dan “desde Italia”.
Desde Panini cuentan que estos precios están lo más bajos posible: “Están alineados hacia la banda inferior, ha sido un esfuerzo del equipo del continente para tenerlo de esa forma”, afirmó en el lanzamiento del álbum Juan Vicente Chacón, gerente expománager de Panini. No obstante, probablemente para el aficionado de a pie, por más bajos que aseguren que estén los costos, llenar un álbum no deja de costar en promedio unos $500.000, medio salario mínimo. Los futboleros y tradicionalistas están en la encrucijada de la afición de cambiar láminas repetidas, organizar cientos de ellas por equipos y pegar una a una por un costo económico realmente elevado. El poder adquisitivo en contraste con la tradición.
Esa misma encrucijada pone en aprietos a terceros en la cadena de distribución como Álvaro, pues a pesar de que su industria es el rebusque, los costos elevados y los aficionados dudosos de llenar el álbum ponen en riesgo su negocio, aunque también confía en que la costumbre prevalezca. “Es una tradición de los coleccionistas, entonces que el que colecciona el álbum ya los tiene todos y no va a dejar de llenar este porque no fue Colombia, o porque esté caro, ya es una afición llenar el álbum”, afirma.