Andrés Iniesta y su carrera inolvidable: un genio para siempre
El cerebro del Barcelona puso fin a una carrera legendaria que cambió la historia del fútbol español. Su legado, tanto dentro como fuera de la cancha, será recordado para siempre.
Fernando Camilo Garzón
Hay un gol por el que Andrés Iniesta será recordado para siempre, cambió su vida y la historia del fútbol español. Fue un 11 de julio de 2010, cuando en la final del Mundial de Sudáfrica, España y los Países Bajos empataban sin goles. El reloj quedó fijo, inmortalizado, en el minuto 116, cuando el mediocampista, con una frialdad propia de su ingenio, recibió un pase de Cesc Fàbregas, acomodó el balón y remató con la derecha. El disparo batió al portero neerlandés Maarten Stekelenburg y llevó a la “Roja” a su máxima cima. España, por primera vez, se coronaba campeona del mundo. Ese gol, uno de los más importantes de todos los tiempos, selló la inmortalidad de Iniesta. No solo consagró a su selección, sino que confirmó al inolvidable mediocampista como uno de los más grandes.
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Hay un gol por el que Andrés Iniesta será recordado para siempre, cambió su vida y la historia del fútbol español. Fue un 11 de julio de 2010, cuando en la final del Mundial de Sudáfrica, España y los Países Bajos empataban sin goles. El reloj quedó fijo, inmortalizado, en el minuto 116, cuando el mediocampista, con una frialdad propia de su ingenio, recibió un pase de Cesc Fàbregas, acomodó el balón y remató con la derecha. El disparo batió al portero neerlandés Maarten Stekelenburg y llevó a la “Roja” a su máxima cima. España, por primera vez, se coronaba campeona del mundo. Ese gol, uno de los más importantes de todos los tiempos, selló la inmortalidad de Iniesta. No solo consagró a su selección, sino que confirmó al inolvidable mediocampista como uno de los más grandes.
Este martes, Andrés Iniesta anunció su retiro definitivo del fútbol profesional. Después de una carrera brillante, su último equipo fue el Emirates Club de los Emiratos Árabes Unidos. Durante la ceremonia, el exjugador del Barcelona dejó claro que su amor por el deporte no ha terminado: “No puedo estar lejos del fútbol, ha sido mi vida y lo seguirá siendo. Ahora a seguir formándome, estoy sacándome el título de entrenador y es mi siguiente etapa. Intentaré volver a hacer un gran trabajo, ya no será corriendo detrás del balón, sino desde otro lugar”, declaró.
La carrera extraordinaria del “cerebro”
Andrés Iniesta no solo será recordado por su gol en Sudáfrica y por levantar la Copa del Mundo. El cerebro, el principal apodo de su carrera, fue una de las figuras más emblemáticas del Barcelona. Con el equipo catalán, lo ganó todo: desde ligas hasta Champions League, siendo parte de uno de los mejores equipos de la historia. Su legado en el Camp Nou es inigualable, y es difícil no asociar su nombre con el juego elegante y efectivo que definió a los catalanes durante su mejor época.
En especial, en la memoria de los catalanes está el inolvidable gol en Stamford Bridge, contra Chelsea, que les dio el pase a la final de 2008 en la Liga de Campeones. Un tanto, en los últimos segundos, inolvidable.
Iniesta llegó a su máximo nivel de la mano de Pep Guardiola, quien supo potenciar sus habilidades y convertirlo en uno de los mejores mediocampistas del mundo. Durante esos años, compartió vestuario con Lionel Messi y Xavi Hernández, y fue parte de una generación única. En 2010, el mismo año en que llevó a España a ganar el Mundial, estuvo ternado para el Balón de Oro junto a Messi y Xavi. Muchos consideran que ese año, el Cerebro merecía el galardón, aunque finalmente el premio fue para su compañero argentino. A pesar de no haberlo ganado, la calidad de su juego y su influencia en el campo eran innegables.
La historia de Andrés Iniesta en el fútbol comenzó mucho antes. Originario de Albacete, fue en ese club en el que comenzó a jugar a una edad temprana. Sin embargo, su gran talento no pasó desapercibido, y pronto, tanto Real Madrid como Barcelona intentaron ficharlo. Fue finalmente el equipo catalán quien lo incorporó en 1996, cuando Iniesta tenía apenas 12 años. Así comenzó su formación en La Masia, la famosa cantera del Barça, donde se pulen los talentos más prometedores.
Debutó con el primer equipo en 2002, bajo las órdenes de Louis van Gaal. Lo hizo en la Liga de Campeones, en un partido contra Brujas, y poco después debutaría en la Liga española, en una victoria contundente ante el Mallorca. Aunque al principio alternaba entre el Barcelona B y el primer equipo, pronto quedó claro que Iniesta estaba destinado a grandes cosas.
A pesar de su talento, consolidarse en el primer equipo no fue fácil. Durante los primeros años, fue utilizado mayormente como un suplente de lujo. Fue con la llegada de Guardiola en 2008 cuando todo cambió. Pep supo darle la confianza que necesitaba, y Andrés se convirtió en un jugador fundamental para el equipo. Ahí se convirtió en un hito para el fútbol.
Uno de los más ganadores de la historia
Iniesta es uno de los jugadores más laureados de la historia, solo Lionel Messi y Daniel Alves lo superan en títulos. Con el Barcelona, ganó 32 títulos, incluyendo 9 ligas y 4 Champions League. Además, formó parte de la generación dorada de la selección española, que ganó la Eurocopa en 2008 y 2012, y el Mundial en 2010. Junto a Xavi y Sergio Busquets, fue el cerebro de un equipo que dominó el fútbol mundial durante varios años.
En total, Iniesta jugó para tres equipos: Barcelona, el Vissel Kobe de Japón, y Emirates Club. Su palmarés es impresionante: desde ligas nacionales hasta títulos internacionales, ganó casi todo lo que un futbolista puede aspirar a lograr.
Entre sus distinciones individuales, además, hay varias nominaciones al Balón de Oro, el premio al mejor jugador de la Eurocopa en 2012 y su inclusión en los equipos ideales de la FIFA y la UEFA en múltiples ocasiones. Además, fue nombrado mejor jugador de la final del Mundial 2010 y de la Eurocopa 2012. Su calidad como jugador fue reconocida tanto por compañeros como por rivales, y su lugar en la historia del fútbol está asegurado.
Un legado imborrable
Más allá de los títulos y los premios, Andrés Iniesta dejó una huella imborrable en el fútbol. Su estilo de juego, su control del balón, su visión y electricidad, lo convirtieron en un referente para las nuevas generaciones.
También, fuera de las canchas, Iniesta enfrentó sus propios desafíos. En varios momentos de su carrera, habló abiertamente sobre su lucha contra la depresión, un tema que a menudo es tabú en el mundo del deporte. El mediocampista fue un ejemplo no solo de excelencia deportiva, sino también de fortaleza mental y de la importancia de cuidar la salud emocional.
El fútbol despide hoy a un jugador inolvidable, aunque parece que pronto volverá, a los banquillos.
“Estoy orgulloso de haber peleado y trabajado hasta la última gota, hasta el último día que fui futbolista y es lo más grande para mí. Orgullo de no rendirme nunca, con pena porque hubiera jugado hasta los 90 años, pero feliz de haber cumplido el sueño de haber sido futbolista”, concluyó Iniesta en su despedida.
Y, como bien dijo Lionel Messi en su mensaje de adiós al genio: “La pelota te va a extrañar”.
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